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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Acción. Thriller. Drama El veterano Will Sharp, en un acto desesperado por conseguir dinero para cubrir las deudas médicas de su esposa, recurre a la única persona que sabe que no debería, su hermano adoptivo Danny. Danny le ofrece participar en un robo a un banco, el más grande en la historia de la ciudad. Will no puede decir que no. Cuando su intento de escape sale mal, los hermanos secuestran una ambulancia con un policía herido y una paramédica. Ahora ... [+]
4 de julio de 2022
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
217/35(27/06/22) Aparatoso film de acción dirigido y producido por el megalómano Michael Bay, tipo que para mi gusto siempre navega sobre el filo de la navaja entre lo entretenido (“Armageddon”, “Dolor y dinero”, “Pearl Harbor”, “La Roca”, “La isla”, “13 horas” o “6 a la sombra”) y lo estrambótico pasado de vueltas con sobre todo la tóxica saga Transformers. Quien vaya a ver un film del angelino no puede esperar otra cosa que el popular estilo Bayhem, y aquí se viene arriba, con la ayuda del DP Roberto De Angelis (ha trabajado con directores tan exigentes como Michael Mann o James Cameron), en comunión con el trío de editores Doug Brandt, Pietro Scalia & Calvin Wimmer, para su típica realización con cortes cada pocos segundos, con movimientos cámara constantes, con un objetivo que se mueve con vida propia por todos lados, con zooms, picados, contrapicados, donde Bay saca partido a los drones con tropecientas mil tomas de Los Ángeles desde el aire, es la adrenalina máxima, con música atronadora entrando y saliendo, con temática de bravuconerías masculinas, la testosterona al poder, diálogos henchidos de machismo, donde hay mucha camaradería, como en este caso una oda al bromance (también lo había en la saga “Bad Boys”). Y todo eso y más ofrece esta cinta escrita por el debutante en cine Chris Fedak (especialista en series tv: “Chuck”, “Forever” o “El ilusionista”), basándose en la película homónima danesa de 2005 de Laurits Munch-Petersen y Lars Andreas Pedersen, para una historia de lo más simple (esto perse no tiene por qué ser malo), con dos hermanos que tras robar un banco para huir de la policía secuestran una ambulancia con rehenes.

Siendo protagonizada por un electrizante Jake Gyllenhaal que parece disfrutar con toda la energía que desborda, con poder de manipulación, con gritos, carisma, físico, y con grácil sentido del humor (ejemplo cuando habl por móvil con su empleado Castro); Está un correctito Yahya Abdul-Mateen II, especie de brújula moral forzado a la situación criminal por necesidad, algo blandito en su monocorde comportamiento de bueno buenísimo, frente al pragmatismo del hermano; Y tenemos a una estimable (y hermosa) Eiza González, la mexicana sabe dar réplica a los dos protagonistas con mucho brío; En lo que es un reflejo del crisol de razas de la urbe californiana (un blanco, un negro y una latina).

Película que desgraciadamente va perdiendo fuelle conforme avanza, y es que no he visto la original, pero si se que dura una hora menos que esta, esto repercute en la máxima que una buena persecución en cine te atrapa, pero si esta dura mucho cansa, sobre todo si por el camino no hay alicientes atractivos que mantengan la tensión. Tiene un arranque con mucho potencial con un tiroteo urbano que quiere emular claramente al referente epítome de esto como es “Heat”, hay una persecución a toda velocidad con una ambulancia a lo “Speed”, pero la historia se estira demasiado y hace que el espectador (ósea, yo) quede exhausto, y la tensión baja. Aquí se ansía dar un sentido de relación disfuncional del sentido del deber entre los dos secuestradores y la sanitaria, pero esto resulta un tanto impostado y forzado. Ello mientras intercalan a la policía y el FBI intentando atrapar a la ambulancia, todo esto en medio de diálogos propios de films malos de los 80 (igual me he pasao), tipo; "Consigue un bolígrafo y papel y escribe esto en él: vete a la mierda" (quizás no me he pasao). Aunque se agradecen algunos toques de humor, como los guiños autorreferenciales al cien de Bay con citas a “The Rock” y otro que anuncia: "Vamos en tándem, como Bad Boys". Pero todo esto no puede contrarrestar el vacío de mucho, pero mucho metraje que es un sinfín cansino de golpes de autos, volteretas, sangre, accidentes, choques, derrapes, muertos, explosiones, orgias de balaceras, y todo en grado asfixiante se siente, con velocidad a ningún lado.

Película donde los personajes quedan definido en apenas unos segundos, son clichés que sabes lo que van a hacer en todo momento, nunca te sorprenden, y para justificar sus ‘habilidades’ lo hacen con sub historias ajadas, la pareja de hermanos son buenos con las armas. Will es un veterano de guerra (de ahí la crítica a cómo y trata USA a sus héroes, ya visto en otros films de Bay, como “La Roca”), y Danny alguien que estudio para agente del FBI (de ahí además que parezca saber los métodos de esta agencia). Y Cam tiene conocimientos médicos más allá de un paramédico por haber estudiado para cirujana. Will es el ladrón bueno, Danny el malo con sentimientos de hermandad, y Cam una joven que pone a prueba sus demonios en esta odisea. Aquí lo que prima es la supervivencia, de los raptores que quieren escapar de la policia y de la sanitaria que espera poder salir viva del secuestro.

Tiene un deux machine ridículo, a la altura del film “Interstellar”, pues resulta que un día al azar, tras tiempo sin ver a su hermano, va a verlo Will, y este da la casualidad que se dispone a hacer un atraco muchi-millonario, y Danny dice que les falta uno para este trabajillo (qué más da que no se diga para que específicamente se requiere, hace falta y punto), y Wil se apunta. Menuda morcilla, y mi referencia al film de Nolan, es por una situación similar, pues justo cuando hay una misión para ‘salvar al mundo’, aparece el personaje de McConaughey, y como una misión tan milimétrica resulta que estaba organizada sin piloto, y que casualidad el recién llegado lo es, pues venga.

Curiosamente la escena más sangrienta y gore de la cinta no es fruto de un tiroteo, es una operación para sacar una bala del bazo del policía que va herido en la ambulancia en marcha, y que es dirigida por video-llamada por unos cirujanos desde un campo de golf, con la apoteosis de un geiser de sangre brotando, escena que me recuerda a una similar en la película de Ridley Scott “Black Hawk Down” (2001).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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