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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama Siglo XVIII. A una aldea bohemia llega un nuevo párroco que adopta una actitud inquisitorial sobre la vida y costumbres de sus feligreses, tratando de averiguar si en su grey se oculta alguna oveja negra. El elemento discordante resulta ser un maduro molinero, que destaca por saber interpretar los signos de la tierra y del clima. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
221/39(30/06/22) Sugerente drama histórico checoslovaco, que partiendo del enfrentamiento entre la fe y la ciencia se le pueden sacar más sub lecturas, que pueden derivar en el choque entre la intolerancia de las dictaduras (claramente la comunista imperante en el país centroeuropeo) y las ansias de libertad que representa la razón. Lo he visto con motivo del 60 aniversario de su estreno (20/04/1962) y me he encontrado una incisiva historia filmado con un gusto estético prodigioso en muchos momentos. Dirigida por František Vláčil, con guion propio junto a Milos Václav Kratochvil (“Kam cert nemuze”) inspirado en la novela “Mlýn na ponorné řece” de Alfréd Technik. Se considera la primera parte de una trilogía suelta de películas históricas de Vláčil. La trilogía también incluye a Marketa Lazarová y El valle de las abejas. El tema principal de la película es el conflicto entre la religión y la ciencia. La religión está representada por un sacerdote jesuita fanático, mientras la ciencia está representada por un viejo molinero y su hijo. Tiene lugar en el karst de Moravia a principios del siglo XVIII, zona geográfica famosa por su fascinante geología: cuevas, galerías, ríos subterráneos. Precisamente la naturaleza es la protagonista de esta película, ya que la misteriosa geología de la zona es el origen de leyendas y mitos. Una familia de molineros que vive allí desde hace generaciones conoce los secretos naturales del lugar y los utiliza para obtener agua, sin embargo su conocimiento de la naturaleza choca con las supersticiones y con la Iglesia, que ve al diablo en cualquier fenómeno natural sin explicar, ve una amenaza en aquello que ignora, es la voz de la sabiduría popular cual engendro pagano, frente a los rígidos dogmas de fe, aliados con las fuerzas del estado que detestan todo aquello que hace peligrar su monopolio de poder controlar a las masas en su favor.

Bohemia de principios del siglo XVI. Un molinero, Spálený (Vítězslav Vejražka) usa sus ojos y oídos para informar su conocimiento de la tierra. Cuando esto lo pone en conflicto con un terrateniente rico y poderoso, amén de regente, Valeč (Čestmír Řanda, el ladino exponente del poder del estado que quiere desviar la atención de los males del lugar para centrarlos en la persona del molinero), se encuentra bajo la sospecha de la inquisición. El sacerdote Probus (notable Miroslav Macháček, con un discurso y modos sutiles, es la maldad sibilina) llega para investigar y está decidido a desenmascarar su pacto con el diablo. Empezando por intentar poner a los locales en su contra. Mientras tanto, su hijo Jan (Vít Olmer como enérgico joven que aún no lo entiende todo) persigue un romance con Martina (Karla Chadimová en una interpretación que da vigor a sus dudas).

Todo esto remarcado en un poder visual que provoca sensaciones poéticas turbadoras, gracias a la formidable cinematografía en glorioso b/n de Rudolf Milic (“Atentát”), todo un alarde de encuadres, profundidades de campo, maravillosos planos generales con carácter pictórico (la mística llegada del cura en un soleado día, cual sombra empequeñecida y señalada por un haz de luz solar) esa lírica toma de las flores cayendo al abismo del estanque en la sima desde la perspectiva de abajo), con cenitales (como el del baile en el granero), con giros en la danza que perturban, con detallismo (como esa pelea a navaja), las hipnóticas tomas de barridos mientras los campesinos pasan la guadaña, la escena de la procesión para pedir lluvia, la bucólica escena nocturna en el granero de los amantes, mucho plano holandés, o ese leit-motive de secuencia en que la cámara ejerce de ente y en mod aéreo entra cual ráfaga en la granja del molinero (visto por vez primera en la estremecedora escena de los suecos queriendo tomar el molino frente al dueño y acabando metiéndole un épico fuego). Con secuencias tan espectaculares como el colapso de terrestre de la granja, o gráciles como es el comienzo con el primer plano de una figura desgarrada de Cristo, ello con ese fondo de una pequeña figura ataviada de negro que camina por el horizonte, o el rush final en las hermosas cavernas cargadas de estalactitas, donde se establecerá el duelo definitivo entre las dos ideas contendientes, acabando con un bello plano final**.

Un desarrollo cargado de simbolismos que dan a la reflexión, como lo es que, durante la procesión por pedir lluvia (filmado de modo epidérmico los rostros sudorosos de la gente), vemos al molinero excavar en la tierra y brota agua de entre rocas, lo que hace que las gentes abandonen el rito religioso en pos del líquido necesario para la vida, y estos rebosen felicidad y albricias, lo que para el cura es un mensaje de que la fe religiosa es secundaria para estos lugareños en favor de lo material; Tenemos el baile en el granero, con danzas y alegría entre los vecinos, el alborozo y entusiasmo reflejado en como la cámara se mueve con regocijo. El molinero aparece y se lleva de allí a su hijo, advirtiendo a todos que no es seguro que hagan esta fiesta, a lo que sigue que la tierra tiembla, se agrieta y cae el granero sobre la gente que no ha podido escapar a tiempo. El molinero sabe lo de las cuevas bajo el lugar que lo hacen inestable, pudiendo pasar lo ocurrido, pero el regente y el párroco allí presentes lo toman como un acceso de ‘brujería’, la retorcida fe dogmática contra la ciencia; Pero lo curioso es la táctica del cura para con el que cree discípulo del diablo, el molinero, pues en vez de denunciarlo a la inquisición, lo que hace es intentar desde su púlpito, de poner a los vecinos en su contra. En lo que se puede ver como una alegoría del régimen de terror comunista, que pretendía hacer enemigos unos de otros, para así, desde el temor al de al lado poder controlar mejor a la población... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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