Enésima película de acción con espías expertos en lucha cuerpo a cuerpo y tiradores de excepción (los buenos, por supuesto, porque los malos nunca aciertan). Enésima película donde el protagonista bueno es un pringui que se ve atrapado en un conflicto que le supera, y el protagonista malo es un turbio espía asesino con motivaciones misteriosas. Y luego ponemos una ciudad de moda, planos de langley, muchas persecuciones, planos cortos y escenas cámara en mano, heridas, sangre, giros imprevisibles, ...

Denzel Washington en su salsa y Ryan Reynolds por una vez solvente en un papel, que ya le hacía falta al pobre (pobre con dinero, claro, que no es poco consuelo).

Enésima vez que veo una película de estas y me lo paso muy bien, porque al final está muy bien hecha y entretiene mucho y bien. Palomitas puras.