Misión: Imposible III

Gracias J. J Abrahams. Por suerte nos encontramos ante una secuela muy superior a la segunda parte y, casi a la altura de la primera parte de la saga de misiones improbables.
Aquí se recupera el espíritu de películas " de espías" que tan bien había funcionado con De Palma y que en su 2ª parte se había olvidado.
Sin duda, estamos ante una película que sólo pretende entretenernos durante dos horas. Ylo hace muy bien. Con excelentes escenas de acción, ésta nueva entrega consigue enganchar y dárnos una vuelta por Italia ( la secuencia en el Vaticano es de lo mejor ) y Japón.
Aquí, además, podemos ver a un Ethan Hunt un poco más verosímil ( en la segunda parte parecía más una especie de mutante con superpoderes) aunque quizás esa historia de amor sea de lo más flojo de ésta, por otra parte, recomendable película

La tercera entrega de la saga se sitúa a medio camino entre la gran primera parte y el bodrio infumable de la segunda. Lo mejor es no pararse a pensar en la historia, porque lo poco que hay es un rollo sentimentaloide que pretende humanizar la película (sin conseguirlo) y que lo único que consigue es despertar la vergüenza ajena del espectador. La acción no está mal, aunque tiene muchas más fantasmadas de las necesarias y no se plasma suficiente emoción... J.J. Abrams no está capacitado para dirigir una película de este calibre. Así que, lo dicho, cuanto menos se piense más se podrá disfrutar la película. Lo más que te puede dar es entretenimiento si te gustan las pelis de acción e intriga, pero tampoco llega a funcionar del todo. Respecto a las interpretaciones... Sí, Tom Cruise sale muy guapo en todos los planos y las chicas son bastante monas (lástima que Keri Russell salga tan poco). Lo que está claro sobre todo es que por muchas misiones que realice Ethan Hunt, ninguna llegará al nivel de la dirigida por Brian de Palma.

¿Estamos todos de acuerdo en que la mejor película de la saga es la rodada por Brian de Palma, verdad? Luego es cierto que el mundo de las secuelas de la saga ha dado para subidas y bajadas, dejando las entregas impares siempre por encima de las pares. Si tengo que elegir una secuela con la que quedarme, esa sería la tercera, la de J. J. Abrams.

Sin haberme disgustado tanto como el gran público por la obra de John Woo, es cierto que luego es la que menos veces he vuelto a ver de todas. En cambio, recurro bastantes veces a esta, perfecto nexo de unión con la entrega original y evolución narrativamente interesante del personaje de Ethan Hunt interpretado por Tom Cruise. El hecho de ponerle novia y presentarla bajo el rostro de Michelle Monaghan y jugar a la relación maestro alumno con Keri Russell consiguen que empatice bastante con Hunt.

Luego está el tema del villano, interpretado maravillosamente por Philip Seymour Hoffman, haciendo de “cabronazo” de manual. Es un festival verle en acción y viendo todo lo sucedido en entregas sucesivas, pocos han conseguido hacérselo pasar tan mal a Hunt como Owen Davian.

Para el recuerdo, desde luego, toda la acción en Roma, que me parece muy digna de la serie de televisión, además del prólogo y de alguna que otra espectacular secuencia de acción.

‘Misión Imposible 3’ es un espectacular chute de adrenalina que, si bien es cierto tiene algún bajón, las subidas compensan perfectamente el relax que se toma en algunos momentos. Mi secuela favorita de la saga.

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La misión se realiza asumiendo riesgos extremos, y es frecuente que se estropeen los planes previstos incrementando la tensión viéndose obligados a improvisar en distintos momentos.

Ofrece una acción muy bien trazada, con Tom Cruise acertado y creíble. Escenas resueltas con soltura y oficio. Rebuscada tanto en su planteamiento como ejecución; las dos horas de metraje, pasan por distintas fases, y pese a algunos altibajos, supera con éxito sus pretensiones.

Las películas de acción, ya sabemos lo que son y esperamos de ellas... No existen grandes interpretaciones. Son ejecutadas por tipos de apariencia dura y compleja... saltos, explosiones y tensión. Si contiene eso en las dosis adecuadas, las aprobamos con generosidad.

Obviando esa carrera olímpica de 2km que corre Cruise en apenas dos minutos, la nueva entrega de este agente especial se ve muy cómodamente con tu jaulón de palomitas y tu coca-cola grande.
Buen cine de acción y de entretenimiento que no aporta nada nuevo pero que sí consigue atrapar al espectador hasta el último momento puesto que las más de 2 horas que dura la película se pasan volando.
Además de por ser la cara visible de la cienciología, a Tom Cruise es hora ya que se le empieze a reconocer un poco más por su labor interpretativa. Trabajos como éste, Magnolia, Collateral o El último Samurai así lo atesoran.