El final de Damien (La profecía 3)

Tercer parte de "La profecía", aunque luego la serie sigue con películas de televisión y recuperaciones del producto.
Las dos primeras tienen una cierta coherencia entre sí. Vamos a ver cómo funciona ésta, que parece de peor nivel, un segundo nivel.
La trama es sencilla. Damien Thorn ya tiene de 32 años. Es el director de una empresa multinacional dedicada a la soja. Ha sido elegido como embajador de EE.UU. en Londres. Su plan es compaginar el cargo con la presidencia del Consejo de la Juventud de la ONU. Mientras, paralelamente, un sacerdote italiano que conoce al personaje y su mal pretende darle muerte con las siete dagas.
Director desconocido para mi, que trabajó mucho en televisión. El reparto: Sam Neill es el niño engendrado por el diablo, Rossano Brazzi el sacerdote encargado de darme muerte, Don Gordon, Lisa Harrow, Barnaby Holm, Mason Adams, y Robert Arden completan lo actores principales.
Un poco pesada. La primera parte tenía su desarrollo, su trama. La segunda ya decaía, pero esta tercera es abiertamente mediocre. No mala, simplemente mediocre. Sin el gancho y la pujanza de las primeras de la serie.
Para mi la Serie de La Profecía termina aquí, no creo que vea las siguientes, ni las películas de televisión y los productos nuevos de cine.

En tinieblas me he quedado yo después de ver el final de la trilogía de la Profecía. Aquí Damien es un hombre de negocios, encarnado por Sam Neil, tiene 33 años y vive acomodado en su mansión, se ha hecho con el control total de la empresa familiar, pero todavía quiere más poder y aspira a conseguir un alto cargo en el mundo de la política. Le vemos como de costumbre, acompañado de sus acólitos que trabajan para él haciendo diversos encargos... La historia es bastante aburrida, con actuaciones planas, y cosas sin mucho sentido, algunas escenas dan hasta risa de lo cutre que son y bueno el final me ha parecido bastante mediocre. Si tan poderoso es el hijo del diablo en la tierra no me convence el final que le han dado. Una lástima este cierre de trilogía.

El Anticristo se hizo mayor, es un político frío, calculador, ambicioso, que aspira a sentarse en el sillón de la Casa Blanca. Ufff, que miedo.
Sam Neill, que a mi parecer es un actor que podría hacer de un buen malo malísimo en una película, aquí hace del mayor villano del mundo mundial y del unverso, se queda en un malo descafeinado, desangelado y pobre.
Del resto de la película, nada que destacar, sólo que es muy aburrida y que tiene algunos golpes de efecto que intenta inquietar y asustar, pero sin lograrlo.
Tiene un final muy malo y se nota, que el director no sabía como terminar con esta tediosa y aburrida película y rodó un final bastante tonto y ñoño.

No está nada mal este cambio de registro en la trilogía.
Nos presenta a un Damien adulto, con plena conciencia de quién es y malvados planes de futuro en su cabeza. Pero aunque sea más malo que un dolor de muelas, ya no da tanto miedo como cuando era niño y hablaba menos, aunque su "modus operandi" sea similar.
Es muy interesante la lucha entre el bien y el mal, adaptando vaticinios bíblicos al siglo XX. Ahora Damien tiene enemigos en el mundo para intentar pararle los pies.
Parece que incluso Jerry Goldsmith incluye en su banda sonora un leve toque de esperanza, y aunque sus siniestros coros satánicos siguen ahí, ya no tienen tanta fuerza negativa como en la primera película.
Como digo, aunque sea de terror, da muy poco miedo en comparación con las anteriores, pero de todas maneras se mantiene el suspense y el interesante argumento. La trama es continuista y tiene muchas referencias a todo lo anterior.
Sam Neill encaja bien. Su aspecto se parece lo suficiente a la versión joven del anticristo.
Los "accidentes" que ocurren a su alrededor siguen siendo retorcidos y un poco "gore" (al menos para la época del film).
Recomendable para los que les gustaron las dos anteriores y ver la conclusión de la historia. Evidentemente, para mí no cuenta como oficial esa horrorosa cuarta entrega con la niña, que es mejor olvidarla.

El argumento me parece excelente! Difícil encontrar una tercera película cuyo guión sea de tan alta calidad y coherente con la evolución del personaje .
Tiene escenas de terror psicológico muy fuertes que dejan huella aunque no pierde la elegancia al mostrarlas, lo que no las hace desagradables.
Como única pega mencionar que aunque la interpretación de Sam Neil es brillante, creo que hace uso excesivo de gestos tanto corporales como faciales,lo que en mi opinión le resta frialdad al
personaje que conocíamos en la también fantástica segunda parte.
Por ultimo, creo que el final se merecía algo más de desarrollo y considero que fue un poco precipitado.