Pregúntale al viento

Pregúntale al viento, la novela, es un clásico de la moderna novela norteamericana. Se lee en los institutos, se estudia en las facultades de literatura y ha contribuido a convertir a John Fante en un autor prestigioso.
Por desgracia, la película de Robert Towne no está a la altura.
Colin Farrell y Salma Hayek no tienen demasiada química juntos, y además el cine romántico no es el género que más le va a al intérprete irlandés. Por el contrario, sí tiene bastante afinidad con una elegante Idina Menzel, que es lo mejor de la película, en una de sus escasas apariciones en cine no relacionadas con el musical y el canto.
El problema es que la cinta es demasiado larga y no termina de emocionar con el romance intercultural entre Arturo y Camila. Es simplemente una película para pasar el rato, sin más. No ofende pero tampoco emociona ni entusiasma. Pasable y punto.

Mucha gente se levantó a la mitad de la película y se fue de la sala pero a mí la película por alguna razón me llegó y me pareció buena. No leí la novela, pero los que pretenden que la películas basadas en novelas superen al libro es por que no entienden nada, muy pocas veces en la historia del cine la película supera al libro.

¿Cuánto peor las trata más le buscan?
¿Es un resentido y va a su bola, pero encima tiene suerte aunque cuenta con poco talento?
¿No se entendía y por eso se desentendía?

Rara película que transmite muy poco, que apenas se percibe una trama suficiente, por lo que al final tiene que narrar en viva voz qué pasó y porqué pasó.

Los dos personajes se definieron bastante bien al principio, con unas imágenes muy estéticas cual cuadro hermoso y.... si hubieran pasado tres o cuatro diapositvas con las escenas más significativas nos ahorraríamos el resto que no dice nada.