Adventureland

Parece que, hoy en día, para hacer una comedia adolescente es obligado hacer cerdadas en una de cada tres escenas, como si todos los adolescentes siguieran el mismo patrón de salidos mentales, borrachos y drogatas. Puede que haya un número importante de ellos en la sociedad, pero también hay adolescentes como James Brennan (Jesse Eisenberg), es decir, chicos normales que trabajan en verano y su objetivo no es perder la virginidad, sino conseguir ahorrar algo de dinero. Puede que James incluso se enamore, le rompan el corazón, se emborrache y fume porros, pero ese no será el tema principal que aborde la película.

No es la película de adolescentes más divertida del mundo, pero se aprecia que Grer Mottola, al menos intente cambiar el modo de hacer este tipo de películas. En su anterior film, "Supersalidos", también cambió radicalmente el enfoque de estos film. Aquella era una película cerda, soez y mostraba a los adolescentes como niñatos supersalidos, pero era un film que no moralizaba en absoluto. "Adventureland" da un paso más, y a pesar de mostrarnos a algunos adolescentes tan salidos como nos tienen acostumbrados, otros muchos como el protagonista eran personas normales con problemas normales.

Se puede reprochar a Adventureland un cierto perfil bajo, una falta de situaciones memorables y una necesidad mayor de acentuar el componente comedia del film, pero lo que no se le puede negar es que ha realizado un retrato generacional tan sencillo como sincero. Mottola ha huido de la espectacularidad de la comedia gamberra y se ha decantado por un film personal, sin llegar a intimista, casi naturalista en el que varias generaciones podemos reconocernos; un verano sin ordenadores, video juegos, móviles ni internet, con música ochentera y atracciones de feria.
Los personajes se mueven por el film como seres normales que intentan hallar el modo de desenvolverse en un mundo que va cambiando ante ellos, se equivocan, se emocionen, se irritan y aman.
adventureland es uno de esos filmes pequeños que son totalmente olvidables por ocho de cada diez espectadores, pero que logra tocar algo en los otros dos y de pronto los traslada a un lugar con olores y sonidos inolvidables, con sensaciones que los trasportan muy lejos en la memoria, un lugar que hemos llamado nostalgia.

Que en USA se haga una película sobre adolescentes, su primer amor, la primera vez, el primer trabajo, alcohol, canutos... y no nos estallen los oidos con música punk-rock o rap, no haya "divertidísimos" malos entendidos, no haya fiestas salvajes con chicas desnudas, que no sea en California con el surf y el sol de fondo... se me hace raro. Esperaba algo más gamberro, tipo chorra (American Pie) y me encuentro con esto!

Buena película, de buen gusto, bien rodada, una historia bien contada y agradable. Con toques de humor ácido que te obligan a esbozar una tímida sonrisa de aprobación y complicidad. Elegante banda sonora (hace mucho que no escuchaba Satellite of love de Lou Reed). La recreación de la historia, los años 80, me hace recordar lo crio que era yo entonces, y me gusta. Llegas a identificarte con el protagonista, a sentir lo que siente él y a intentar ayudarle.

Cuenta la historia de un joven adolescente de Pittsburgh que se ve obligado a trabajar en verano en un parque de atracciones. Sus compañeros le ayudarán a levarlo lo mejor posible. Pero no es solo un trabajo, es el lugar donde madurará, crecerá y se hará adulto, como en la vida misma, a veces plácida e irresponsable y a veces dura y al mentón.

Muy recomendable película para una tarde en casa con poco que hacer y ganas de ver algo diferente, para variar, sin frikadas, estereotipos ni americanadas (quizá solo un par de detalles pero pásalos por alto).

Un buen puñado de buena música la acompaña, música de esa que marca tus recuerdos, como el tema de Lou Reed, Skateboard of love, que titula mi crítica.

Durante una hora nos seduce una historia grandiosa en su sencillez, apoyada por un guión y una dirección que son lo mejor que he visto en mucho tiempo... ¡¡Pero recordad que he dicho durante una hora!!.

El último tramo va desinflándose sin que te des mucha cuenta, porque el excelente planteamiento no podía continuar tan alto, y... efectivamente baja de manera significativa, aunque se lo perdones, porque entonces ya te ha ganado para su causa.

Iba a valorarla con una nota elevada, pero le daré un merecido siete. Todos están estupendos; a destacar Kristen Stewart, Ryan Reynolds y Jesse Eisenberg, por ese orden.

Resulta muy bonita y entretenida, yo no me la perdería, porque carece de esa cantidad de repugnante almibar que suele acompañar a estos trabajos.

Coincido con casi todas las críticas en que ésta no es exactamente la típica película de adolescentes salidos que se pasan el rato haciendo el imbécil y soltando chorradas, a cuál más gorda. Vale, es cierto. Efectivamente, no es mierda. Lo cual tampoco la convierte en caviar. A mi parecer, es una película bastante simplona, muy poco memorable y a ratos incluso aburrida. No sé, tipo "Verano azul", pero a la americana.

Será que hace ya mil años que pasé la adolescencia y me cuesta identificarme con una panda de quinceañeros tontorroncillos que van dando con torpeza sus primeros pasos en el complicado mundo adulto. Claro que, teniendo en cuenta que la anterior película de este tipo, del que no conocía nada hasta hoy, se llamaba "Superbad" y fue para más inri traducida por "Supersalidos" (dios bendito) , no es de extrañar que a alguna gente esto le haya podido parecer casi una obra maestra.

Lo que sí merece la pena es la banda sonora, llena de pequeños tesoros que me ha encantado reencontrar. Si hubiera ido acompañada de unas interpretaciones medianamente presentables igual hasta la hubiera aprobado. Tengo que decir, de todas formas, en honor al muchacho, que el protagonista, Eisenberg, sí me ha convencido. Pero la contrincante, la tal Stewart, y el resto del coro, pa haberlos matao. Por cierto, ¿la niña esa sabrá que existe musculatura en la cara y que incluso puede usarse para gesticular? Pues alguien debería informarla.