Resident Evil: Capítulo final

No hay mucho que decir respecto a este bodrio infumable. Un mono con diarrea y resaca podría haber escrito un guión mejor.

Han intentado, casi desde la primera de la saga, hacer una especie de película para adolescentes macarras que se pirran por los coches y las ostias sin sentido. De ahí la omnipresente velocidad y que, curiosamente, Alice siempre tenga disponible una moto en cualquier parte de un mundo arrasado para meterle caña mientras hace caballitos. A los chavales se les cae la baba pensando en hacer lo mismo cuando pillen su mierda de ciclomotor para impresionar a las crías.

Vamos, Fast and the Furious pero en versión apocalíptica.

La...¿sexta entrega? de una franquicia que basa su éxito en una saga de videojuegos míticos venidos a menos, transformados en una parodia absurda para mayor gracia de Milla Jovovich (esposa del director, curioso ¿eh?), que encima, meten ya a la hija también en la película, como Reina Roja (en la próxima película de Anderson ya saldrán hasta los cuñados y los primos). Han debido pagar varias hipotecas y el cole de la niña, gracias a prostituir una saga que merecía más, muchísimo más. Además, cuando un director es MALO (¿recuerda alguien Pompeya?), o se aferra desesperadamente a una franquicia con uñas y dientes, o se le acaba el chollo.
Demos gracia a que el chicle, de tanto estirarlo, se ha acabado rompiendo y nos deja una película que, como veas con el cerebro activado, es decir, PENSANDO un poco en lo que sucede en pantalla, te provocará secuelas de por vida. Aquí algunas de las mejores jugadas:
-Los protagonistas son inmunes a las explosiones (da igual que sean a dos metros, bajo sus pies, en los coches donde están....inmunes).
-¿Recordáis como acababa la última de Resident, antes que esta? Bien, pues de repente no tiene NADA QUE VER. Y sin explicación alguna, Anderson se carga el final anterior. Respeto mínimo a los fans de la franquicia.
-Los personajes de todas las anteriores películas, ya ni vuelven a aparecer, ni sabemos más de ellos. Gracias, Anderson.
-Los nuevos personajes...jamás he sentido menos empatía por unos personajes en mi vida. Son carne de cañón, lo cual no importaría si sus muertes no fuesen ridículas (momento turbina, momento trampilla-porque-sí, etc..)
-El malo por antonomasia de la saga, Wesker, transformado en un fantoche que tiene cero importancia y un desenlace dantesco y patético.
-Los giros de guión se ven venir desde antes de entrar en la sala de cine.
-No hay apenas monstruos. Uno por ahí al principio y los perros...y ya. Los zombies ya ni dan miedo, son una masa de monigotes hecha para la PS4, están ahí por estar.
-Agujeros de guión increíbles, que no puedo decir aquí pero que dejan en evidencia ya no sólo esta película, sino la saga entera.
-Montaje de peleas MALÍSIMO, debía manejar la cámara el abuelo con parkinson de Anderson, y encima siempre a oscuras. Todas montadas rapidísimo para que no se note lo horrible que es Jovovich peleando.
-Se toma muy, pero muy en serio a sí misma. De verdad, Anderson se piensa que está haciendo algo trascendental, emotivo...cuando todo lo que ves te producen ganas de decir ¿WTF? No hay nada de humor, ni siquiera guiños autoconscientes de la saga en toda la película.
En fin, espero que ya la familia Anderson-Jovovich dejen en paz la franquicia, y dentro de unos años, se reinicie la saga con una película buena de verdad.
Porque Resident Evil lo merece.

Yo me pasé el videojuego 'Resident Evil 2; Claire'. Cuando vi la primera película de la saga, me gustó mucho. Era muy fiel al juego, Milla Jovovich era una joven top model que partía la pana, y era el comienzo de los efectos especiales por ordenador. El género de zombies, tampoco estaba explotado.

Pero los años no pasan en balde, y Milla ya no es joven, ni tiene el tirón de antes. En la última década ha habido pelis de zombies para aburrir, y la saga se ha estirado más que un chicle. La calidad, inevitablemente, desciende para hacer que el producto dé más beneficios.

De esta película me han resultado especialmente pesadas las escenas de acción. Están constantemente cambiando de plano. Tanto, que está hablando un personaje, y el plano pasa a otro antes de que acabe la frase. Produce vértigo.

La calidad de la fotografía tampoco me ha gustado. Todo es oscuro, y con color de tierra. Con un virus que ha aniquilado la actividad humana, es para que la naturaleza lo hubiese invadido todo y el verde fuese el color que destacase.

Da pena ver una saga atractiva convertida en un subproducto. Da pena ver para lo que ha quedado Jovovich. Me parece genial que este sea el capítulo final, pero no me basta con la promesa. Quiero que lo firmen ante notario.

Tenía muchas ganas de que me gustara esta película, soy muy fan de la saga en general que, con sus altibajos, películas mejores o peores, siempre nos regaló buenas dosis de entrenimiento, funcionando siempre a modo de placer culpable con su buena cantidad de acción y sustos. Pero está claro que eso se acabó, las muestras de agotamiento de la propuesta son innegables, ya da la sensación de no saber por donde tirar con la saga.

En esta ocasión, la película se ejecuta como una yincana interminable donde Alice, la protagonista, interpretada por la mas apática Milla Jovovich que recuerdo dentro de la saga, va superando al monstruo/malo/zombie/situación (póngase aquí lo que se quiera) pero sin el menor atisbo de trama o historia que lo sustente, básicamente es una sucesión de escenas de acción hasta llegar a unos giros de guión finales que pretenden sorprender al espectador pero que, para cuando llegan, ya no interesan absolutamente nada. Y es que después de 6 películas este capítulo final me ha generado algo que nunca pensé que un producto de estas características pudiera generarme: bostezos.

Por si fuera poco, a nivel técnico tampoco es ninguna maravilla, los efectos sonoros son insoportables, redundantes y están metidos con calzador para generar en el espectador una falsa sensación de tensión cuando en realidad no parece que esté pasando nada, y las escenas de acción están grabadas de forma torpe, confusa y mareante, casi pierdes la perspectiva de lo que está pasando.

Obviamente no todo es malo, la película tiene una primera mitad más o menos entretenida, hay algunos momentos de la película o escenas de acción que son rescatables, así como algún secundario que parece querer estar a la altura, de ahí que un 4 pueda llevarse. Pero parece una película hecha para coger la pasta y salir corriendo, aprovechando el tirón que tiene la saga entre muchos incondicionales pero ya no se puede ordeñar mas la vaca, aquí ya no hay de donde sacar, es mejor dejarlo aquí.

A veces una peli de acción, a pesar de ser absurda, incoherente, tener un mal guión, malos actores etc... consigue entretener precisamente por eso, por la acción. Bien, pues este "capítulo final" no consigue NI ESO.
El personaje principal (Alice) no se parece en nada al del famoso juego en el que está basada esta nefasta saga. Su PREPOTENCIA, INEXPRESIVIDAD y CHULERÍA hacen que sea imposible empatizar con ella, y la alejan mucho del personaje que manejas en un juego que basa gran parte de su éxito en el miedo que pasas a medida que avanzas en la historia.
Para colmo parece que los creadores de esta TOMADURA DE PELO quisieran salvar los muebles agarrándose a la ya aburrida recurrencia de lo POLÍTICAMENTE CORRECTO. Alusiones críticas a la Biblia? un puñado de ricos y poderosos que montan este follón porque son malos malísimos? POR FAVOR..!!!