El infierno es para los héroes

Los héroes van al infierno titulada en España Comando, no confundir con la protagonizada por Schwarzenegger, es un rudo film bélico rodado en una época en la que estaba de moda el género. Sin embargo fue un fracaso porque su estilo era muy diferente al del resto. No se trataba de vanagloriar las hazañas bélicas de la Segunda Guerra Mundial o de entretener a la audiencia contando de forma entretenida tales hechos sino de mostrar que la guerra en sí tiene muy poco de glorioso, que a la guerra se va a morir y que sus héroes son a menudo gente arisca y con un carácter antipático fruto de los duros combates. En este sentido el personaje encarnado por Steve McQueen es el prototipo de antihéroe que no se lleva bien con nadie, desconfía de todo el mundo y es tan amargado que en el único sitio en el que se encuentra realmente a gusto es en primera linea de fuego. Tiene un carácter suicida. La peliaguda situación en la que se encuentran le hace comprender perfectamente que la única opción que tienen es un contraataque a la desesperada.

Se trata por tanto de una obra antibelicista que no encajó con el signo de los tiempos y a la que el público dio la espalda. No es que desprecie las películas de guerra entretenidas como Objetivo Birmania o Los cañones de Navarone, al contrario me encantan. Pero dan una visión del conflicto muy dulcificada que generalmente tiene poco que ver con la realidad. Comando está contada desde una perspectiva más adulta y resulta más agria. No es entretenida pero tampoco es aburrida, su director es un profesional de acreditada solvencia y sabe mantener el interés de la trama gracias a su sentido del ritmo cinematográfico y a su capacidad de síntesis. Buena.

Correcta película bélica y espléndida interpretación del siempre sobrio pero eficiente McQueen. El resto del elenco está a la altura y el guión aunque sencillo, está tratado con la suficiente firmeza para mantener el pulso hasta el final. Lástima que el desenlace te lo imagines a mitad de metraje.

No ha pasado a la historia del cine bélico como una de las mejores, y ciertamente no lo es, pero a pesar de no contar con muchos medios el resultado es de notable alto. Imprescindible para amantes del cine bélico o incondicionales del gran Steve McQueen.

Don Siegel fue un director que experimentó en casi todos los estilos, esta vez nos muestra a un escuadrón de 6 soldados contra el ejército nazi, John Reese (Steve McQueen) un hombre de carácter fuerte y valiente, intenta alcanzar el fuerte sin autorización pero es un fracaso y se le acusa de desobedecer ante el consejo de guerra.

A Don Siegel se le agradece el intento, un buen reparto, podría decir que se encuentra entre las obras menos importantes de S. McQueen, aunque curiosa.

Impactante me resultó la primera vez que la ví, cuando chico. Durante unos días fui Steve McQueen. Me fascinó su pesonaje ceñudo, serio, concentrado en su trabajo. Quise ser como él.
Bobby Darin me pareció encantador, pero hoy me parece estúpido, siempre con su mercadillo a cuestas. Aunque quién sabe, he visto en otras películas bélicas este asunto de soldados que hacen sus negocios y siempre me resultó patético.

Esperaba otra cosa de esta película.
Quiero decir que esperaba acción trepidante, soldados felices haciendo chistes y muchos actos heroicos.
Cuando apareció Steve McQueen pensé que ese sería el típico héroe veterano, valiente e impasible que llevaría al pelotón a la victoria. Y sí, era todo eso. Pero no de la forma que esperaba.

La trama es básicamente sobre un grupo de soldados que deben mantener posición hasta que regresen los refuerzos. Sólo son un puñado. Se las arreglan para que los alemanes piensen que hay más soldados de los que hay en realidad. Hasta ahí todo bien. Luego viene el punto culminante, que es la parte que rompe el modelo. (Sigo en la zona Spoiler)...

...Así pues, es una obra que sigue un camino propio, distinto al de otros filmes bélicos.

La realización está muy bien. Escenas de acción realizadas con maestría. Planos muy bien escogidos y muy bien compuestos. La cámara se mantenía estática principalmente, haciendo leves movimientos de seguimiento en las escenas de acción. El director de fotografía hizo un gran trabajo en la iluminación de las escenas nocturnas.
Hay momentos crudos muy inusuales en películas de esa época.
Quedé muy complacido con ese final que me mostró a un director con ganas de mostrarnos algo nuevo y original.

Muy recomendada para amantes de cine bélico clásico.