Cuestión de actitud

Al director Panos H. Koutras, realizador de la sobresaliente ‘Strella’, se le conoce como ‘el Almodóvar griego’, y algunos puntos en común existen.

Dany y Oddyseas, de 16 y 18 años, son dos hermanos albaneses de padre griego, Dany ha llegado de Creta a Atenas para informarle a su hermano sobre la muerte de su madre, la personalidad de Dany, su inmadurez y su obvia homosexualidad le traen ciertos problemas en Odysseas, quien asume el rol de protector para con él.

Luego de verse amenazados tanto por grupos extremistas intolerantes con los inmigrantes y antes la posible deportación por su estadía ilgal, Dany convence a su hermano de ir en búsqueda de su padre que les pueda otorgar su pasaporte griego, además de algún beneficio económico ante las últimas noticias recibidas de un posible prospero presente para su padre.

El recorrido será tortuoso, lleno de obstáculos y aventuras, siempre ocasionadas por el impulsivo Dany, que provocará que tengan que huir al responder de manera violenta a una agresión, terminando en un abandonado hotel en Xenia, donde la soledad y el vacio del lugar servirá para limar asperezas y definir el rumbo a seguir por parte de los hermanos, en medio de alcohol, bailes y momentos oníricos producto de la inestable mente soñadora del menor.

Además de encontrar a su padre, Dany habrá de convencer a su hermano a participar en un reality show de canto, con la idea de continuar el sueño de su madre, quien de chicos les cantaba temas italianos de Patty Pravo, la única herencia que les dejó a ambos.

Con una Grecia a punto del colapso como telón de fondo, el director Koutras se permita una absoluta libertad en su narrativa y en los temas que aborda, su excéntrica película desborda de ideas y tópicos casi como la odisea que viven los dos hermanos en su recorrido de búsqueda, pero es tanto lo que pretende contar que casi siempre queda la sensación de que nada termina por cerrar.

Con una puesta en escena desprolija y exultante, es esa desprolijidad la que dota a su película de cierto encanto y desfachatez, tan escasa en la mayoría del cine europeo hoy en día, donde la mirada de Koutras intenta ser crítica contra la intolerancia y busca imponer el respeto hacia el diferente, pero el acierto se queda a mitad de camino, así como pasa con todas las aventuras que viven los hermanos.

http://tantocine.com/xenia-de-panos-h-koutras/

Xenia es tan rara como su personaje principal que termina gustando.

Una road-movie que por momentos es muy diferente pero por otros es muy torpe y esto gracias a su guión que no termina de cuajar en la pantalla. Su debilidad es ese final que me deja sentimientos encontrados pero que después de un rato termina por gustarme. Uno de los mejores personajes gays que he visto en el 2015.

Tras fallecer su madre, dos hermanos albaneses sin papeles emprenden una ruta en busca de un padre al que no conocen, a fin de obtener la nacionalidad griega.

Drama familiar sobre el desarraigo, localizado en la Grecia deprimida por la crisis económica, en donde conviven el clasismo, la xenofobia y la homofobia. La cámara de Panos H. Koutras capta la injusticia social, la falta de identidad y el paso al mundo adulto, siempre bajo una mirada imparcial que hace que su película fluya ante nosotros como una experiencia vital. Los fraternales protagonistas huyen de la realidad a base de imaginación y de música, fascinados por la canción italiana de los años sesenta y por Patty Pravo en particular, quien nos brinda un fugaz cameo al final.



- "Somos extranjeros en todas partes."
- "Pero estamos siempre en casa."

He estado a punto de darle un 7 por dos de mis debilidades. Primera, las pelÍculas de hermanos, en las que el mayor cuida del menor. Eso es tan entrañable que me conmueve. Y aquí los dos lo hacen bien, sobre todo el mayor, más natural y creíble.
La segunda debilidad es Patty Pravo. Una de mis cantantes preferidas, de una personalidad misteriosa. Y aquí sale muy que muy maquillada, pero siempre guapa, a sus setenta y tantos. Las canciones son todas muy buenas, como la que canta el hermano mayor.
Si no le doy el siete es porque el guión es algo flojo, el metraje excesivo y las escenas de los conejos rozan el ridículo.
Como se ha comentado ya aquí, las escena del baile con la música de La Bambola está muy bien.
Bien, no es una buena película pero se pasa un rato muy agradable y hubiese sido mejor de ir más al grano.

A pesar de su periplo intermitente de bandazos guionísticos y calles sin salida en la trama imperfecta... a pesar de eso, ahí reside su encanto. Vemos que hay materia prima de primera, con gancho, con vida, con fuerza y con garra, vemos ese toque 'esperpéntico', ese momento 'kitsch' y el sutil aroma de la crítica, todo mezclado con interesantes interpretaciones y personajes poliédricos, vivaces diálogos y tramas desquiciadas, desarraigadas del corsé de lo real. Le falta afinar la idea, la trama, pero no ese maravilloso mundo de imperfecciones que lo rodea, se personajes coloristas y de ansiada búsqueda del yo verdadero, por que en el fondo, ese viaje que emprede Ulises, es el viaje interior, el descubrirse descubriendo a los demás.