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McQueen

McQueen
2018 Reino Unido
Documental, Intervenciones de: Alexander McQueen
7,1
680
Documental Documental que repasa la historia del diseñador de moda Alexander McQueen, desde sus orígenes hasta el momento en el que logró consolidar su carrera. La historia de 'Lee' Alexander McQueen es también la de un cuento de hadas moderno mezclado con uno gótico. Un muchacho pobre de clase obrera del este de Londres que aprovechó sus demonios y se convirtió en una marca mundial de moda para hombre y uno de los artistas más icónicos del siglo. ... [+]
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
14 de noviembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
McQueen

Excepto grandes marcas como Chanel, Armani, Balenciaga, Dior o algunos renombrados diseñadores como Valentino, Lagerfeld o Galliano, pocas luces más me alumbran sobre el fascinante universo de la moda. Y no por falta de curiosidad o porque considere esta disciplina carente de interés sino, sencillamente, porque otras cuestiones han ocupado mi tiempo que, desgraciadamente, siempre resulta insuficiente. Y ahora, atraído por el señuelo de una excelente crítica, me asomo, no sin cierto recelo, a un extraordinario documental sobre Lee Alexander McQueen, el malogrado modisto londinense que alcanzó fama internacional durante las casi dos décadas que nos preceden.
De esta forma descubro a este joven británico -el menor de seis hermanos- nacido en el seno de una modesta familia. Dotado de un talento excepcional, abandonó sus estudios con apenas 16 años para dedicar toda su voluntad, tenacidad y esfuerzo a su única y gran pasión: el diseño de ropa. Muy pronto llama la atención su desbordante imaginación y, sobre todo, su inagotable capacidad de trabajo. Muestra un carácter rebelde e independiente, transgresor y que sólo obedece a la fuerza incontenible de su genialidad. Posee un genuino instinto, casi animal, para captar y anticiparse al deseo siempre cambiante y eternamente insatisfecho de una sociedad sofisticada e instalada en el confort de su propio ego.
Crea su propia marca, con la que obtiene notable prestigio y sin renunciar a ella y con sólo 27 años, firma un contrato millonario como Jefe de Diseño de la marca francesa Givenchy, quien lo lanza al estrellato. A partir de ahí la fama, el dinero, el envanecimiento y el no siempre saludable mundillo de la moda, harán el resto. Llegarán a su vida como un vendaval para arrastrar los ya de por sí muy inestables soportes de su temperamento, marcados desde la infancia por la humillación y el maltrato del que fueron víctimas tanto él como su madre -a la que idolatraba-, por la abyección intolerable su propio padre.
La sensibilidad, espontaneidad, dramatismo y veracidad que expresan los testigos hábilmente entrevistados imprimen al documental una carga emotiva demoledoramente efectiva. Los directores Ian Bonhôte y Peter Ettedgui exprimen con inteligencia el material que tienen en sus manos a través de una extensa documentación y múltiples grabaciones de una gran calidad haciendo del espectador desolado rehén de sus propósitos.
Y como en otros muchos casos en los que la genialidad anida, McQueen, a los 40 años, en la plenitud de su vida, se suicida en su domicilio londinense un día después del fallecimiento de su madre. Y tal vez, para su desgracia, fuera ese el detonador que precipitó la huída sin retorno de una existencia que, incomprensiblemente, ya no soportaba.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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10 de diciembre de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo convencional no interesa, aburre, nada vale ni cambia ni dice, más o menos comenta al principio el chavalote o protagonista absoluto de esta historia triste, apocalíptica, desgarrada, excéntrica, la mar de normal. Justo lo que es o hace produce este documental, kilotones de mediocre convención, lo mismo que nos cuentan sobre este chico humilde que besa la cima, un arquetipo o daguerrotipo estancado en el tiempo, un prototipo o enorme tópico, la eterna historia de siempre, con su ascenso y caída que van unidas, se retroalimentan en espirales locas coca, dos serpientes que se muerden rabiosas, se enrollan como la hiedra salvaje que no cesa, las idénticas causas y consecuencias en tantos otros cuerpos y almas como el tuyo perpetradas igualmente, ese proceso siempre repetido, que retorna, el retonno, hasta en el temprano abuso sexual es un estereotipo, hasta en su pasado como si fuera diseñado por un modisto malo, sin ningún talento, por cualquier guionista en paro, o ese riesgo y temeridad o valentía que se opone al seguidismo acojonado y reprimido del resto, que te permite borrar fronteras y saltar barreras es a su vez lo que personal o más íntimamente te deja expuesto y desnudo, a la intemperie, sin diques de contención ante lo otro, lo peligroso, la muerte, el exceso, la falta de total control, y ese triunfo que te exige tanto, que te hayas convertido en una marca registrada, que te hayas liposuccionado, una libra de carne por un caballo, o canibalizado o vampirizado, irreconocible, quién cojones eres, desgraciado, desguazado, devorado, mutilado odiado tu propio cuerpo o aspecto rechoncho, tu ser, tu bajeza, ese dejarte llevar, tanta corrupción agitación, no afrontar ni mirar a la cara de verdad a la vida, huir como un niño pequeño aterrado, lo que eres, que te has transformado en una parodia obscena de ti mismo, un grotesco estrambote, un chiste sin ya ninguna gracia, no te aguantas, no puedes estar en tu propia compañía, dentro de tu piel, tú eres el adversario, el diablo, el enemigo, el otro, un alien, demasiado trabajo y el dinero que llama al dinero y pide más dinero y los amos del cotarro que te han contratado o comprado agarrado del cuello y por los huevos de oro y ya no te sueltan los cabrones, todos los aduladores viven/dependen de tus ingresos, la familia, tus amigos y colaboradores, tus jefes o subalternos, el pueblo, la gente, todos esperan nuevas maravillas y horrores, que produzcas, que no pares, te tiran de las orejas y las mangas, te torturan con saña inquisitorialmente Gucci Givenchy, un cadáver exquisito, fábrica, negocio, emporio imperio, todos empujan desde cada una de tus extremidades o miembros con la misma intención pero en direcciones oscilantes, en movimiento mecánico y perpetuo, centrípeto y entrópico, hacia dentro y hacia fuera, como a un muñeco de trapo despanzurrado, lleno de serrín, sin alma ni fuerza, cocaína, alcohol y un largo etcétera, tranquilizar deprimir y exaltar aupar, arriba y abajo, encender y apagar, acelerar el proceso o método, elvis no crespo, el cuerpo es un interruptor, como una nevera o naviera, vivir a tope hasta que explote, dejar un feo fiambre delgado, morir muy rápido, a toda leche, deslavazado, espantado, estragado, enfermo, circunspecto, asqueado de todo y de todos, estropeado, con la hez en la boca, ni los perros te toquen, depravado, desahuciado, repugnado, todas las grandes empresas y ayudas exógenas que te dieron el salto de calidad definitivo, que te abrieron las puertas del no descanso (una depresión en buena medida es falta de sueño o demasiados sueños) y la percepción y la máxima creatividad y rendimiento son ahora, la pescadilla o más bien piraña que se come la cola y te come vivo de paso, tus carceleros más crueles placenteros, no te dejan escapar, aprietan la soga, y además puedes hacer lo que quieras, todos te tienen que aguantar tus malos humores de mierda y reírte las gracias aunque no les apetezca ni las tengan, eres un genio, eres un genio, alexander te recuerdan constantemente con las mejores intenciones productivas, callar y tragar, te tienen miedo, respeto, envidia, desprecio, tienes todo el dinero del mundo, bueno, más o menos, para hacer lo que quieras con ello, ya no puedes parar, gira la noria, en fin, el mismo recorrido, las mismas estaciones de paso del santo, del martirio o calvario de este nuevo una vez más jesucristo garcía de la moda nada, de la comedia, el deporte, la música, el mundo del espectáculo, no desees lo que no eres capaz de soportar, te puede aplastar, la literatura incluso, de todo, el éxito, no pidas lo que verdaderamente te supera, la trituradora del show businees entertainment must go on, di no, es mejor fracasar de veras, no ceder nunca, no poner el culo, no venderte, no ser tan obediente, elije y elige ser un don nadie, está al alcance de la mano de cualquiera, de todo hijo de vecino, un fulano y un mengano, es lo más fácil y difícil, hacerlo con gusto y elegancia, como tu gente, no te conviertas en otro mono de feria, un bufón cortesano amaestrado, un heredero mamporrero remedo ropero costurero de Bacon y Freud, los pintores del miedo, del retrofuturismo distópico metálico, del esperpento o pescado frío envasado al hielo, del barroco bello siniestro vacío, teatro torturado hermoso industrial, un bárbaro, las invasiones bárbaras, en Paris, un cockney en la gran ciudad o meca que camela, un Jasón viernes trece con sus argonautas o cosmonautas conquistando el mundo y llevándose el vellocino de oro, viendo y viviendo los días más felices de beckett, enterrado de cuerpo entero en tu propio vómito triunfo mientras al lado tuyo un coche puto está ardiendo como una supernova más allá de orión y todo se desmorona y quema y desaparece y consume y la parca cabrona asoma la puta cabeza y
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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