No me quites a mi novio

Película romántica, que no duda en usar todos los tópicos de este género. Este film es una concatenación de obviedades, de desarrollo tan predecible que llega a ser hasta gracioso "adivinar" la siguiente escena. Recalcar que he puesto película romántica y no comedia romántica, puesto que lo único gracioso son un par de puntos machistas de un tal Marcus y alguna sutileza de un tal Ethan. El resto de la película prosigue con un tópico tras otro hasta acabar en un final feliz que desde mi parecer hace aguas por todos los lados. ¿Dónde han quedado las comedias de Meg Ryan?.
Mi reflexión es que esta peli, comparada con las entrañables y a la par que lamentables pelis de sobremesa de fin de semana, no está mal. Pero para ir a todo una señora sala de cine, en época de crisis y pagar una entrada por ver esto... es tan estafa como el plan de ajuste que le piden a Grecia.

Algo tiene esta película que parece la misma comedia romántica de enredo de siempre pero al final te deja una sensación de haber visto algo diferente. Supongo que es de esa clase de películas que no se valoran de entrada del mismo modo que no ponemos en valor lo bien que se viaja en tren hasta que no intentas teclear en un portátil cuando vas subido a un autobús por la mierda de carreteras que tenemos.

Los ingredientes son lo siempre: una chica perfecta (aunque ella es la única que hace como que no lo sabe) enamorada del chico perfecto, el chico perfecto a punto de casarse con la mejor amiga de la chica, un simpático chico muy mono que es el confidente de la chica y un chico salido que es el mejor amigo del chico perfecto. Aunque con esos mimbres el argumento pueda resultar relativamente previsible, el desarrollo contiene ciertas cantidades de incertidumbre y de giros sorpresa como para que no tengamos claro hasta el último momento en qué acabará la cosa. Es como si a cada uno de los lugares comunes por lo que la película tiene que pasar fuese dotado de la dosis de realidad necesaria como para que nos parezca lógico, consistente o incluso familiar. De ese modo, pasamos de la típica estructura introducción, flirteo, comedia, drama, separación, vuelta (o no) y final (feliz o no) a una secuencia de acontecimientos cada uno con su carga de comedia y de drama que nos condice a un final en el que todo puede pasar.

Tampoco penséis que esta película es un cúmulo de sorpresas que devienen en la respuesta definitiva a todas las preguntas sobre el amor, pero sí resulta fácil de ver e, incluso, puede dar lugar a interesantes debates sobre la opinión que despiertan los comportamientos de este o aquel personaje. Muy correcta en todos los aspectos y con un reparto muy ameno que combina experiencia y juventud, presente y futuro, estrellas y desconocidos de manera convincente... eso sí alguno (John Kosiscki) debería empezar a pensar en desencasillarse con algún thirller o drama bélico.

Es difícil disociar a una actriz como Kate Hudson de la comedia romántica contemporánea. Y es que en los últimos tiempos la hija de Goldie Hawn se ha especializado en dicho género, aunque en esta ocasión no es la protagonista de la película. Ese honor (por decirlo de algún modo) le corresponde a Ginnifer Goodwin, quien da vida a una joven que lleva años enamorada del mismo chico (Colin Egglesfield). Pero éste se acaba de comprometer con la mejor amiga de ella (Kate Hudson). Para complicar un poco más las cosas ambos acaban enrollándose poco antes del enlace, lo que podría dar al traste con la boda y, lo que es más importante, con la amistad de las chicas…

Algo prestado pretende ser otra comedia romántica de enredo al más puro estilo La boda de mi mejor amigo (My Best Friend's Wedding). Si bien, el resultado final difiere, y mucho, del ofrecido por la estupenda cinta protagonizada por Julia Roberts. No parecen ayudar mucho unos actores que simplemente, y en el mejor ni los casos, están correctos o su excesiva duración (¿tanto costaba recortar quince minutos a su metraje?). Además, es difícil empatizar con sus (un tanto mezquinos) protagonistas. En fin, para ver una mala tarde y olvidar al instante.

Pese a su obvio envoltorio de comedia romántica de bajas pretensiones, "Algo Prestado" bailotea entre no sólo su lado dulzón, sino presentando personajes convincentes y creíbles. Sólo conseguir que detestes a la risueña Kate Hudson o aceptar al poco expresivo Colin Egglesfield es una muestra de un drama romántico cuyos ingredientes han sido bien batidos cual tarta nupcial que no llega a empalagar...

Una comedia romántica donde los protagonistas no brillan y aunque no es como las últimas comedias románticas donde todo es más simple retoma el tema de la boda muy ligeramente y se convierte en una película del montón.
Cuando algo tan esencial como los personajes llevan la carga de ser poco trabajados y simples las actuaciones no logran pegar como deben y es ahí cuando te aburres y no logras apreciar lo suficiente, sin embargo; el personaje de Ethan (John Krasinski) es para mí el mejor de la película.
Lo mejor: la historia del castor.