4 meses, 3 semanas, 2 días

El film trata sobre un aborto ilegal en la brutal dictadura de Ceascescu en Rumanía (que dicho sea de paso no lleva acento en el Español de América del Sur pero sí lo tiene en el Español de España, diferencias dentro de la misma lengua, que se le va a hacer!!!).

Si bien no busca mostrar escenas de alto impacto, el propio relato lleva a situaciones que no son recomendables para personas suceptibles. La cinta se encuentra subvalorada en este sitio (por ejemplo en IMDB tiene un 8, que me parece que refleja mejor la alta calidad del argumento, el suspenso, el extraordinario retrato de los personajes, el excelente trabajo de los actores y hasta las originales tomas a lo largo del film)

Este film, como tantos otros, demuestra que para hacer buenas pelis no hacen falta grandes repartos y altos presupuestos sino buenos argumentos y que Hollywood no tiene el monopolio de los grandes actores y directores.

La peli se presta al debate y si no fuera por algunas partes algo lentas le hubiera puesto un diez con todas mis ganas.

Cristian Mungiu dijo en una entrevista que para sobreponerse a las dificultades de presupuesto, tuvieron que realizar una gran esfuerzo personal, dando lo mejor de sí mismos e intentando ofrecer toda su humanidad. Tanto es así, que la mejor manera de definir esta película es la palabra "realidad". Mungiu nos cuenta una historia sobre un tema lejos de la novedad, que no hace política, ni lanza un mensaje, ni ataca a valores,... simplemente nos cuenta una historia. Sin embargo logra que el espectador se convierta prácticamente en un personaje más. La película es sobrecogedora, tensa, fría y a la vez intensa. "4 meses, 3 semanas y 2 días" es una ventana con vistas al miedo, al sufrimiento, a la angustia y al dolor.

Dura, cruda, real. Ocaso de la dictadura comunista de Nicolae Ceausescu. Una sociedad incapaz de afrontar los problemas que subyacen de sus propios ciudadanos. Unas jóvenes se enfrentan ante una dura decisión -un aborto-, pero que consideran como única solución, aunque quizá, errónea. Cristian Mungiu dibuja ante el espectador un complicado entresijo moral -que no moralizante-, y deja que él mismo sea quien decida sobre lo acertado de la decisión.
Controvertida cinta del director rumano que se presenta como un arpegio de planos secuencia, de ritmo pausado y angustioso que en ningún caso deja indiferente al espectador. Ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes.

La gran triunfadora en el festival de Cannes 2007, alzándose con la Palma de Oro a mejor película.
Se trata, sin ningún género de dudas, de una de las grandes obras del cine europeo de los últimos años. Su director y guionista (Cristian Mungiu) nos muestra una historia áspera y tremendamente conmovedora, aunque no sea para nada plácida de visionar para el espectador.
Un film sin héroes donde los personajes se mueven como piezas de ajedrez, sumergidos en la opresiva dictadura de Nicolae Ceausescu, muchas veces actuando a impulsos y siempre con la vista puesta en las consecuencias de un hipotético paso en falso, mas allá del poder establecido. Mención especial para aspectos técnicos como fotografía y montaje, consiguiendo así una ambientación espectacular que hace al espectador entrar de lleno en la historia desde el principio. Quizás peque de una narración pausada, algo de lo que se han quejado muchos detractores de la obra, aunque pienso que es un factor impuesto por su director para dotar a la historia, consiguiéndolo con éxito además, de una atmósfera realista y austera, que hiciera la narración creíble y no cayera en el error de telefilme moralista americano.
Como no podía ser de otra manera el elenco interpretativo está sensacional, destacando a Anamaria Marinca, una actriz rumana criada en Londres que ya había demostrado su dotes de gran intérprete en el telefilme Sex Traffic, producido por Channel 4 y por el cuál ganó el BAFTA a mejor actriz.
Una película de denuncia política donde jamás se menciona la política, pues está inteligentemente narrada de abajo hacia arriba, osea desde la sociedad y sus consecuencias, sin llegar a tocar los estamentos políticos. Además, lo hace a través de un tema que toca de actualidad en nuestro país; el aborto.

Goza el cine realista en este comienzo de siglo de una excelente salud, con buena respuesta de público pero sobre todo una indudable aceptación de crítica.
4 semanas, 3 meses y 2 días se englobaría en un tipo de cine que sin llegar a ser estrictamente político sí reflexiona sobre su trasfondo, especialmente en los puntos más oscuros y olvidados de regímenes dictatoriales y situaciones conflictivas con sus correspondientes e inevitables secuelas. Esta película, por cierto inicia un ciclo del director rumano acerca del régimen comunista en su país y que se completará con 3 películas más.

Con un complicado tema como es el aborto en torno al cual gira toda la película, el director rumano Crstian Mungiu –del que no tenemos muchas referencias- recrea toda una serie de situaciones, conflictos morales, y sobre todo cruda realidad con una maestría digna de cualquier fotógrafo del alma humana. Los personajes son tan convincentes que obligan al espectador a ser partícipe de todo el drama y a posicionarse de una manera más o menos directa sobre lo que está sucediendo. En concreto, el personaje del médico clandestino es escalofriante, y le supone a dicho espectador una sensación tan incómoda que al mismo tiempo le hace cómplice del drama provocando despertar el instinto más humano.

Planos largos, pausados, sin la necesidad de resolver con impaciencia las situaciones, y silencios pasajeros rodean el film con la serenidad necesaria para que la narración alcance el tempo imprescindible y para lograr un equilibrio casi perfecto entre una acción moralmente violenta y una necesaria reflexión interior.

Películas con Grbavica del año 2006 de Jasmila Zbanic y esta misma que nos ocupa, despiertan fantasmas olvidados, rencores escondido y secretos ocultos de historias que un día pasaron desgraciadamente desapercibidas, y hoy contienen un interés propio del quién quiere conocer la verdadera historia de la humanidad con sus grandezas y sobre todo con sus miserias.

Sin duda alguna una de las mejores películas del 2007, y un esperanzador paso camino de un cine comprometido, inquietante y con mucho trasfondo social.