Borat, siguiente película documental

Catorce años después y cuando nadie lo esperaba el periodista más famoso de Kazajistán regresa a EE.UU. para "limpiar" la honra de todo un pueblo y de paso volver a poner "en evidencia" los mayores "avances" que ha tenido durante todo este tiempo el país "más civilizado" del mundo.

Hay que reconocer que el arriesgado comediante Sacha Baron Cohen no ha perdido un ápice de su sentido del humor, lo mantiene intacto con el único afán de provocar e irritar (más) a sus detractores, pero lo mas importante lo sigue haciendo con ingenio, sentido común y mucha valentía, de esa que en los últimos años ha perdido fuerza ante un nivel de censura por parte de los sectores mas poderosos que parece estar adueñándose de los sectores de información y comunicación a nivel global. En esta época de temor, confusión, hipocresía y cobarde silencio es bueno saber que todavía hay voces que ponen su voz en alto para oponerse y denunciar a la corrupción, la complicidad y lo políticamente correcto. Si de paso esto se lo hace con buen humor, pues bienvenido sea.

Posiblemente el corrosivo humor que tiene el originario de Londres, no es del agrado de todos, porque sigue siendo punzante, hiriente (y a ratos hasta de mal gusto) pero lo que se mantiene inalterable es la ingeniosa forma en que a través de esa aparente "escatologia" se atreve a decir las cosas como son, se atreve como pocos a seguir "poniendo el dedo en la llaga" sobre los problemas que tiene el país americano, esos que tanto intenta seguir dejando "debajo de la alfombra" e incluso señala directamente famosos nombres cuya dudosa moral sobre macabros acontecimientos ha quedado más que en evidencia los últimos años, pero que curiosamente los grandes medios de la información han preferido mirar hacia otro lado.

Ya hablando algo sobre el film, puedo acotar que aunque el factor sorpresa no sea su mayor virtud y se puede notar cierta inclinación ideológica (algo que no ocurría en la primer entrega) se mantiene ese estilo del "mockumentary" que tanto funcionó hace ya 14 años (Dios como pasa el tiempo) y por tal razón uno siempre tendrá la curiosidad de saber que tanto hay de "verdad" en lo se esta mostrando. Tambien se suma otro aporte importante dentro del reparto llamado Maria Bakalova, una actriz originaria de Bulgaria, poseedora de un carisma especial y a quien admiro por su valentía de participar en este singular proyecto que requería de un compromiso total. Todo un descubrimiento sin lugar a dudas.

Me he reído de nuevo con tantas ocurrencias y afortunadamente esta inesperada secuela cumple muy bien con ese objetivo y mis expectativas han sido satisfechas.

Sacha Baron Cohen sigue demostrando mediante su excéntrico personaje 'Borat' y mediante su humor extremo, que el mundo está lleno de cafres. Esta secuela va muy en la línea de su primera parte. No pierde la esencia y sigue usando la cámara oculta recurriendo a un humor negrísimo y muy incorrecto. En este caso le acompaña María Bakalova haciendo de su hija Tutar en un grandísimo papel. Ambos hacen una muy buena pareja cómica.

En este caso va un poco más allá con algunas scketch, como la horrible escena de Rudy Giuliani, aunque para ser honestos, el que parece que intenta ir más allá es el propio Rudy Giuliani y no Sacha Baron Cohen.

En resumen, es una continuación que no toca lo que ya funcionaba. Si te gustó la primera, su secuela está a la altura.

Borat sigue molando un huevo.
Aunque hayan pasado ya cinco lustros desde su anterior aventura americana.
Aunque tenga que disfrazarse de mil y una cosas, cual Mortadelo, para esquivar una fama que no le sirvió de nada en su país. Emulando por cierto a Sixto Rodríguez.
Aunque tenga que apodarse Cliff Safari o Philip Drumon III.
Aunque Larry Charles se haya quedado por el camino y lo sustituya en la silla del director un tal Jason Woliner.
Aunque Ken Davitian ya no acompañe a nuestro periodista kazajo predilecto y lo haga la sorpresiva Maria Bakalova.
Aunque a Pamela Anderson la hayan sustituido un hatajo de politicuchos republicanos.
Da igual. Borat sigue molando un huevo. Y "Borat, película film secuela" lo demuestra.
Estaba la situación mundial, y la de yankeelandia en particular, como para no aprovecharla, niños.

La primera me gustó. Sí, lo reconozco, me reí mucho y lo justifiqué con que Sacha Baron Cohen usa muy bien el sarcasmo para criticar lo injusto... que es lo que me habían ido metiendo en la cabeza.
La segunda me hace sentir mal porque ya he descubierto que me han engañado un poco, con la primera y con la segunda. Aquí se ve mucho más el truco (el político ese rancio -evito spoiler, pero se me entenderá al verla completa- es cierto que genera rechazo ya de entrada si conoces quién es, pero lo que le sucede en el film es una artimaña y te da un poco de pena al tiempo que repulsa).
Lo dicho, me he sentido mal riéndome de una artimaña. Espero la siguiente de Sacha Baron Cohen, con la esperanza de que me quite este mal sabor de boca.

Sacha Baron Cohen lo ha vuelto a conseguir. Parecía muy arriesgado hacer la segunda parte de Borat que es una obra maestra del cine del siglo XXI y superar el listón era complicado pero ha conseguido revolucionar el mundo una vez más.

Su último proyecto televisivo "Who is America?" ya dejó un buen sabor de boca, me sorprendió muy positivamente y ahora con la segunda parte de Borat ha dejado en ridículo y en evidencia a mucha gente sin bajar la calidad creativa de la primera película y su excelso sentido del humor.

La campaña de publicidad de Sacha Baron Cohen en las redes sociales es realmente brillante e hilarante pero hay algo en Borat 2 que es realmente destacable como voy a explicar en Zona spoiler...