La provocación

Hay que reconocer que la Johansson está, como el difunto Papuchi diría, buenisisisisisísima, y supongo que la espectadoras femeninas pensarán lo mismo del palitroque de Rhys-Meyers, pero esto es lo más interesante de una película larga y pesada que consigue aburrir con una reiteración de situaciones calcadas y faltas de espíritu, de entrega, de cine en una palabra. Con una innegable pericia formal, Allen abraza un tema que él mismo ya había abordado en su magistral "Delitos y Faltas" pero que aquí, debido quizás a esa tendencia a la exageración de la que impregna a su propia ópera, me resulta de lo más cargante. Puede también que la falta de identificación con ninguno de los personajes, provocada por el salto que ha dado de la iconográfica clase media-alta de Manhattan, a la estirada y muy, pero que muy acaudalada sociedad burguesa de Londres, sea parte del problema de esta cinta que se toma demasiado en serio a sí misma, a pesar de lo que el final nos pueda hacer creer. Y en su dilatada filmografía, Mr. Woody Allen ha sido más genio cuando menos genio se ha sentido.

Esperaba mucho más de esta película y más después de la recomendación de varios amigos pero sinceramente no le vi nada espectacular ni llamativo. Una completa decepción.

La historia es completamente previsible (salvo un punto)

Después de las infinidades de críticas positivas que he oído de esta película del polifacético Woody Allen, me esperaba una pasada que me dejase atónita... y me he encontrado con una película lenta y en ocasiones aburrida... lo mejor de todo, scarlett! me encanta esta chica!

Me estaba pareciendo una buena película, pero la media hora final es subrrealista, patética, me voy al spoiler..

Me senté en la compu dispuesto a ver un peliculón, motivado por los halagadores comentarios que se encuentran por doquier. Un lindo escenario, la bella Scarlett, gran director... restaban los pochóclos.
Muy bien. Al concluir el film, mi cara de "¿Y? ¿Nada más?" era evidente. No puedo explicar el vacío que me dejó el final de la película. Honestamente, aposté todo a la "vuelta de rosca" que todos elogian. Pues bien, existe. Pero si uno la espera demasiado, uno no se jacta de que ya pasó. Me resultó en determinado punto predecible. No había muchas opciones. Un final demasiado largo que se extiende con el único cometido de cerrar el planteo filosófico inicial.
Otra cosa: las actuaciones dejan que desear.
El muchachito Meyers, para mi que es gay. No le creí nunca nada. Las aparentes motivaciones estaban muy diluídas. Las inamovibles manos en los bolsillos eran realmente desesperante. Parecía obligado a actuar. Y gente... cuando el protagonista no funciona, estamos en problemas.
Scarlett vende sensualidad (como si no la tuviese...) pero me resultó muy de oficio. Digamos... "esos gestos me resultan conocidos... ¿no son de otra película?". No le sacó jugo a la carga familiar que poseía.

Lo mejor: el resto de los personajes, fastuosos y elegantes escenarios.

En fin... Me voy con sabor amargo. Por eso, simplemente por eso y porque me quedé con ganas de muuuuuuuucho más, le voy a animar a ponerle un 1. (pero en realidad se merece un 6.50).