El especialista

Magnífica comedia donde la falta de inteligencia, de respecto al espectador y la ingesta de múltiples sustancias psicotrópicas por parte de los guionistas se combinan con la caradura de sus autores al perpetrar este producto sonoro-visual. Guión inexistente, erotismo de cadena 100, actores nefastos, salvo el gato de Stallone que hace muy bien su papel de gato. Deberían añadir, en su edicción en DVD, un documental de cómo consiguieron/engañaron (táchese lo que no proceda), a los avispados y visionarios productores de esta obra maestra del humor bizarro. En resumen, si no tienes otra cosa mejor que hacer para pasar la tarde, alquílala y reúnete con tus amigos; es una buena excusa para fomentar la amistad y de paso saborear unos cuantos cigarrillos de la risa, bajo la innegable y cegadora muestra de talento que desprende este título.

Pero por favor, cómo puede estar suspensa esta película... Creo que volvemos por enésima vez a la fobia contra según qué tipo de cine y a según qué actores. Otra explicación no le encuentro. Luego a cualquier película de hoy en día de esas llamadas de “acción” sí que se la aprueba por motivos, hasta la fecha, desconocidos para mí.

A mí sí me gusta esta película. No es que la viera siendo adolescente y ahora, casi renegando de ella, la mirara con la nostalgia del cariño. No, no: me gustó cuando la vi y me sigue gustando ahora con más edad. Dentro del género de acción, ¿en qué falla? Tiene personajes carismáticos, una buena línea argumental sencilla y directa; una banda sonora de ensueño; una ambientación estupenda, tanto de día como de noche (nunca Miami tuvo tanto glamour...); y la dosis justa de violencia, amor (maravillosamente tratado, a base de conversaciones teléfonicas) y sexo. De verdad, ¿por qué tan mala crítica?

Ah, ¿será que sale Stallone, el hombre que hizo “Rocky” e interpretó a “Rambo”, dos iconos del cine incuestionables? ¿Uno de los grades héroes del cine de acción? ¿Será por eso? Me importa muy poco que sea justito en la interpretación y tenga músculos exageradísimos: lo que me importan son sus películas. Y muchas serán malísimas, pero otras muchas no. Bastan los dos ejemplos que he puesto más arriba.

¿Será por su estética noventera, elegante y clasicista, con esos trajes impecables de los caballeros, los vaqueros azules y las camisetas blancas; los tacones altos y las minifaldas? Lo adoro.

¿Será porque todos los personajes fuman sin parar durante toda la película (pitillera de plata incluida) y, claro, eso no está bien...?

¿Será porque el prota no tiene teléfono móvil y llama desde las cabinas de teléfono, anticuadas desde todos los puntos de vista; tiene un gato que es una preciosidad (¿desde cuándo los tipos duros tienen animales?), una casa que no es una casa y, además, es un genio en su terreno?

¿Será porque la prota es rubia, bellísima, la perfecta mujer fatal pero siendo muy buena? Magnífica su presentación en el cementerio.

¿Será que James Wood no está soberbio como el antagónico demente, ingenioso, brillante y bromista? Me llega hasta a caer bien.

¿Por qué será?

Ahora bien, si en algo he de criticarla es en el final: peca de soso, precipitado, grandilocuente pero vacío de contenido e, incluso, absurdo. Muy mal. Pero, bueno, el resto es tan mítico... Todos sabemos que no es perfecta ni brillante, pero muy entretenida y con mucho fundamento. Vedla sin prejuicios, con buen ánimo y con ganas de disfrutar de buen cine de acción.

“El especialista” no es una buena película (no creo que nadie discuta eso), pero lo cierto es que funciona como cine de entretenimiento. Es un filme típico de acción de los 90 en Hollywood, es decir, juntaban para un duelo a un “bueno”, a un “malo” y a una chica guapa de por medio (en este filme fueron Sylvester Stallone, James Woods y Sharon Stone). A continuación, los metían en una coctelera junto con unos buenos efectos especiales y a rodar esperando reventar las taquillas. Ni que decir tiene que el guión y las interpretaciones de los actores estaban en un segundo plano. El caso es que con esta técnica es difícil hacer un buen producto, te puede salir algo decente y entretenido (como esta película), pero poco más la verdad.

El guión del filme es de esos que no te puedes creer bajo ningún concepto, pero ojito que quiero dejar constancia de que la idea no era mala, sino todo lo contrario. La trama centrada en un ex agente de la CIA que se convierte en un asesino a sueldo, usando sus habilidades con explosivos para quitar de en medio a indeseables, era bastante atractiva. Pues sí, la historia podría haber sido muy diferente si hubieran optado por definir a los personajes, ahondar en esa sugerente idea y no hacer que tantas escenas de acción fueran unas fantasmadas del 15.

Dejando a un lado lo que pudo haber sido y no fue, la cinta es una más de esas de acción del montón. Yo tampoco la encuentro tan infumable como he leído en varias críticas. De acuerdo que flojea sobre todo en lo poco creíble de la historia, pero he visto disparates mucho peores en otras películas, vamos. En fin, paso a describir las cositas buenas que tiene: lo primero es Sharon Stone. Madre de mi vida que cosa más rica, está deslumbrante durante todo el filme con un cuerpazo que quita el hipo, vaya. Los efectos especiales son buenos, las explosiones son creativas y los que van palmando lo hacen de forma llamativa. La banda sonora es buena (digan lo que digan sus detractores), la fotografía está bien y, sinceramente, las interpretaciones de James Woods y Rod Steiger fueron más que correctas.

Y poco más voy a añadir. Si buscas una cinta de acción entretenida, a la que no le pidas mucho más que eso, seguramente será de tu agrado. Si no es así, siempre te quedará el consuelo de haber visto a Sharon Stone en la ducha.

Esta película es una joya del género policiaco de los noventa, no veo la película cutre que tanto describís pero si veo una cantidad de prejuicios al cine de acción y en especial a Sylvester Stallone que me parecen exacerbados. Voy a empezar por la música, variada, cambiante como la propia ciudad, bastantes piezas instrumentales de John Barry que consiguen el ambiente idóneo con un toque de cine de suspense por un lado y cine negro por otro, mezclado con canciones de moda y ritmos salseros, es un deleite de banda sonora. Después está el retrato de Miami, de la mafia Miemense, la figura de Stone destacando en cada rincón. La película está dentro de la corriente de cine policiaco erótico típico de los noventa, por ejemplo instinto básico. La escenografía de Miami es perfecta, no hay abuso de tomas, está filmado elegantemente, refleja todo el glamur de la ciudad con un detallismo propio de directores elegantes. El guión no es memorable pero desde luego es más que apropiado, es arrogante, ingenioso y serio, lleno de odio y dolor y lenguaje vulgar propio de los personajes del mundillo, no de un guión pobre. Las actuaciones, Sharon Stone está genial, infravalorada por los que odian el género, elevada a las nubes por el icono que ha sido, está espectacular por dentro y por fuera, la veo mejor que en 'Casino'. La verdad que la película consigue un gran valor por la atracción erótica de sus protagonistas y creo que esta película no se merecía el trato que le han dado por ello, pero no importa, para gustos colores y la magnífica escena a piano y saxofón en orquesta sobre el suelo de la ducha al recuerdo, que es a su vez el punto de inflexión en la historia, atractivo.

De un especialista en explosivos echado a perder, Sylvester, un ex de la CIA. Poner a parir esta película es adentrarse en terreno resbaladizo, como tantas veces se hace por el simple hecho de machacar, porque esta película no es mala, en todo caso es inconsistente, algo. Es cierto que tiene cosas de película, pero amigo, es que es una película. Es como valorar tan negativamente la actuación de Sharon Stone. Sharon está impresionante, con sólo verla ya se gana en bolsa, si es un anuncio de lujo, lo que pasa es que su papel no da para más; no tenía que hacer más que lo que hace, no tenía que poner caritas ni esforzarse en aspavientos. Seamos objetivos.

Para eso está James Woods que tiene un papel de exaltado, cómo lo sufre, cómo se lo curra, quiere cumplir a base de cabreos. Contamos también con un serio Rod Steiger sumado a este importante elenco, aporta su nombre, da profundidad a la cartelera y queda bien. Y luego tienes a Eric Roberts que no sé porqué, causa antipatía, tiene cara de vicioso y cuando se acerca a Sharon, repele; ya se lo dice Sylvester: no me gustas. Luego, elección acertada para estar cagándose en él cada vez que sale.

Sylvester pone la cara que tenía que poner, la de pena, la de morritos, la de más paciencia que el santo Job. Escucha y calla, ya le conocemos, para terminar diciendo una tontería al cabo de un rato. Es curioso como esta gente se muestra tan tierna cuando están a solas con la mujer de sus sueños, aunque se hagan los duros. Los escenarios son como los de Miami Vice y todos se lucen mostrando un buen fondo de armario, vistosos, ellos y ellas aparecen con muchas gafitas negras, muy chulas. Las apariciones de la policía son de lo más desordenadas, pero dan su juego; hay una poli que sale en camiseta que ni puesta a propósito. Y es que todo cuenta, claro, Luis, el director, se lo debió decir: Tú, en camiseta. Alguno vería cosas raras en esas decisiones semi machistas pero no es más que olfato profesional, ¿a quién va dirigida esta película? Hay que ver las cosas positivamente, como Luis.

Es una película agradable, con intenciones sanas, de distraer, de que pases de criticar por una vez, de ser buena persona. Es lo que quería decir. La película contiene toda la esencia que quería almacenar en su metraje. A mi no me ha engañado. Sharon guapísima.