Campamento extraordinario

Siempre me ha fascinado la capacidad de los estadounidenses para convertir cualquier material en un relato. Desde una subasta de trasteros hasta las barbaridades de una clínica de cirugía estética. Da igual.
En este caso es también notable el trabajo de los directores. Pero es que el material es muy bueno. Partiendo de que es imposible no empatizar con un colectivo como el de las personas con capacidades diversas (que creo que ahora se dice así) y sobretodo con su lucha por los derechos civiles. Sin embargo, insisto en que el trabajo realizado tiene mérito. Yendo de lo concreto, poniendo el foco en las vidas de algunas de esas personas que estuvieron allí, contándonos sus miserias y sus miedos, sus aciertos y sus alegrías, sus amoríos, el sexo... Hasta lo general, esa lucha desigual contra un estado insensible que no tuvo más remedio que hacerles caso a su pesar.
E introduciendo las dosis justas de irreverencia, no inventada, si no real en forma de campamento alucinante, imposible hoy día.
Una lección de aquello tan manido de "juntos somos más fuertes" , pero también de estrategia, de empoderamiento, de lucha.
Lo más emocionante es saber que no es una película y que todo esto ocurrió.

En 1990 se aprobó en Estados Unidos la Ley de no discriminación de las personas con discapacidad, pero de lo que principalmente trata el documental es de un campamento que tuvo lugar a principio de los 70, conocido como Campamento Jened por estar financiado por una asociación de padres de niños con discapacidad del mismo nombre. En ese lugar y ocasión, se dio una convivencia en la que muchos chicos, principalmente con polio y parálisis cerebral que sufrían una discriminación continua, llegando a no sentirse parte de la sociedad, organizaron debates, coloquios, relaciones y discusiones de todo tipo sobre los temas que les afectaban y todo ello dentro de un ambiente de igualdad que dio lugar a que se reconocieran como individuos diferentes, pero iguales, se relacionaran emocionalmente e incluso que experimentaran sus primeros encuentros sexuales. De esta manera, se produjo una suerte de empoderamiento a través de la admisión de que no era tanto de ellos y de su discapacidad la culpa de su situación sino de los otros, los no discapacitados que los discriminaban impidiéndoles el acceso a los estudios y el ocio en igualdad.

Se puede decir que fue la espita que puso en marcha los movimientos sucesivos que dieron lugar a la aprobación de la ley en 1990, cambiando para siempre la concepción que se tenía hasta entonces, pero además cuando estos movimientos llegaron a la Universidad de Berkeley en California se convirtió en referente también para Europa y por ende paa España, impulsando lo que hoy aquí se conoce como Movimiento de Vida Independiente.

La extraordinaria lucha de un colectivo de discapacitados de distintos niveles para conseguir mejoras tanto de reconocimiento como estructurales a nivel de movilidad y bienestar. No se concebirían ahora, en estos tiempos, como eran considerados a nivel social y que poca, o nula preocupación existía hacia ellos en todos los sentidos.

Coincidiendo con aquellos campamentos, que levantó el ánimo y la autoestima de muchos de ellos, y la Guerra de Vietnam a la par, nos muestra este documental una serie de hechos y acontecimientos clave en la historia de los EE.UU.

Un gran paso adelante en los derechos de este colectivo que pasó las de Caín, incluso con huelgas de hambre prolongadas, para que finalmente, fueran escuchadas y atendidas. Interesante documental que despierta conciencias. Un 6.

Un documental que parece hecho en piloto automático, no tan solo por la superficialidad de lo que cuenta, sino por lo rutinario de los medios utilizados para contarlo.

Las típicas entrevistas relatando experiencias personales de forma intercalada, en un tono ligero, sin mayor intención que la continuidad cronológica de los hechos, acompañadas de abundante material de archivo con frecuencia absolutamente irrelevante y que se limita a acompañar el relato de manera obvia y a veces solo como relleno.

Se evita entrar en cualquier tipo de conflicto, de generar cualquier polémica, el tono es neutral y condescendiente. Se subrayan además de forma burda ciertos momentos emotivos, que no lo necesitaban. La misma premisa del documental es bastante forzada, tratando de ligar la estadía de algunos de los integrantes del campamento con su participación en las intensas manifestaciones que vendrían en los años posteriores, exigiendo sus derechos y su inclusión efectiva en la sociedad estadounidense. Lo cierto es que ambas partes del documental (campamento y manifestaciones) se sienten desconectadas.

Se esbozan temas interesantes que daban para más profundidad. El intento es abarcar muchos años, muchos personajes, muchos acontecimientos, y por lo tanto se lleva todo al terreno de lo anecdótico.

Seguro que a quien le interesen en particular los acontecimientos históricos aquí documentados o las historias inspiradoras abordadas con liviandad, encontrará en Crip Camp algún atractivo, pero como tratamiento de un asunto complejo o como ejercicio cinematográfico es, cuando menos, flojo.