El entresuelo

Mediocre thriller policíaco, que no obstante, como es modesto y se ve que no tiene mayor ambición, se soporta bien.
No aburre aunque tampoco sea excesivamente imaginativo, pero tiene algunas escenas acertadas en cuanto a intriga, aunque todo algo descafeinado, de película de sobremesa para la televisión.
Lo mejor, aparte del esfuerzo físico de Henry Thomas y alguna salida sarcástica del personaje bien encarnado por Bradley Stryker, son los maravillosos paisajes de Vancouver, Columbia Británica, Canadá.
Por lo demás, no sorprende ni deja mayor huella en el recuerdo.
Muy regular y, desde luego, mejorable.

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Para ser una película de clase B, está bien realizada, y se deja ver.
Lo peor: quizás la falta de presupuesto, lo que hace que algunas escenas no estén resultas tan bien como deberían. Un elenco regular a mediocre.
Lo mejor: es muy entretenida, ingeniosa, saben manejar el suspenso, y dar giros bastante sorprendentes sin que por eso resulten arbitrarios.

Película entretenida típica de sábado por la tarde con un personaje bueno que se encuentra en el sitio equivocado en el momento equivocado (en este caso el lugar de encuentro es el título de la película). En realidad el argumento es muy sencillo y hay muchísimas películas parecidas pero no está mal aunque tiene muchos “peros” (los dejo en la zona spoiler).

En resumen se deja ver pero no esperes milagros. Personajes correctos (algunos más que otros) y como es corta, se ve rápidamente y eso también es de agradecer.

Un thriller con una trama poco original (la típica de "en el lugar y momento equivocado") pero con un desarrollo muy entretenido y que se ve con agrado de principio a fin. No tiene escenas de acción memorables ni quedará en el recuerdo de nadie pero está bien hecha, bien interpretada y es honesta.

Elliott vuelve a tener visitantes, pero esta vez no llegan de otro mundo ni tienen buenas intenciones. El boom (desinflado, eso también hay que decirlo) de Mike Flanagan de unos años a esta parte en Netflix le ha servido al pequeño protagonista de 'E. T: El Extraterrestre' (1982, Steven Spielberg) para, como mínimo, conseguir que le regalen pequeños caramelitos protagónicos que, de existir todavía, acabarían en el videoclub entre los estrenos que aún podías pillar un sábado por la tarde porque "las buenas" ya estaban alquiladas.
Aunque bien pensado, Henry Thomas es tan visitante como los invitados no deseados que le hacen la puñeta puesto que irrumpen mientras él trabaja en el subsuelo de una cabaña asediada. Es un fontanero inoportuno en el lugar y el momento inoportunos:
"Ahora soy cruel y despiadado, más máquina que hombre. Soy fontanero y trato con zurullos como tú constantemente".
Todo para desenfurruñar a su mujer, a la que no le salen los números por culpa de las facturas impagadas y que está planteándose... ¡¡VOLVER A TRABAJAR FUERA DE CASA!!