Media votos
7,2
Votos
378
Críticas
23
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Sus críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Jorge Sarmiento:
4
5,7
8.656
Thriller. Acción. Terror
Red (Nicholas Cage) es un leñador que vive alejado del mundo junto al amor de su vida, Mandy (Andrea Riseborough). Un día, mientras da un paseo abstraída en una de las novelas de fantasía que suele leer a diario, Mandy se cruza sin saberlo con el líder de una secta que desarrolla una obsesión por ella. Decidido a poseerla a cualquier precio, él y su grupo de secuaces invocan a una banda de motoristas venidos del infierno que la raptan ... [+]
23 de marzo de 2019
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luego de terminar de ver esta película me acerqué, como de costumbre, a su ficha técnica en FilmAffinity para darle mi respectiva calificación; y a día de hoy sigo flipando con las excelentísimas críticas de la prensa especializada que ha recibido este filme, los cuales tildan a esta película como una obra artística maestra y un largometraje sin precedentes en la historia del cine. Personalmente disto en demasía con estas caracterizaciones hechas por la crítica profesional y, por el contrario, me uno a ese selecto grupo de personas que vio esta película como un batiburrillo asquerosamente pretencioso.
No sé si es que estoy poco o nada acostumbrado a ver películas de este estilo, pero el tono psicótico y psicodélico que Cosmatos le añade a este filme me parece de lo más cansino y antiestético que he visto en los últimos años. Para empezar, la fotografía es horrible; en aspectos visuales, la película es terriblemente abrumadora y agotadora. Algunas escenas y planos-secuencias son tan increíblemente lentas e inconclusas, que a pesar de las buenas interpretaciones realizadas por Cage, Riseborough y Roache, estas no alcanzan a maquillar el deplorable resultado alcanzado en estas escenas y la película en general.
En cuanto a historia y trama, encontré ciertamente interesante el uso indistintivo de elementos y referencias con respecto a las religiones y su trascendencia a través de los años. La película utiliza un conjunto de simbologías rituales ocultas en cada escena, en cada diálogo y en cada personaje lo cual, desde luego, es algo digno de apreciación. Sin embargo y como dije en el párrafo anterior, Cosmatos maneja estos elementos con un misticismo y pretenciosidad palpables; la lentitud y rigurosidad innecesaria con la que lo hace, incluyendo la pesada naturaleza psicodélica del filme, hacen que tanto las interpretaciones como la historia -los únicos dos aspectos rescatables de la película- pierdan brillo y se opaquen frente a lo tediosa y aburrida que es la película en sí.
Ya para finalizar, diré que el arte es enteramente subjetivo, y para muestra de ello que esta película sea considerada una obra maestra por unos tantos no quiere decir que los que piensan que es una bazofia tengan que seguir esa misma línea de pensamiento -y viceversa-. Puede que "Mandy" ya estuviese predestinada a ser concebida como una obra de naturaleza escabrosa y psicodélica, y siguiendo la idea de que el arte es subjetivo solo queda concluir que esta película, en definitiva, no es para todo el mundo. Lo único cierto de todo esto es lo inflada que está con respecto a algunas críticas exageradamente favorables, catalogándola incluso como una obra de arte insuperable, caracterizaciones que por cierto, considero yo, están completamente erradas.
No sé si es que estoy poco o nada acostumbrado a ver películas de este estilo, pero el tono psicótico y psicodélico que Cosmatos le añade a este filme me parece de lo más cansino y antiestético que he visto en los últimos años. Para empezar, la fotografía es horrible; en aspectos visuales, la película es terriblemente abrumadora y agotadora. Algunas escenas y planos-secuencias son tan increíblemente lentas e inconclusas, que a pesar de las buenas interpretaciones realizadas por Cage, Riseborough y Roache, estas no alcanzan a maquillar el deplorable resultado alcanzado en estas escenas y la película en general.
En cuanto a historia y trama, encontré ciertamente interesante el uso indistintivo de elementos y referencias con respecto a las religiones y su trascendencia a través de los años. La película utiliza un conjunto de simbologías rituales ocultas en cada escena, en cada diálogo y en cada personaje lo cual, desde luego, es algo digno de apreciación. Sin embargo y como dije en el párrafo anterior, Cosmatos maneja estos elementos con un misticismo y pretenciosidad palpables; la lentitud y rigurosidad innecesaria con la que lo hace, incluyendo la pesada naturaleza psicodélica del filme, hacen que tanto las interpretaciones como la historia -los únicos dos aspectos rescatables de la película- pierdan brillo y se opaquen frente a lo tediosa y aburrida que es la película en sí.
Ya para finalizar, diré que el arte es enteramente subjetivo, y para muestra de ello que esta película sea considerada una obra maestra por unos tantos no quiere decir que los que piensan que es una bazofia tengan que seguir esa misma línea de pensamiento -y viceversa-. Puede que "Mandy" ya estuviese predestinada a ser concebida como una obra de naturaleza escabrosa y psicodélica, y siguiendo la idea de que el arte es subjetivo solo queda concluir que esta película, en definitiva, no es para todo el mundo. Lo único cierto de todo esto es lo inflada que está con respecto a algunas críticas exageradamente favorables, catalogándola incluso como una obra de arte insuperable, caracterizaciones que por cierto, considero yo, están completamente erradas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Para ejemplificar algunos aspectos negativos que he mencionado en la zona no-spoiler, será de mucha ayuda mencionar algunos pasajes y escenas en concreto. Miremos, por ejemplo, la muerte de Mandy. Además de la incongruencia argumental que presenta la escena como tal (el hecho de que Miller, en vista de la aparente inexistencia de las autoridades, salga como un loco desquiciado a matar a diestra y siniestra a los que asesinaron a su novia), los sucesos acarreados después de ello son representados con unas escenas tan insulsamente lentas, que el resto de la película pudo haberse acabado en quince minutos si tan solo Cosmatos no fuese tan pretencioso y mitómano con el manejo de las escenas.
Pero dejando de lado la lentitud, miremos algunas inconsistencias en la trama. Ya he mencionado la conveniente inexistencia de toda entidad policial en la película, ya que luego de tantas explosiones y fuegos provocados, ni rastro de los policías asomándose para averiguar qué cuernos está ocurriendo. Hay una escena en donde, luego de derrotar al horrible monstruo cocainómano adicto a la pornografía, Miller, de improviso, agarra un poco de perico y lo inhala así sin más, sin motivo alguno, sin razón aparente. Luego, revisando las cosas de la pequeña sala contigua, encuentra una sustancia extraña contenida en un recipiente muy sospechoso. "¿A qué sabrá esta mierda?", debió haber pensado Miller antes de introducir un poco de la sustancia en su boca, y acto seguido un repertorio subsecuente de escenas aleatorias se muestra en pantalla. Y ahí fue donde me pregunté, ¿Qué necesidad había de hacer eso? ¿Por qué me muestras esto? ¿Qué quieres decirme con esta basura? La pretenciosidad de Cosmatos es tan fuerte, que no hacía sino cagar la película con cada escena que mostraba.
En una escena particular, Miller está emboscando a uno de los malos. En ese momento estaba en mi asiento pensando: "Ojalá ni se le ocurra tirar el hacha casera, porque sino es que es pa' flipar"; ¡y bingo!, Miller justo le lanza el hacha desde una distancia como de cinco metros, partiendo al sujeto por la mitad. Pero eso no es todo, después viene un enfrentamiento cara a cara con un tipo que trae una motosierra tres veces más larga que la suya. "Lo enfrentaré con mi hacha casera como he venido haciendo durante toda la película... No, mejor tomo esta motosierra tirada convenientemente en el suelo para que el combate se vea mucho más sangriento y visceral". Y sí, a pesar de la desventaja, Miller logra matar a su oponente de una forma poco menos que ridícula.
Pero lo irrisorio viene al final cuando se enfrenta con Jeremías, el final boss de la película. Luego de una plática de relleno, cliché e innecesaria, Miller se le acerca, lo toma de la cabeza y entre tanta cháchara tarda como cinco minutos en matarlo de una forma tan absurda, que solo sería aceptable en una película Clase B de los años ochenta: le aplasta la cabeza con las dos manos. Y ahí fue cuando me dije, "Vaya mierda de película, hombre. ¡Venga ya!". Esperaba con ansias los cinco minutos que faltaban para que terminase la película...
Pero dejando de lado la lentitud, miremos algunas inconsistencias en la trama. Ya he mencionado la conveniente inexistencia de toda entidad policial en la película, ya que luego de tantas explosiones y fuegos provocados, ni rastro de los policías asomándose para averiguar qué cuernos está ocurriendo. Hay una escena en donde, luego de derrotar al horrible monstruo cocainómano adicto a la pornografía, Miller, de improviso, agarra un poco de perico y lo inhala así sin más, sin motivo alguno, sin razón aparente. Luego, revisando las cosas de la pequeña sala contigua, encuentra una sustancia extraña contenida en un recipiente muy sospechoso. "¿A qué sabrá esta mierda?", debió haber pensado Miller antes de introducir un poco de la sustancia en su boca, y acto seguido un repertorio subsecuente de escenas aleatorias se muestra en pantalla. Y ahí fue donde me pregunté, ¿Qué necesidad había de hacer eso? ¿Por qué me muestras esto? ¿Qué quieres decirme con esta basura? La pretenciosidad de Cosmatos es tan fuerte, que no hacía sino cagar la película con cada escena que mostraba.
En una escena particular, Miller está emboscando a uno de los malos. En ese momento estaba en mi asiento pensando: "Ojalá ni se le ocurra tirar el hacha casera, porque sino es que es pa' flipar"; ¡y bingo!, Miller justo le lanza el hacha desde una distancia como de cinco metros, partiendo al sujeto por la mitad. Pero eso no es todo, después viene un enfrentamiento cara a cara con un tipo que trae una motosierra tres veces más larga que la suya. "Lo enfrentaré con mi hacha casera como he venido haciendo durante toda la película... No, mejor tomo esta motosierra tirada convenientemente en el suelo para que el combate se vea mucho más sangriento y visceral". Y sí, a pesar de la desventaja, Miller logra matar a su oponente de una forma poco menos que ridícula.
Pero lo irrisorio viene al final cuando se enfrenta con Jeremías, el final boss de la película. Luego de una plática de relleno, cliché e innecesaria, Miller se le acerca, lo toma de la cabeza y entre tanta cháchara tarda como cinco minutos en matarlo de una forma tan absurda, que solo sería aceptable en una película Clase B de los años ochenta: le aplasta la cabeza con las dos manos. Y ahí fue cuando me dije, "Vaya mierda de película, hombre. ¡Venga ya!". Esperaba con ansias los cinco minutos que faltaban para que terminase la película...