Y es que vivimos unos tiempos que cuando rescatan un producto o personaje de hace años es para ponerse a temblar. Desde cambios estéticos a raciales y todo lo que puedas imaginar que lo alejan de la obra original. Por suerte, los nipones respetan sus obras.

Aunque está realizada con animación en 3D el personaje de Lupin III es plenamente reconocible (y sus compañeros), manteniendo la misma actitud y espíritu que mostró en aquella gran serie de animación.

Es cierto que aquí se decantan más por algo estilo Indiana Jones que por los robos como tal, pero mantiene el interés en todo momento. La escena de la tercera prueba con ese guiño al abuelo del personaje es impresionante.

Creo que lo mejor de esta película es que no va a defraudar a los fans de la serie original, mientras que las personas que descubran a este simpático ladrón querrán saber más de sus aventuras.