Dentro de la maravillosa iniciativa SparkShorts de Pixar (en la que sus empleados han de realizar un corto en seis meses), Madriguera es un simpatiquísimo ejemplo de cómo se puede contar una historia en apenas unos pocos minutos. La pieza cinematográfica de Madeline Sharafian es una tierna historia que, en unos pocos compases, combina la ilusión por la casa propia, el desmoronamiento de esa ilusión y la necesidad muchas veces de pedir ayuda. El conejo protagonista es sumamente simpático y entrañable, y los demás animales que se encuentra por el camino nos resultan también muy graciosos. Además, la animación, por alguna razón, y el diseño de los interiores de las madrigueras tienen un aire a los maravillosos dibujos de Quentin Blake para las historias de Roald Dahl.
Excelente.