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España España · Hogwarts
Voto de Slythwalker:
10
Drama Verano de 1957. El expiloto de carreras Enzo Ferrari está en crisis. La bancarrota acecha a la empresa que él y su esposa, Laura, construyeron de la nada diez años atrás. Su tormentoso matrimonio se encuentra en medio de una gran crisis, mientras lidian con la muerte de su hijo. En esta crucial etapa, Ferrari tomará decisiones arriesgadas apostándolo todo en una única carrera que atraviesa 1.000 millas a lo largo de toda Italia: la Mille Miglia. [+]
13 de febrero de 2024
7 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine es muchas cosas, y entre esas cosas, el cine es emociones. Y pocas cosas hay tan únicas en cada persona como las emociones. Donde una persona se entretiene de principio a fin otra puede aburrirse soberanamente; ninguna tiene razón, ninguna está equivocada. Por lo que leo, las críticas a Ferrari provienen en su gran mayoría de las emociones. A mucha gente le ha provocado el desinterés más absoluto el conjunto del filme y sus diferentes elementos. Y a mí me ha pasado todo lo contrario. Yo me he montando en un ferrari y lo he vivido al máximo. Me he metido de lleno en una historia que combina magistralmente el drama íntimo, personal y familiar con las carreras automovilísticas y su actividad empresarial. Toda la película de hecho, es como una carrera en la que dirige Mann y pilota Enzo Ferrari, interpretado por un excelente Adam Driver que capta a la persona y a la figura en toda su complejidad, tanto en su trabajo como magnate como en su día a día con una mujer a la que engaña con otra(s); y con un hijo bastardo de por medio. Hasta el acento italiano lo clava, sin forzar.
Laura Ferrari es su principal escollo, y paradójicamente lo mejor de una cinta sobresaliente en prácticamente todo: Penélope Cruz está espectacular en uno de sus mejores papeles, y que no esté en los Oscar resulta incomprensible, porque ella es sin duda la mejor actriz de reparto de 2023. Sus escenas con Driver te dejan embobado ante semejante despliegue de poderío actoral.
Laura es esa oscuridad y amargura para Enzo además de su hijo fallecido, y viceversa. Lina por su lado, es una paradoja andante; un rayo de luz para Enzo, un ser despreciable para Laura.
Y luego está Ferrari, esa religión que tantos quebraderos de cabeza causa a Enzo pero que también es su pasión. También es la pasión de Mann, entregado a unas escenas de carreras magistrales.
Es mucho, ¿verdad? La vida de Enzo es ambiciosa; también la película de Mann, y los dos tienen algo en común: pese a los posibles baches, a su manera los esquivan y siguen a toda velocidad por la carretera. Cada uno corre su carrera: si Enzo sale airoso o no es discutible. Pero Mann sin duda la gana. Y entre todos los vítores y aplausos posibles.
Slythwalker
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