Nuevamente amor

A pesar de que sea americana (porque casi siempre hay que pedir perdón cuando te gusta una película americana), me gusta. Es bonita. Es simple. Es sincera. Es dulce. Es encantadoramente amarga en ciertos momentos.
No la describiría como "Comedia romántica". No. Diría algo parecido a "Película romántica que sumerge al espectador en un baile de sentimientos y emociones, a veces dulces, a veces amargos". Me ha gustado. La volvería a ver. A pesar del título.

La trama se sustenta en la paradoja de Burke Ryan (Aarón Eckhart) que triunfa con los cursos de autoayuda, tan populares en los USA, aunque el que más necesita de ayuda es precisamente él mismo, puesto que aún no ha superado la muerte de su mujer. Pese a todo intenta ayudar a otras personas con consejos que debería seguir él mismo (ya se sabe que en casa del herrero....). En unos de estos cursos itinerantes, conoce a Eloise (Jennifer Aniston), una actractiva mujer, quien vive una vida, digamos normal, con un negocio propio y pese a los continuos desengaños amorosos. Es precisamente la contraposición de dos personalidades tan diferentes (la dicharachera Eloise y el atormentado Burke) la que pone de relieve el conflicto interno del protagonista masculino. Aunque sería más correcto decir “la que intenta poner de relieve”, porque como suele suceder en este tipo de producciones ligeras, la sutilidad y la insinuación no es su fuerte, y el debutante realizador David Camp, en este sentido tampoco quiere o puede aportar nada.

El film se mueve por los terrenos del drama, y camina casi en paralelo con el melodrama, sin atreverse a meterse más a fondo, insertando algunas dosis de comedia muy ligera, lo suficiente como para no amargar al espectador con las cuitas del protagonista, y, al mismo tiempo, para que se vaya aposentando el mensaje positivo que se quiere dar. El realizador mantiene la historia en una indefinición permanente, no acaba de ser un melodrama pese la cara de circunstancias que pasea Eckhart por toda la peli, sin llegar tampoco la comedia, pese a la presencia de una Jennifer Aniston que repite su registro de siempre, pero con una vis mucho menos cómica, adaptándose a las circunstancias del contexto de la trama.

Quizás hubiera funcionado mucho mejor si el realizador hubiera profundizado más en el tema del dolor del personaje, o si hubiera pretendido criticar ese tipo de terapias que lo único que consiguen alegrar es la cuenta bancaria del que escribe el libro, y el conjunto personas sin escrúpulos que se mueven tras esa fachada que aparenta buscar el bien común. Esta indefinición se acaba decantando por el lado más amable. Y encima hay que agredecerle que no tirase por el lado de la comedia romántica tan manida, algo es algo.

Más que un film se podría calificar de un capítulo de serie televisiva de hora y media de duración adaptado a la gran pantalla, el cual da demasiadas vueltas sobre sí mismo acerca del dolor y la pena por la pérdida de un ser querido, sin acabar por entrar a fondo en la cuestión, y su conclusión final (con la presencia de Martin Sheen) parece demasiado forzado. En definitiva, no es más que un film de esos que se suelen estrenar en períodos vacacionales, preferentemente navidades, debido a su mensaje lleno de buenas intenciones.

No era normal el tufillo empalagoso y de mal hacer que emanaba 'Love Happens' ya desde el lanzamiento de su primer tráiler. Una cinta que se empeña en tirar de tópicos hasta la saciedad, que cuenta además con un guión bastante flojo y con unos personajes secundarios totalmente prescindibles.

La historia de amor entre Aniston y Eckhart carece de emociones y altibajos. Una historia que únicamente se dedica a remover el pasado de él, sin que ésta avance apenas nada en la hora y media larga de metraje. Mientras transcurre el noviazgo del amor a primera vista, se cuela de por medio una trama que ni nos va ni nos viene. Me refiero a las charlas de autoayuda del señor Eckhart, que sólo aportan simpleza, tedio y un poco de vergüenza ajena por parte del espectador.

Hay que decir que ninguno de los dos protagonistas lo hace mal, es más, Aniston siempre ha salido airosa de este tipo de dramas/comedias románticas, pero es que los guionistas la han dado un auténtico papel de florero (y nunca mejor dicho) bastante insípido que se tiene que conformar con ser todo el rato, la receptora de la incómoda historia de Eckhart.

En definitiva... guión soso, metraje que sobra, personajes planos, tópicos vistos y un final demasiado evidente son la carta de presentación de 'Love Happens'. Para nada recomendable.

Love Happens es sosa. Aquí podría acabar mi crítica, pero me siento benévolo y trataré de explicarme.

Love Happens trata de resultar emocionante y universal, tratando de descifrar cómo se supera la pérdida de un ser querido para poder seguir adelante.

Love Happens trata de ser mordaz, ya que dibuja un personaje principal que es un cínico como alguien ahogado por dentro.

Love Happens trata de ser romántica, colocando a ese ser en una historia de amor con una chica “de lo más normal”.

Love Happens trata de ser diferente, tanto en encuadres y localización (Seattle), como en el tono de su historia, que no explota los sentimentalismos que una historia así bordea peligrosamente. Intenta ser, por así decirlo, indie.

Pero se queda a medio camino de todas estas intenciones, naufragando en un mar de poco interés, personajes con los que difícilmente puedes identificarte, y, en definitiva, de aburrimiento.

Y es una pena, porque la historia podría haber dado más de sí, y porque la pareja protagonista prometía. Pero jamás he visto a Aniston y a Eckhart con tan poca energía y credibilidad como aquí, dos cualidades que ambos actores tienen sin lugar a dudas.

Love happens tiene varios problemas, pero los más graves son dos.
El primero es su total intrascendencia. Todo en ella nos suena a dejà vu, a comedia dramática y romántica que ya hemos visto mil veces. Algún día alguien explicará por qué una monumental actriz como Jennifer Aniston ha querido participar en tantas, demasiadas películas intrascendentes y sosas como esta. Esa sería la palabra para definirla: sosa. Nada de lo que pasa emociona o sorprende, y así es imposible. Es una más, de tantas películas similares. No es mala ni horrible, pero sólo sirve para pasar el rato.
El segundo es la nula química entre la mencionada Aniston y Aaron Eckhart. No tiene que ver con la calidad de ambos como intérpretes, que ha sido probada mil veces, pero es que juntos no pegan ni con cola, y recitan sus frases mirándose sabiendo que no existe ninguna magia entre ellos.
Pasable y punto. Sólo recomendable para los más fans de los actores y del género romántico.