Casi feliz (Serie de TV)

Una serie que narra una historia de forma lenta pero entretenida. Salvo el primer capítulo donde pasa poco, te va atrapando a punto de hacerte empatizar con el personaje principal.

Tiene momentos de humor muy buenos, aunque eso depende de la visión de cada uno.

En líneas generales me divirtió, sin ser una obra maestra ni mucho menos.

Comedia pasatista, entretenida, y muy llevadera, sobretodo por los 20' que dura casa capítulo, algo clave para ver un propuesta pochoclera.

Seba Wainraich, como de costumbre, haciendo de él mismo, y buen trabajo de una bellísima Natalie Pérez, a quien no tenía actuando, por que no miro tiras de tv.

Creo que me faltan 1 o 2 capítulos, pero Casi Feliz son de esas propuestas, donde el desenlace puede ser previsible, pero no cambia en nada el recorrido de la propuesta, el entretenimiento está en cada episodio que podría decir que actuan como módulos independientes.

"Recomendable".

Debe ser de las pocas veces que no adelanto los créditos iniciales por lo pegadizo del tema de Miranda, calculo que compuesto a medida para la serie.

Qué lindo es cuando de casualidad te cruzas con una serie en Netflix (haciendo el zapping moderno), la empezas a ver y te encontrás con una hermosa serie, divertida, consciente, tocando temas reales y muy actuales, con un gran elenco, una hermosa canción de apertura y un gran director. Es un excelente combo que tiene esta serie nacional y que hay que todos deberían ver.

Esta serie no elegí verla por el director, pero si por Wainraich. Lo vi en la portada al pelado, leí la sinopsis y me encantó. Cuando luego de ver el opening vi quien la dirigía, estaba seguro que toda la serie iba a ser buena, ¡y que acertada fue mi observación! Dos temporadas de pura risa, y además de tocar temas muy sensibles.

Habla de lo que es ser padre, lo que es ser madre. Y me voy a detener un segundo acá para hablar de la diferencia. Hay un montón de cosas que las madres hacen y que los padres no son conscientesm, no se dan cuenta o dan por sentado que son “cosas que tienen que hacer las madres”. El problema es la cultura y sociedad machista que aún sigue viendo y haciendo este tipo de cosas. Situaciones como por ejemplo que el padre llame a la madre porque los niños no quieren comer. Cero responsabilidad por parte del padre y haciendo que la madre sea la “mala”.

Toca otros temas súper profundos como la gordo fobia, el opinar del cuerpo ajeno. El hacerse cargo de las cosas que uno hizo y reconocer las que estuvieron mal. No callar lo que a uno le pasa por dentro, no ser tibio y bancar los trapos. El decir lo que uno piensa y siente. Estos son solo algunos de los temas tan reales y cercanos que toca la serie. No solo me ha hecho reír, sino que también me ha hecho llorar en varios momentos y hasta cuestionarme ciertas situaciones en mi vida.

Tiene un elenco de la hostia. Desde la hermosa Natalie Pérez, en un gran papel que dan ganas de verla más y más. Sebastián está bastante bien en este papel, donde le pasan algunas cosas inusuales, pero a la vez tan reales (por momentos me hacía acordar a dos series yankees: “Curb your enthusiasm” y “Seinfeld”). El personaje que se lleva todos los aplausos es el de Sombrilla, interpretado por un gran Santiago Korovsky, me hace cagar de risa cada vez que aparece. Además de estos tres, cuenta con actores secundarios de re nombre que hacen muy bien su papel. No hay uno que haya estado mal.

El guion escrito por Sebastián Wainraich, Alejandro De Grazia y Hernán Guerschuny es muy consistente, hay una historia, un desarrollo claro de la serie que siempre dan gana de seguir viendo más, de hecho, no veo la hora que salga una tercera temporada (si bien aún no está confirmada, necesito una más). La serie se da el lujo de “flasharla” también, no quiero entrar mucho en detalles, pero hay un par de capítulos que uno piensa “que carajos”, pero bien.

Quiero y necesito destacar la canción del comienzo. Pocas veces le di al botón “saltar intro” porque me encanta la canción, la interpretación, todo. Y además me llega mucho, porque algo de mí no es del todo feliz.

Mi recomendación: Gran serie nacional que hay que verla. Es muy disfrutable.

Mi puntuación: 8/10

Donde Verla: Netflix

Tiempo invertido: 2 temporadas, 20 episodios. 25 minutos.

La serie, en sus dos temporadas tenía todo como para transformarse en buena o muy buena. Pero en definitiva se queda en el intento por un defecto que desmorona todos los otros matices que tiene de positivos: las temáticas que aborda, el humor bastante argento, bastante moishe, bastante inteligente en algunos casos y bastante inocente en otros, el tratamiento de ciertos prejuicios, alguna (muy por encima de la superficie, aclaremos) crítica social, las dudas, temores y resignaciones que generan el paso del tiempo en las personas, las pequeñas envidias y corruptelas; ni qué hablar de las buenas actuaciones en general, y tantos etcéteras más...
Pero lamentablemente, todo ese potencial que presentaba se desmorona por un guión defectuoso. Situaciones que podrían contarse de una mejor manera, se cuentan de la peor. No lo hablo desde la pacatería, ni mucho menos, pero ... en la realidad, no existen esas situaciones tan naturalizadas en esta serie, de personas que recién se conocen y lo primero o segundo que se les ocurre decir al otro es: "tengo ganas de c*jer, ¿y vos? ..." No funciona así en la vida real. No digo que no ocurra el sexo casual ojo, claro que es frecuente y hasta es loable el intento de naturalizar esas conductas. Pero tanto deseo de naturalización termina conspirando contra esas buenas intenciones a causa de lo poco creíbles en que se transforman esas situaciones cotidianas. Existen mil formas de narrar el sexo casual (o casi casual) entre personas de distinto o el mismo sexo. Gestos, sutilezas, miradas, silencios, risas, insinuaciones, palabras, muchas palabras... pero nunca "¿querés c*jer?" Porque si espetás eso sea quien sea el destinatario o la destinataria, lo más probable es que te quedes con las ganas...
Buenas actuaciones en general como está dicho, muchas apariciones (cuasi cameos) de grandes actores y actrices, una muy pegadiza y bien interpretada intro musical, son evidentemente puntos a favor. La serie entretiene sí, y bastante; es ágil por la duración de los capítulos y llevadera. Pero ocurre que estaba para mucho más, y se quedó en las buenas intenciones.

La serie atrapa desde e minuto cero con la pegadiza canción de Miranda mezclando realidad con ficción y el apoyo de participaciones estelares que la hacen aún más jugosas.En estos casi 500 minutos las situaciones a veces inverosímiles arrancan sonrisas y permanentes sorpresas que logran perdurar la atención. Son 18 capítulos absolutamente recomendables.