La quema

"La quema" llamada así en España, es sin lugar a dudas una de las mejores piezas que el género slasher ha brindado en su amplia existencia. No sólo estamos ante una de esas pequeñas joyas que ayudaron a asentar las bases de este subgénero, convirtiéndose en una de las pioneras de este tipo de película, sino que estamos también ante un gran clásico del cine de terror, injustamente bastante olvidado a la sombra de otros filmes de temática similar más famosos, aunque no por eso sea peor.
Está claro que su referente es otro gran clásico "VIERNES 13", como lo fue de muchas otras que surgieron a raíz de su enorme éxito, de hecho la temática de ésta es enormemente similar (realmente es aún más similar a la segunda parte de ésta, véase spoilers). Pero realmente todas las películas de este estilo son muy parecidas entre sí, ya que siguieron un modelo en común. Sin embargo, tenemos una película muy bien hecha. La atmósfera está excelentemente conseguida (es que de verdad las atmósferas de los filmes de terror ochenteros son ÚNICAS), consigue crear misterio y suspense y situarnos dentro de la acción haciendo que nos interesemos por lo que va a pasar. La música es también un gran punto a su favor (compuesta por un miembro del mítico grupo "YES"), ayudando a crear angustia y ese ambiente inquietante que rodea a los personajes de la cinta. Los personajes tampoco están nada mal y las actuaciones de los actores son más que aceptables (decir que esta peli fue el debut de futuras caras muy comunes en posteriores filmes, como Jason Alexander, Fisher Stevens o la futura ganadora de un Oscar, Holly Hunter). El film se guarda auténticos ases bajo la manga para ofrecer además de una atmósfera enrarecida y angustiante, momentos escalofriantes y sorprendentes (la escena de la balsa es antológica). Y mención aparte por supuesto merece, el excelente trabajo de maquillaje de Tom Savini (que venía de participar en "Viernes 13"), ofreciéndonos escenas de gore bestial y derramamientos de sangre que no tienen desperdicio. Eso es un excelente trabajo artístico.
En definitiva un gran clásico slasher, una gran película de terror, que se toma en serio, que pretende asustar y que hace partícipe al espectador de su inquietante atmósfera, que ofrece momentos gore curradísimos y que entretiene... ¿alguien pide más? EXCELENTE, SIN DUDA UNA JOYA...

Un año después de "Viernes 13" nos llega este Slasher claramente influenciado por la masacre de Camp Lake. Nos encontramos con un campamento lleno de chavales con las hormonas revolucionadas, tenemos momentos que nos recordarán a "Los Albóndigas en Remojo" hasta que llega nuestro amiguito de las tijeras de podar y acaba con el desmadre, es el aguafiestas de la gabardina ,que se esperaban que todo iba a ser folleteo y despelote, no amiguitos este verano no.
El genio que anda detrás de los efectos especiales es Tom Savini, el Semi-Dios el jodio Sex Machine, repite tras "Viernes 13" en esto del Slasher consiguiendo un resultado inmejorable.
Los actores en el Slasher son lo de menos, son carne pa la pikadora y como tal su presencia es meramente testimonial, se agradece que las mozas sean guapetonas para lucir un desnudo bonito antes de ser troceadas. Como anecdota recordaremos que sale una apenas reconocible Holly Hunter dando sus primeros pasitos en las cloacas del Cine.

Cinta de bajo presupuesto ochentera y con sabor a clásico del Slasher que hay que ver.

Arranca mostrándonos antes de los títulos de crédito a un grupo de muchachos en un campamento que al gastar una broma macabra a uno de los cuidadores se les tuerce la cosa y acaba el cuidador ardiendo vivo como una antorcha y los chavales saliendo por pies.

Tras la presentación tenemos al perjudicado (quemado vivo) que ha sobrevivido e inicia una escabechina con los chavales de un campamento de verano donde ejerce como tutor uno de los irresponsables de su desgracia, iniciándose una espiral de terror que aunque se toma su tiempo en arrancar y las escenas slasher se me han hecho pocas y cortas, se la puede calificar como más que digna representante del terror de la época.

Estamos ante un entretenido y divertido film que cuenta con buenas escenas de gore ochentero, una trama que mezcla acertadamente el ambiente gamberro del campamento, con el salvaje cuando el asesino hace su trabajo y que desde el punto de vista mitómano tenemos a un Jason Alexander con un tupido y ensortijado peinado en un papel que bien pudiera ser su posterior George Constanza de "Seinfeld", en la adolescencia, a una jovencísima, irreconocible y muy fugaz (hay que estar muy atento para atisbarla) Holly Hunter y a Fisher Stevens ("Cortocircuito 1986").

Rodada un año después de "Viernes 13" (y claramente "inspirada" en esta) y dirigida por el semi-desconocido Tony Maylam ("Segundo sangriento 1992"), cuenta con la inusual presencia de los poderosos prebostes de Miramax (primera película de la compañía), los hermanos Wenstein (Harvey y Bob) metiendo mano al guión, el luego algunas veces muy buen director ("Hidden") y las mas irregular, Jack Sholder, en la edición, Tom Savini en los efectos y maquillaje y nada menos que Rick Wakeman al frente de la banda sonora (brillante en las escenas slasher).

Es una cinta muy similar a “Friday the 13th”, inclusive cercana a la fecha de lanzamiento de la misma.

La historia es muy simple, donde se desarrolla una típica “travesura” de adolescentes que acarreará una tragedia y que terminará como una sangrienta venganza desplegada a manera de slasher.

Como vemos, el argumento es apenas un pretexto para poder poner en pantalla una historia donde un asesino serial se irá cargando uno a uno a los jóvenes que le jugaron una broma de mal gusto, la cual terminó de manera trágica.

Es una típica cinta de serie B, donde lo más destacado son los sangrientos asesinatos. Después, por lo demás, es bastante convencional: un puñado de adolescentes que ofrecen desnudos gratuitos en un campamento de verano, un acosador que en esta ocasión posee una tijera de jardín como arma, música electrónica que crispa los nervios, y algunos trucajes “analógicos” de maquillaje de Tom Savini para dar vida al gore.

En fin, no tiene nada de especial este slasher ochentero, excepto el haber sido uno de los pioneros del subgénero. Una propuesta como ésta lanzada en estos tiempos que corren estaría condenada al aplazo debido a que ya existen muchas en el mercado, pero allá a principios de la década del ochenta generaban bastante interés este tipo de ofertas.

En 1980 ¨Viernes 13¨ fue un hito en el cine y creo una especie de sub-subgénero al que podríamos denominar ¨slasher de campamentos de verano¨. Muchos ha habido desde entonces, mejores y peores, y este es quizá el que más me ha gustado hasta el momento.

Tenemos lo típico de cualquier película del estilo: un campamento de verano lleno de adolescentes con las hormonas por las nubes, algunos personajes carismáticos, roces entre personajes, líos entre personajes... pero aquí además tenemos algo que no siempre tienen estas películas, y es una buena idea bien llevada.

Hay que tener en cuenta que en un campamento de verano hay niños de diferentes edades, y en otras pelis se tienen que preparar la excusa de turno para que solo hay adolescentes, lo cual queda poco realista. Aquí, se nos muestra un campamento con un montón de niños. ¿Cómo hacer para separar a los adolescentes y un par de monitores? Fácil, con una excursión, muy buena forma de tenerlos separados (y aislados).

Por lo demás, tenemos unas cuantas muertes bastante gráficas, obra del señor Tom Savini, genio de los efectos especiales, haciendo de las suyas, y un psico-killer bastante potente.
Yo, me lo he pasado genial viéndola.