Ante todo, es una de las pelis que más sorpresas me han dado, puesto que, antes de verla no me esperaba algo que me sorprendiera, mucho menos que tocara mis fibras más sensibles, me he quedado con un nudo en la garganta, nunca una abuelita me había enternecido tanto, nunca.

Desde luego, una película donde muestra un gran choque generacional, varios ya lo han mencionado en otras críticas pero… vaya…, que cátedra de lección sobre el aprendizaje (y en el sentido amplio de la palabra). Me ha dejado con un buen sabor de boca, que la directora plasmara con tanta humanidad a los personajes principales y, en especial, al de la abuela (lo que más me ha impresionado de ella es saber que en su vida había visto alguna película, y que la directora la escogió porque decía que ella era la indicada, vaya, pensar que toda su vida la ha dedicado al campo, con todo y pies desnudos, eso, es digno de un gran respeto por parte de mí hacia ella, en fín…).

Lo plasma también con una sencillez y humildad que ya muchos directores quisieran hacerlo, esto es una lección de humanidad, una lección de sinceridad, una lección de que el cine, no sólo es mucho presupuesto y guiones tan rebuscados que terminan por marear a medio mundo, esto es…gran cine.