La película me sorprendió muchísimo, el desarrollo es más bien estático, pero el planteamiento es tan mordaz y perverso, áspero cómo una lima del 12, que no te puede dejar indiferente.

Una dirección bastante excéntrica, que además carga el filme con unos planos estáticos que favorecen a la dilatar el tiempo,(Aunque hubiera preferido una fotografía más fluida, pero lenta) lo cual favorece ese aire clínico y tan sórdido.

El tema planteado me parece una gran manera de sacar a debate (ya puede ser interno) varios pensamientos filosóficos, ya sean clásicos o modernos. Cómo el mito de la caverna de Platón, llevado al experimento social. Cómo también la subjetividad de los valores inherentes a la ser, es decir lo voluble del sentido y el valor, que simplemente nada tiene una definición estática sino la que se filtre por nuestro lenguaje.

En ese sentido el filme está muy bien. Cómo contrapunto está la intención, más allá que una presentación de la caverna de Platón llevada al cine griego.

Sin duda excéntrica, original y muy arriesgada. Tal vez el mérito de su fama se deba más a el impacto que otra cosa, ya que el ejercicio filosófico no es del todo pleno.