Average rating
7.8
Ratings
689
Reviews
91
Lists
3
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
Fag1955 rating:
7
6.8
13,773
Comedy. Drama. Fantasy. Romance
Plot: Left home together for the weekend, teenage brother and sister David and Jennifer argue over which tv show to watch, he wanting to watch a marathon of his favourite series, the old 1950s show ‘Pleasantville’, while she wants to watch MTV with a date. During the argument, the tv remote ends up being broken. A strange tv repairman then appears and gives them a new remote. But when the argument resumes the new remote mysteriously ... [+]
Language of the review:
- es
December 10, 2010
6 of 9 users found this review helpful
Como no vi el comienzo no sabía de qué iba esta película. Al principio pensé que tenía escacharrado el televisor. Como soy pelín maniático empecé con el mando a distancia a darle al menú picture: le daba más color y nada... así que lo dejé todo en blanco y negro durante un rato, y no comprendía nada: los personajes decían eso de que veían colores y yo no entendía, así que dejé la tele como estaba: le di al boton PP. Y empecé a comprender. No. Empecé a creer que comprendía. Pensé que Tobey y su hermana se habían metido en un libro, y que por eso los personajes no podían salirse del guión. Iba encaminado ¿verdad? Luego empecé a pensar que quizá los personajes hubieran regresado al pasado en un viaje en el tiempo; pero entonces seguía sin tener sentido eso del technicolor parcial. A todo esto la imagen de Reese Witherspoon me tenía intrigado, porque me sonaba muchísimo su cara y no sabía de dónde ¿no os pasa? ¡Qué coraje da!, porque te pasas media película pensando dónde has visto esa cara y lo tienes en la punta de la lengua y nada: que no sale.
Seguí pensando: es posible que los personajes se hayan metido en una película, como aquella de "La rosa púrpura de El Cairo" de Woody Allen sólo que al revés ¿Os acordais de aquella película? (no dejeis de verla si no la habeis visto). Además: trabaja el mismo actor: Jeff Daniels, al cual parecer ser que le van este tipo der personajes deliciosamente tontorrones.
Bueno, me dije: al fin y al cabo da lo mismo que sea una película o un libro o un cuento que tal vez la hermana de Tobey está jugando a colorear y desteñir.
Seguí pensando: es posible que los personajes se hayan metido en una película, como aquella de "La rosa púrpura de El Cairo" de Woody Allen sólo que al revés ¿Os acordais de aquella película? (no dejeis de verla si no la habeis visto). Además: trabaja el mismo actor: Jeff Daniels, al cual parecer ser que le van este tipo der personajes deliciosamente tontorrones.
Bueno, me dije: al fin y al cabo da lo mismo que sea una película o un libro o un cuento que tal vez la hermana de Tobey está jugando a colorear y desteñir.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Finalmente la película finalizó, como es normal que hagan todas las películas cuando llegan al final y sale el letrero de The End. Y entonces me dije: voy a darme una vuelta para despejarme, que me han dejado algo raro estos colores.
Me fui a dar una vuelta por el paisaje. Como era el atardecer borrascoso me entró miedo de repente. Como soy un poco hipocondríaco me dije que tal vez yo estaba perdiendo el sentido del color. Hasta que se hizo de noche del todo y paré mi viejo Peugeot 405 en la puerta de un pub de carretera, de esos de luces de neón como en las películas de detectives baratos, todo allí en el interior del antro era de luces chillonas y me dije: !ay! ¡ya lo tengo! ¡ya sé lo que significa la película!: los personajes son como personajes de TBO y dos de ellos (el hermano y su hermana) se dan cuenta y quieren cambiar esa realidad. Ya he visto este argumento en algunas novelas y en varias películas. Pedí al camarero (sin darme cuenta me había colado en un pub de gays) una caña para empezar (y para terminar, ya que un individuo fornido se me insinuó y yo todavía no había bebido bastante cerveza así que decidí salir corriendo de los claroscuros de aquel antro al resplandor de la noche). El aire era tibio y suave, como en las noches primaverales, cuando me enamoraba y después de hablar por teléfono con mi chica de trenzas me quedaba saboreando el sonido de su voz al teléfono, las historias que me contaba. Era tan linda Isabel...
Entonces pensé lo que se parece esta historia (sigo hablando de Pleasantville) a esas otras en que le ponemos color a nuestras vidas y otros se lo ponen a las nuestras cuando vemos una película que nos gusta, o cuando una chica pone su mano en una de nuestras rodillas (a las chicas os ocurrirá al revés, supongo), o cuando leemos una historia o la escribimos nosotros mismos, y alguien nos envía un mail y nos dice que tu cuento le ha gustado bastante.
Y entonces nuestra vida gris y triste de repente se llena de luz y alegría.
Qué cosas ¿verdad? Son alucinantes estas cosas del color, del calor y de la alegría versus melancolía: de repente estás triste, no sabes por qué: tal vez porque estás solo y todo es muy silencioso en tu hogar y se te ha acabado la leña, y hace frío y fuera hace mucho viento y además truena, relampagea y se pone a llover: y tú aquí solo, sin saber qué hacer. Y de repente recibes una carta que dice: querido Fran. Y tu corazón se llena de excitación y ya no estás triste ni aburrido y todo el sueño se te quita.Qué cosas más raras nos ocurren: hoy vemos la calle gris, mañana la veremos rosa, y pasado quizá roja. Ayer nos reíamos con un chiste idiota, hoy nos asombramos con una película que usa el technicolor y las escalas de grises.
El mundo es alucinante ¿verdad? Y a veces tremendamente divertido, aunque hayamos recibido una carta de Hacienda diciendo (textual, os leo): debe usted al fisco tres mil quinientos dieciocho euros con cuarenta y cinco céntimos.
¡Cáspita roja, maldición amarilla!
Me fui a dar una vuelta por el paisaje. Como era el atardecer borrascoso me entró miedo de repente. Como soy un poco hipocondríaco me dije que tal vez yo estaba perdiendo el sentido del color. Hasta que se hizo de noche del todo y paré mi viejo Peugeot 405 en la puerta de un pub de carretera, de esos de luces de neón como en las películas de detectives baratos, todo allí en el interior del antro era de luces chillonas y me dije: !ay! ¡ya lo tengo! ¡ya sé lo que significa la película!: los personajes son como personajes de TBO y dos de ellos (el hermano y su hermana) se dan cuenta y quieren cambiar esa realidad. Ya he visto este argumento en algunas novelas y en varias películas. Pedí al camarero (sin darme cuenta me había colado en un pub de gays) una caña para empezar (y para terminar, ya que un individuo fornido se me insinuó y yo todavía no había bebido bastante cerveza así que decidí salir corriendo de los claroscuros de aquel antro al resplandor de la noche). El aire era tibio y suave, como en las noches primaverales, cuando me enamoraba y después de hablar por teléfono con mi chica de trenzas me quedaba saboreando el sonido de su voz al teléfono, las historias que me contaba. Era tan linda Isabel...
Entonces pensé lo que se parece esta historia (sigo hablando de Pleasantville) a esas otras en que le ponemos color a nuestras vidas y otros se lo ponen a las nuestras cuando vemos una película que nos gusta, o cuando una chica pone su mano en una de nuestras rodillas (a las chicas os ocurrirá al revés, supongo), o cuando leemos una historia o la escribimos nosotros mismos, y alguien nos envía un mail y nos dice que tu cuento le ha gustado bastante.
Y entonces nuestra vida gris y triste de repente se llena de luz y alegría.
Qué cosas ¿verdad? Son alucinantes estas cosas del color, del calor y de la alegría versus melancolía: de repente estás triste, no sabes por qué: tal vez porque estás solo y todo es muy silencioso en tu hogar y se te ha acabado la leña, y hace frío y fuera hace mucho viento y además truena, relampagea y se pone a llover: y tú aquí solo, sin saber qué hacer. Y de repente recibes una carta que dice: querido Fran. Y tu corazón se llena de excitación y ya no estás triste ni aburrido y todo el sueño se te quita.Qué cosas más raras nos ocurren: hoy vemos la calle gris, mañana la veremos rosa, y pasado quizá roja. Ayer nos reíamos con un chiste idiota, hoy nos asombramos con una película que usa el technicolor y las escalas de grises.
El mundo es alucinante ¿verdad? Y a veces tremendamente divertido, aunque hayamos recibido una carta de Hacienda diciendo (textual, os leo): debe usted al fisco tres mil quinientos dieciocho euros con cuarenta y cinco céntimos.
¡Cáspita roja, maldición amarilla!