no repetiré los comentarios o análisis inteligentes de mis predecesores (sólo me pregunto por qué alguno ha preferido revelar el 'secreto' de la película). Ignoraba la existencia de este film -y me precio de conocer bastante bien el cine italiano y la obra de De Sica director- y me ha tocado verlo justo al día siguiente de que las elecciones en Italia hayan devuelto al fascismo al poder (llámenlo como quieran para no asustarse, sigue siendo fascismo). Tal vez sea la evolución lógica, a largo plazo, del momento que registra la película, poco posterior a La dolce vita y coetáneo del Evangelio de San Mateo de Pasolini (en cuyos cien años de nacimiento se ha cumplido la profecía sobre el futuro de una Italia manipulada y sin deseos de nada más que de divertirse y estar bien -y como para todos no puede ser, pues eso...). La interpretación de Albertone es sensacional, y los demás contribuyen, como la música que nos persigue hasta la escena final. Ciertamente se puede vivir sin ver este film, pero no se pierde el tiempo, al contrario, si se encuentra uno con él. Hay que ver lo que era el cine italiano de los sesenta del siglo XX para que esta película pasara casi desapercibida. Hoy sería, para la misma cinematografía (y es buena pese a todo) un exitazo y no sólo de taquilla.

Más no podía ponerse y aunque sea insoportablemente larga no hay forma de que ninguno de los temas se profundice. El resultado es plano y el bostezo se instala por la mitad. Las actuaciones son buenas, pero en la mayoría de los casos (los dos principales roles masculinos) demasiado histriónicas (supongo que así marcados por el director). El ansia de incluir aspectos técnicos deslumbrantes es evidente y a lo mejor atrae a alguien,pero dudo de que pueda competir con brillantes producciones que son totalmente exteriores y no prentenden otra cosa. Hasta la música parece nostálgica de algunos films de Fellini sin nunca llegar a su espontaneidad y profundidad.

si Affleck supiera delegar en otro su papel porque la impasibilidad a veces esconde falta de profundidad. El personaje le queda grande. También algo desaprovechado Chris Cooper y una lástima que la aparición de Brendan Gleeson sea limitada. Los personajes femeninos, salvo el de Fanning, muy estereotipados

pero pudo ser mejor con ese reparto y la historia en sí...se demora mucho en la primera parte y hacia el final de la segunda las cosas se precipitan para dejarlo resuelto todo aunque de cualquier mejor; se simplifica la psicología de algunos de los personajes (Quinn) y se pasan por encima temas como la corrupción política y policial, la situación de la mujer, etc.

Ciertamente Pacino y Plummer están soberbios. Cannevale y los otros correctos. Ver desperdiciada a Bening aunque siempre imponga su categoría da un poco o mucho de rabia. Aunque se base en una vida real, y por lo mismo respetable, la narración es rutinaria con todo lo convencional, trillado y golpes bajos de la 'comedia dramática' de Hollywood. En manos de Douglas Sirk seguramente habría trascendido todos esos límites. Aquí, algunas escenas aisladas y la final están por encima de la mediocridad y los estereotipos del film. Vale la pena por los intérpretes, que son el anzuelo que me hizo picar