Empiezo la película y me choco contra los prejuicios que se ciernen sobre mí desde que vi Stranger Things. Una película que tiene aroma pero que (aparentemente) basa su encanto en dicho aroma. Sí, entiendo a Jeunet cuando se queja airadamente del largometraje añadiendo que este tiene algo de él. Huele a Amelié que apesta (independientemente de que el fruto de la queja sea otra película). Pero como decía Fernández Mallo parafraseando a Borges: "la originalidad consiste en versionar", y sí, la obra de del Toro rápidamente se hace con el timón de su mensaje, enseñándonos una historia que tiene reminiscencias de otras obras (el malo y su diálogo con la amiga de la prota bien podrían estar en Fargo) pero que se aparta de la norma. A lo largo de todo el metraje se nos van proporcionando algunas experiencias visuales que quedarán grabadas en nuestras retinas, dotando a la vieja historia de la Bella y la Bestia de una delicadeza muy difícil de conseguir. Desde hoy es mi película favorita de del Toro porque me ha enseñado que alguien, en este mundo de dinero y de reiteración de fórmulas, puede coger cosas de otra gente enseñándonos algo diferente, aportando algo nuevo y sobre todo, haciéndolo de una manera bonita. Un 9.

La gente considera que esta película está sobrevalorada y que no tiene un final a la altura de las críticas recibidas, pero esto no es así. Continuamente, oímos hablar de películas intimistas y sencillas que tienen un encanto especial, nos suele sonar a excusa para enmascarar que se trata de un tostón sin emociones, y en bastantes ocasiones es así, de hecho, vosotros me diréis cuantas veces oímos las palabras: PELÍCULA CONTENIDA para ver una mierda de emplaste estático que tiene menos ritmo que el Mclaren de Alonso. No sabéis cuanto odio lo de CONTENIDA. Es el objeto léxico favorito de los críticos de desagüe. Ahí encontramos filmes como Julieta, o para mi gusto Spothlight, que no están mal, pero... sí. Esta no tiene nada que ver, desde el comienzo la música acompaña al movimiento y la cámara va oscilando entre plano y plano, siendo la más acertada que he visto en mucho tiempo, incluso más que la de Birdman. Si nos fijamos bien, con cuatro cambios bien hechos, no echamos en falta las palabras, y eso es lo que busca Jenkins, dotando a un "mudo" de una personalidad especial.
En cuanto a la estructura de la película, personalmente me quedo con la historia intermedia, es la que más chicha tiene y la que más juega con los sentimientos del espectador. Además, considero que, en este momento, las interpretaciones son más fuertes, ahora bien, todas las partes merecen la pena.
Por último, me gustaría "reaconsejar" (soy pesado y lo sé) que vierais el film prestando especial atención a la cámara y a la fotografía y no tanto a la manera de desarrollar el guión, pues no es nada nuevo. Si seguís estas indicaciones, creo que valdrá la pena.

He ido leyendo por ahí que el capítulo es lento, que carece de profundidad, etc etc etc. Soy dado a aburrirme en demasía cuando algo me parece un bodrio, pero con este primer capítulo no me ha pasado. La entrada de Hardy ha sido increíble, su interpretación y la personalidad que demuestra en los diálogos atractiva e inteligente y la construcción de los personajes que lo circundan, muy acertada. En ningún momento he mirado al reloj y quiero ver el siguiente. Me equivoqué con Westworld, que le voy a hacer, me acabó aburriendo, pero las sensaciones no son las mismas.
Le pongo un 8,5 preventivo que podrá bajar o quien sabe, subir, pero tengo buenas vibraciones.

(HAY SPOILERS EN ZONA NO SPOILER) Obra redonda de principio a fin. Lars von Trier con una cohesión que da miedo, nos enseña el terrible resultado que se manifiesta tras la toma de poder de un individuo. En la película observamos dos resultados a dos cesiones de poder: el primer resultado, producto de la cesión de poder de Kidman hacia el pueblo, que acaba desastrosamente, ya que dicho pueblo (Dogville, pueblo de perros) sintiéndose soberano por una vez, decide abusar (literal y no literalmente) de Kidman, y el segundo resultado, producto de la cesión de poder del padre de Kidman hacia la propia Kidman, que acaba en masacre. A mi modo de ver esa es la lectura, y la manera de plasmar la idea que se trata de transmitir es inmejorable, un 9.

A quién no le viene a la cabeza Metrópolis de Fritz Lang cuando se comienza una serie de cariz futurista, y a quién no se le viene a la cabeza Deadwood cuando se comienza una serie que trata el western clásico con, obviamente, medios y directores modernos. Es mucho decir sí, pero esta serie tiene un poco de todo eso, tiene un poco de Metrópolis en la irreverencia del tema y sobre todo en la idea inicial, lo único que se puede criticar, y sí, tiene un poco de Deadwood en la retórica, en la atmósfera y en el ritmo. Lo nuevo y lo antiguo, lo frío y lo caliente, el bien y el mal, la libertad contra la opresión y sobre todo esa macroestructura a lo Show de Truman que está claro que debe explotar en mil pedazos, todo esto parece que va a ser Westworld, y aunque me equivoque y se aleje de las gigantes que he mencionado, con que les llegue a la suela de los zapatos merecerá la pena verla. Un gran primer capítulo.