Vï hace muchos años "El declive del imperio americano" y casi no me acuerdo, con lo que realmente no puedo emocionarme ni sorprenderme con la baza de los años transcurridos a los mismos personajes. Afronto la película, pues, como algo independiente.

Y lo que he visto me parece por un lado original y entretenido, que ya es bastante, con un ritmo aceptable, un guión ágil.

El problema que hace que no me identifique con la película es el tono irreal de la película, parece un capricho de pedantes de clase alta, con mucho dinero del que disponer para lo que sea: heroína. habitaciones privadas, sobornos, etc. Eso sí, todo de muy rollo, como la relación de la mujer con las amantes del moribundo, o la banalización que se hace de la adicción a la heroína. (ver spoiler)

En resumen, como película le doy un aprobado, pero lo que narra me parece una solemne tonteria.

Tenía altas expectativas en esta película, de la que siempre había oído hablar muy bien. Después de verla, la verdad es que sin disgustarme ni mucho menos, me ha decepcionado un tanto.

El tema es atractivo, el guion está logrado, los giros el mismo son atractivos y mantiene el interés. Bueno, el final me ha decepcionado un tanto (no desvelo nada), no está a la altura, es muy vulgar.

Pero de guion solo no vive una película y aquí está el problema: la realización es de telefilme ochentero, no tiene garra ni ritmo, le falta alma, las escenas no están bien resueltas y sobre todo la dirección de actores o simplemente, la elección no es nada adecuada. Si bien Joe Mategna y algún secundario mantienen el tipo, la actriz protagonista me resulta nefasta, creo que consigue lastrar toda la película. Es inexpresiva (y no lo requiere el personaje), no trasmite ningún sentimiento, ninguna emoción, fatal. Lo mismo que las escenas con la señora mayor que da clases en la Universidad: un personaje que sobra, no aporta nada, sobreactuado cuando no se requiere ...

En cualquier caso, la película se deja ver y es entretenida, si no se va con demasiadas expectativas

Western en el que lo más destacable es lo valiente de su mensaje, ya que supongo que es de las primeras películas en las que al pueblo indio se le presenta con diginidad y se expone lo que fue claramente un genocidio.
Mención especial merece la caracterización de Burt Lancaster como apache. Por un lado, resulta un poco ridícula ya que lo que ves es un blanquito con ojos azules, pintado de oscuro y con una peluca con trenzas. Sin embargo, el genial Burt dota a su personaje de tal fuerza y credibilidad que se te olvidan esos errores y te crees realmente al personaje.
En resumen, Western recomendable, que sin ser nada del otro mundo, te deja un buen sabor de boca.

La película tiene una factura técnica impecable, unos correctos actores, etc. Pero es lenta, aburrida y tremendamente liosa. Soporífera.
En ningún momento te metes en la película, tienes la sensación de que algo te estás perdiendo, de que no te estás enterando de la fiesta, pero no hay manera, todo es tan lioso, tan lento, a fin de cuentas, está tan mal contado, que es imposible que entres en el argumento y puedas seguir la película.
Creo que he estado toda la película con la misma cara que el padre de la película, con cara de no haberme enterado de nada.

Y encima es que ni siquiera da miedo. Lo de la niña con los pelos largos y grasientos encima de la cara está tan visto …. Debe haber en los países asiáticos overbooking de estas niñas, porque salen en todas las películas. Igual es la misma siempre.

Olvidable película por tanto, solo apta para los muy amantes del terror oriental.

... y ha dejado los restos solamente. Eso sí, los restos están envueltos en papel de regalo.
Esos restos son los que nos hemos tragado los espectadores: una película plomiza, incomprensible a mis básicos ojos, desagradable y, sobre todo, y es lo peor, aburrida.
Dicen que esta película es pretenciosa. No lo sé, para eso habría que saber qué pretendía Cronenberg; en mi opinión, simplemente es un truño.
Y el papel de regalo: las correctas y esforzadas interpretaciones de Paul Weller y Judy Davis, la fotografía y la estética de película de cine negro clásico y poco más. Ni siquiera las extrañas imágenes consiguen sorprender o turbar (como suele ocurrir con David Lynch, por ejemplo) más allá de los primeros minutos.
En resumen, que a pesar de mi admiración por David Cronenberg ("Promesas del Este" me parece de lo mejorcito de los últimos años) no remiendo esta película a nadie.