¡Qué decepción!

En alguna crítica mencionan la cámara subjetiva. No hay tal. Con cámara subjetiva vemos lo que ve el personaje. Aquí lo vemos a él, bien de cara, bien de espaldas, casi no hay planos generales.
Lo peor es el guión. Si el punto de partida es interesante, el desarrollo va de mal en peor. La obsesión del protagonista lo lleva a resultados catastróficos pero él sigue inasequible al desaliento y la película cae en el absurdo.
La guinda final: el primer plano del protagonista levantando la mirada lentamente. En la vida real no tardamos unos segundos en levantar la vista (o en volvernos cuando oímos un ruido), pero en cine y televisión esta afectación es una plaga.

¡Qué peliculón! Las dos horas se pasan en un suspiro. Polanski va al grano, no hay nada superfluo, ni una escena, ni una frase de más. El director enumera los hechos sin enjuiciarlos, dejando que hablen por sí mismos.
No se pierdan la música de los títulos finales

No repetiré aquí la sinopsis, que se puede leer más arriba.
El tono general es de cursilería: los diálogos, los coros angélicos mientras Churchill reza., el novio de la secretaria...
La ropa de los soldados está sin estrenar (como en las películas españolas).
Para el doblje del protagonista han elegido al Viejo Universal: el que dobla a todo cuanto hombre mayor aparece en pantalla, sea cine, televisión o publicidad.
Lo único bueno, Miranda Richardson, tanto la actriz como su personaje.

Película entretenida pero un poco "merengue". Los mejores personajes son los de Judi Dench, Bill Nighy y Tom Wilkinson. El de Dev Patel es directamente bufonesco (no es culpa del actor, que hace lo que puede); también son caricaturescos Norman (Ronald Pickup) y Muriel (Maggie Smith, menos mal que es una gran intérprete).
La presentación de la India recuerda a las películas españolas de los 50 y 60 (que buenos son los pobres).
Una de las mejores frases ni siquiera es original. A Zsa Zsa Gabor le preguntaron "¿Cuántos maridos ha tenido?" y ella contestó "¿Contando el mío?"
A pesar de todo lo dicho, la película es agradable de ver, por eso le he dado un 7

Películas basada en testimonios de testigos presenciales - como la del Soldado Ryan- pero, a diferencia de ésta- está mal hilvanada.
Transmite información y no emociones. Es superprevisible.
Fallo: Al final, en 1945 encontramos a personajes con el mismo aspecto que en 1942, el tiempo no pasa por ellos.
Mélanie Laurent, muy por debajo de su interpretación en en "El concierto".