La productora A24, triunfadora de los Óscars del año pasado, con la para mí insoportable "todo a la vez en todas partes" logró este año meter esta otra cinta suya, muy estimable, entre las nominadas (mejor película y guion original).

La directora debutante Celine Song firma una estupenda película, donde además de la historia brilla la fotografía, la música y la química entre los protagonistas.

Elegante, serena, bien hecha, deja un regusto muy agradable, con personajes cercanos, bien construidos. Buen cine, con algunas escenas muy logradas, especialmente en la parte final, donde destacan igualmente las del marido americano con ellos dos. Muy recomendable.

Basada en un relato de F. Sott Fitzgerald, cuyo título exacto no quisieron tocar, esta estimable película contaba con otros muchos elementos para atraer la atención del espectador: un director sobradamente contrastado como David Fincher, un reparto de campanillas, encabezado por dos primeros espadas...

El resultado fue un gran éxito de taquilla, y 13 nominaciones a los Óscars, de los que se llevó tres en categorías de segundo nivel. La cinta se fue hasta las dos horas y media, aunque contar adecuadamente toda la peripecia vital de los dos protagonistas lo requería (gran guion adaptado de Eric Roth, también nominado).

De hecho, el resultado es mejor en el tramo final del metraje. El trabajo y la presencia de Blanchett y Pitt, el primer nivel de todos los apartados de la producción, y la muy buena labor del resto del elenco actoral, sumado a la afinada dirección de Fincher hacen de esta película una experiencia más que interesante.

No conocía a este director. Vi que estaba disponible en la plataforma de casa, leí la sinopsis y el reparto, y la vimos en familia, una decisión que se reveló acertada, pues más alla de la calidad interpretativa de Morgan Freeman y Florence Pugh, que se daba por descontada, la historia es interesante y está bien contada.

Los personajes secundarios también están bien diseñados, y permiten al director hacer al espectador reflexionar sobre temas que nos resultan cercanos, como el perdón, la culpa, la redención... sin caer en lugares comunes.

Un guion bien elaborado, apoyado en una producción modesta pero solvente, es la pieza que acaba de redondear el valor de esta película, cuyos especialmente acertados últimos minutos dejan en conjunto un buen sabor de boca. Recomendable.

De Christopher Nolan siempre se esperan grandes cosas, y esta vez tampoco ha defraudado. La historia del padre de la bomba atómica, en sus manos, prometía mucho.

Y el resultado es magnífico: apoyándose en un muy buen guion, que el director maneja con soltura, las tres horas resultan siempre interesantes: es fácil conectar con los temas, no sólo porque nos tocan de cerca, sino porque se ha evitado el peligro de hacer una cinta demasiado enrevesada.

Destacan también el diseño de producción, la factura técnica, y el amplísimo reparto de primeros espadas, con excelente trabajo de los que encarnan a los personajes principales. Muy recomendable.

La publicidad la promociona como la mejor película de Mendes, afirmación que yo no comparto, pues considero superiores 1917, Revolutionary Road, American beauty y Camino a la perdición, pero me gustó bastante.

Ambientada en el mundo del cine, al que rinde homenaje, con guion del propio director, se beneficia de la excelente interpretación de Olivia Colman (otra más), bien acompañada por el resto del elenco, con mención especial para el novel Micheal Ward.

La música de Trent Reznor y Atticus Ross, la fotografía de Roger Deakins y el diseño de producción son otras de las cartas ganadoras, junto con la emotividad y profundidad de la historia y el consabido buen hacer del excelente director. Muy recomendable.