nEl Ascenso de Skywalker toma por la calle de en medio. Nada más empezar nos muestra la amenaza prioritaria para la Rebelión: El Emperador ha vuelto. Irónicamente, esto quizá habría funcionado sin ser descabellado (existe una trama escrita por Timothy Zahn que baraja la clonación) si se hubiera trabajado en ello desde el Despertar de la Fuerza, pero debido al caos entre guionistas y directores entre películas, se hace un tanto absurdo. No sólo eso, dispone de una flota de destructores con minilasers a lo Estrella de la Muerte. De dónde sale tanta materia prima, solo Palpatine parece saberlo. Menos mal que no se les ocurrió miniaturizar el arma en el Episodio IV, o Star Wars duraría quince minutos....

Naturalmente, nuestros héroes Rey, Poe, y Finn (que la verdad no se sabe ya muy bien por qué existe aún en el guión) se enteran del pastel y convierten en objetivo detener a Palpatine antes de que aniquile media galaxia y funde otro Imperio..... de las.... cenizas de lo que quede? Mejor no darle muchas vueltas. Hay que detenerlo, punto.

2/3 de El Ascenso tratan sobre encontrar la guarida desde la que Palpatine coordinara el ataque, un planeta Sith oculto que nadie puede encontrar. Excepto si tienes uno de los dos cachivaches que literalmente te indican dónde está... En cualquier caso la búsqueda del cachivache lleva a una serie de confrontaciones entre Kylo y Ren, y eventualmente nos enteramos de que el árbol genealógico de Rey y por ende su identidad es que es una Palpatine, ergo su vínculo con la fuerza. Sin ánimo de entrar en el millón de contradicciones que esto supone para todas las películas anteriores, sorprende que existiendo la tecnología de la clonación no hayan usado eso como argumento y que Rey fuese un clon fugado de Palpatine, al cual sinceramente prefiero no imaginar fabricando un retoño...... Porque es un abuelete tan majo y salao....

Todo esto nos lleva a una serie de confrontaciones finales en las que medio Universo de Star Wars y dos turistas de Valladolid resuelven en combates épicos el destino de la galaxia. Por qué la galaxia tardó tanto en plantarle cara al Imperio, huy perdón, la Primera Orden, si había tal cantidad de naves y aliens capaces de luchar en condiciones contra una flota de destructores, en fin... Estarían viendo Netflix, a saber.

Aparte de los obvios vaivenes de guión mencionados hasta ahora, el más problemático vuelve a ser la Fuerza. No sé qué hará Disney en el futuro cercano, pero espero que una de ellas sea un "Manual de la Fuerza: qué puede y qué no puede hacer la Fuerza". Por ejemplo, la Fuerza debería estar lo bastante definida en sus limitaciones, y estas no deberían poder romperse para cubrir falta de creatividad en el guión (en la industria lo llaman magia). No puedes de repente desarrollar el poder de curar con la Fuerza cualquier herida y hasta resucitar. Por qué? Pues básicamente porque te hace preguntarte por qué tuvieron que morir tantos personajes durante 9 películas si existía esta posibilidad. La potencia de la Fuerza es también peculiar. Unas veces los personajes levantan rocas, naves, etc. De repente Palpatine tiene más electricidad que Endesa y fríe la flota Rebelde más tocha que se haya visto, para que después Rey deflecte ataques similares y lo remate.... Coherencia, cohesividad.... Plis.... En cualquier caso, esto ha acabado (por ahora).

No es que sea fan megapuntilloso, pero pertenezco a una época en que Dark Crystal la película formó parte de mi infancia. Así que ver tantas alteraciones te deja perplejo, sobre todo cuando parecen escogidas de un modo arbitrario:

- Queda establecido de varias maneras que los Skeksis vienen de otro mundo. Dado que la serie empieza mostrando que al menos un clan Gelfling custodia y protege el "castillo" que en realidad vendría a ser la nave en que llegaron y donde se custodia el Cristal, que SI es parte del mundo natal de los Gelfling, pues no se qué pensar. A lo mejor los Gelfling no son tan listos como pensaba....

- Hablando de los Gelfling, son con diferencia los que peor salen parados del tratamiento. Los clanes tienen serias diferencias entre ellos siendo arrogantes y hasta chulescos entre ellos. Dark Crystal puede tener muchos matices pero es la base de una historia en esencia simple. Los buenos o puros Gelfling contra los malvados Skeksis. Tampoco se entiende muy bien cómo se supone que los Skeksis dividen a los clanes para que desconfíen entre ellos. Igual es algo para contar en otra precuela de mil años atrás, pero vamos, no parece que los Gelfling en esta historia necesiten mucha motivación para desconfiar entre ellos....

- Por desgracia para la serie y el espectador, una de los elementos clave de los Gelfling no se puede eliminar: la capacidad de compartir memorias de manera colectiva mediante un estado de "sueño" al hacer contacto con las manos. Debido a la trama, se nota a la legua que los guionistas hacen lo imposible porque este rasgo sea ignorado hasta el absurdo por todos los Gelfling involucrados. Si no, la serie duraría dos capítulos claro. Si ya de por si la serie alarga capítulos de relleno con "conflictos" entre Gelfling, lo del estado de sueño directamente frustra. Sobre todo cuando los Skeksis convencen durante media serie a los Gelfling que pueden sufrir efectos adversos si lo intentan..... O sea, que los Gefling se creen lo que les diga una raza ajena a la suya sobre el uso de un don que tienen de nacimiento..... oooookayyyyyy..... Había dicho antes que los Gelfling no parecen muy listos en la serie, verdad?

- Al comienzo de la historia se narran cosas que no tiene pies ni cabeza con el canon. Ni los Skeksis tienen nada que ver con la creación del cristal, ni jamás construyeron el observatorio de Oh-gra. De hecho nada explica de modo satisfactorio cómo de la noche a la mañana un ser ajeno a ese planeta, que era uno solo (el urSkek) se divide en dos, se erigen dirigentes, son claramente malvados y/o perversos y todos parecen estar de acuerdo en el modo en que ejercen su tiranía.... estaba todo el planeta Thra de parranda ese día y sufrieron amnesia? Y por cierto, proteger al cristal de qué? de los alemanes???

- Hay algunas inconsistencias menores en la biografía de personajes. Se nota sobre todo con los Skeksis, que al ser una raza extremadamente limitada en número están bastante bien detallados en compendios, etc.

- Algunos personajes (Gelfling nuevamente) rozan el histrionismo psicológico. En una subtrama, una princesa Gelfling cambia de rencillas entre hermanas, a venganza furibunda y traición a su clan, a heroina redentora, a..... Dios sabe qué más. He visto trastornos de personalidad múltiple con menos cambios que algunos de los perfiles de los Gelfling en la serie. Vale que hay que crear drama pero por dios, es imposible tomarse en serio dicho drama con estos vaivenes.

Para ser justos algunos de estos huecos vienen del material original. Y bueno, al menos se ha intentado llevar este universo a cabo en formato serie (con segunda parte abierta en teoría). A ver como termina.

Cuando digo que no veremos algo como esto en un tiempo, va en serio. Cómo ha convencido Todd Philips a DC y Warner Bros. para hacer una historia sobre un personaje tan icónico de un modo tan personal se me escapa. Lo positivo es que el Joker nunca ha tenido una historia de origen clara, por tanto es válido hasta cierto punto experimentar. Para ser claro, Joker es más sobre una persona que ya tenía problemas mentales y que se transforma en algo peor. La película no tiene interés en contarnos nada sobre género superheroico ni sobre el payaso del crimen.

Y funciona. A menudo te preguntas qué motivaciones tiene el personaje durante toda la historia. Y siempre hay un toque de peligro o amenaza de fondo. Es posible que sea aposta, pero el maquillaje por ejemplo es muuuuy parecido al que usaba John Wayne Gacy, el asesino. De algún modo Joaquín Phoenix consigue crear un personaje que a veces hasta nos caerá simpático. Pero difícilmente es un personaje que alguien pueda identificarse. Al final es la manera en que la gente interpreta las acciones de Joker y lo encumbran a símbolo lo que da miedo.

Me parece increíble el descaro de usar a Katee Sackoff como reclamo para que incautos que vean trailers se pongan a ver este remedo de serie.

La serie es una incoherencia tras otra, intentando generar un drama de un modo tan torpe que difícilmente es creíble. El episodio piloto pasa directamente del aterrizaje del artefacto alienígena, a misión en el espacio exterior, a un motín... Ni siquiera se explica por qué se piensa que el artefacto es una amenaza, pero todos actúan como si fuera a erradicar el planeta en cualquier segundo. O quizá sí lo explican, pero hay tal énfasis en centrarse en las diferencias e histrionismos de la tripulación que difícilmente sabes qué ocurre. El debate moral de muchas situaciones es tan elemental que da más risa que otra cosa.

No voy a seguir más, porque no vale la pena. Pero ver este producto, y otros que han salido en el pasado, me hacen pensar si es que Netflix cubre algún tipo de cuota con estos bodrios. Meses atrás el arquetipo era el de pueblecitos idílicos en los que hay un suceso (un crimen, niebla misteriosa, ataque alenígena, etc), y de repente todo el pueblo resulta que son personas de dudosa reputación moral, con esqueletos en el armario, Jack el Destripador, etc... No pido que los guionistas escriban la gran novela americana, pero sí que vayan más allá de crear personajes con el libro de los arquetipos psicológicos al lado y se saquen estos psicodramas como churros que no van a ninguna parte.

No sé hasta qué punto Ari Aster ha respetado los ritos en que se basa Midsommar del solsticio de verano, pero en el fondo tampoco importa mucho. Lo importante es que la comunidad cree firmemente en ellos, y para ellos es su realidad y la normalidad. Esta aceptación por parte de la comunidad de Midsommar consigue en todo momento hacerte sentir inquietud. Y es clave para disfrutar la película. Porque si no se entiende de primeras que la comunidad no son unos chalados, y que los sacrificios/ofrendas que han traído jamás saldrán de allí, probablemente nos parecerá un ejercicio de futilidad documental.

Hay mucho trasfondo psicológico de manipulación y sugestión en todo momento, a veces amparados en convenientes ritos religiosos, y en parte con el uso de sustancias y drogas que anulan la voluntad o alucinógenas. Si alguna vez habéis estudiado sobre la etapa de fervor religioso, comunas y psicotrópica de EEUU en los 60, algunos de los temas de Midsommar serán inquietantemente familiares.

A cierto nivel Midsommar juega también con la idea de la manipulación en gente con problemas que son captadas en comunas que les "ayudan" a integrarse. Pelle, el amigo sueco que convence a los protagonistas de ir al "festival" y que luego resultan ser ofrendas lo dice bien claro desde un principio: he traído a las personas perfectas. Gente insegura, llena de dudas, emocionalmente manipulables y en el caso de Florence Pugh (Dani), un trauma familiar que sirve como crisol para transformarla y eventualmente convertirla en parte de la comunidad.

Es una película larga, pero realmente creo que habría sido difícil explicar lo que sucede y el desenlace sin todo el recorrido que hace. Aún así, hay ciertos detalles que tendré que repasar en visionados posteriores. Como ya dije, Midsommar será una película que probablemente no llueva al gusto de todos. Pero me parece que su tema y dirección permanecerán más en nuestra memoria que otras pelis con un estilo de terror más genérico.