Primorosa recreación de un tiempo de este país.
Excelente composición de personajes, con especial acierto en ese canalla romántico interpretado a la perfección por Oriol Pla.
Deja huella ese "Justo Gil", caradura, trepa, Pijoaparte, Lazarillo, de una España de cochambre y miedo en la que florecían los miserables y las flores del mal.
Magnífica envoltura musical para sumergirnos en la melancolía del pasado.
¿Lo he dicho ya? Estupenda.

¿Es una película de terror? Pues aterra muy poco
¿Es una película de fenómenos paranormales? Pues ya hemos visto infinidad de veces la clásica ouji, o tablero de los espíritus, de un modo más turbador.
Por otro lado, si tienes una familia donde el padre, la madre, el hermano, la hermana, la abuela y hasta el perro han sufrido toda suerte de insólitas calamidades, de peligrosas paranoias y trágicas demencias, lo normal es que tu vida recoja semillas de fatalidad, así que nada sorprende, nada sobresalta. ni siquiera con la ayuda de una música que "ambienta" el mal que acecha a cada momento.
En fin, interesante, sin duda, pero nada excepcional, nada de lo que uno se vaya a acordar al cabo de un corto tiempo.

Hasta los más reputados artistas, emborronan su trayectoria.
Hasta genios como Picasso hacían a veces alguna mamarrachada.
Godard no es ningún genio y ha echado algunos otros borrones a su cinematografía, y se ha despachado con alguna otra mamarrachada pero es un "autor" y hay que consentirle estas pifias, catalogarlas de una profundidad de la que carecen, concederles un prestigio y un crédito que no se han ganado como narraciones del séptimo arte.
Una bagatela con firma.
Un descalabro "prestigioso".
Una pérdida de tiempo.
Una idiotez.
Una bobada de "qualité".

A ver, a mí las diatribas filosóficas y las exquisiteces éticas, las prefiero en los ensayos literarios. A las películas les pido algo más de transparencia, que las imágenes no se conviertan en áridas páginas de un libro para eruditos.
Laaaaarga y monótona como un día gris. Ni siquiera hay un final que nos sacuda el sopor de las dos horas previas.
Para pacientes. Para aficionados a la especulación moral...o a mirar las musarañas.

Magnífica.
Ya han desgranado otros usuarios las virtudes de esta brillante miniserie, un virtuoso ejercicio de talento narrativo y cinematográfico.
Cada aspecto de la obra destella como oro viejo. Hay en cada plano y secuencia un resplandor del legendario Oeste mirado con los ojos del presente, y todo refulge pleno y vivo. Se paladea el polvo y la sangre, se galopa el majestuoso paisaje, nos enamoramos y nos encoge el miedo, vivimos las historias que nos cuentan con el corazón emocionado y escuchamos el poder de las palabras en esos territorios y vidas difíciles con el asombro que se siente ante la grandeza de un género imperecedero que enfrenta, sin piedad ni perdón, a justos y pecadores.