Veo con tristeza una crítica de esta película, de una persona que seguramente no ha participado en una despedida de soltero en la vida, y crítica desde la ignorancia. Para mí, es básico antes de ver y/o analizar una película de este calibre, haber participado en una de ellas. A partir de ahí, todo lo que se refleja en esta cinta en mayor o menor medida nos refleja las situaciones que se producen en ellas, el novio acongojado ante las bromas que le esperan, de mayor o menos gusto según el orígen gañán o cosmopolita del grupo, el colega que va de guaperas, el que tiene que mentir a la novia estúpida para poder acudir a lo que realmente quiere hacer y librarse por unas horas de su existencia, el soltero treintañero que ya arrojó la toalla en la búsqueda de pareja y se ha convertido en un friki, en fin, la "manada del lobo solitario al que se le unen otros lobos" (como bien se explica en la cinta) las risas, las copas y el ambiente de cachondeo total están asegurados. Un consejo: las cámaras de fotos estan prohibidas en las despedidas de solteros que se precien de serlo. Por lo demás, todo excelente.

Por favor, los que no tengáis sentido del humor, evitad perder el tiempo haciendo crítica a esta película, y sed felices que la vida son dos días, hombre...


Maravillosa

No sé, pero me volví mejor persona, disfruté mas de las pequeñas cosas, aumentó mi autoestima y mi capacidad de raciocinio. Las lecciones que nos ofrece Summers alcanzan su punto álgido en esta cinta. Las situaciones por chocantes, demuestran un gran sentido de anticiparse a problemas y la resolución natural de los mismos por la gente que es grabada. Se trata de una pequeña joya del séptimo arte que los verdaderos cinéfilos deberían visionar una y otra vez, junto con sus dos predecesoras de las que hago en su momento la oportuna revisión.

Si queréis cambiar vuestra vida y disfrutar de un mundo nuevo de sensaciones, ésta es vuestra película.

El maestro del drama Moreno, vuelve a dejarnos una joya dentro del género de las series televisivas, menor en comparación con el cine, pero obra maestra en cuanto a plasticidad.

Los temas, los guiones, los decorados, la capacitación moral de los actores, todo está perfectamente planificado y ofrece al amante de la formación a través de los medios audiovisuales un elenco de frases, juegos de situación, agudos comentarios, anécdotas jocosas y diálogos ingeniosos que harán las delicias del espectador ávido de algo nuevo.

Creo que al menos han salido a la venta la primera temporada, la cual tuve que encargar en mi establecimiento habitual, para recibirla el día de su estreno, debido a que se desbordaron las peticiones y se agotó de inmediato. Los extras, muy completos e instructivos.

Gracias, Moreno. Un ferviente admirador.

Una auténtica joya para disfrute de los sentidos. Original, divertida, con una banda sonora excepcional, llena de guiños en los juegos de palabras, hay de todo para pasar hora y media de diversión sin otra preocupación que seguir a los Beatles en su viaje de paz y amor.

Con todas estas premisas me pregunto cómo es posible que esta película esté descatalogada por el distribuidor, siendo lanzada en formato DVD en 1999. Me parece un error monumental y desde aquí aprovecho para exigir que se reedite.

Lamentable. Así podemos catalogar este engendro cinematográfico. No he leído el libro anteriormente, pero como sea tan aburrido como la película no lo haré nunca. Además se ha demostrado que afortunadamente en 1984 no ocurrió nada parecido a esa estúpida profecía de que íbamos a tener un señor tan feo observándonos en todo momento y controlando hasta los sentimientos.

Al tema, en todo caso, dejando a un lado el mediocre argumento en el que se basa, la película podía haber estado bien hecha, pero no. Los actores contribuyen al desastre total con unas interpretaciones vanas, inócuas y sin chispa. Suzanna Hamilton se podía depilar un poco para variar, John Hurt aun parece no haberse recuperado del todo de cuando le salió un Alien del pecho y el señor Burton pues mereció una despedida algo mejor a su carrera.

En fin, que a cualquiera con un boli en la mano que garabatea le llaman escritor y crea escuela.