Al pertenecer esta película a una trilogía puedo valorarla y compararla con las otras dos que forman esa trilogía y lo primero decir que coincido con todos los que la colocan como la peor de las tres. Una vez dicho esto paso a comentar la película.

En primer lugar decir que me parece una de las películas más previsibles que he visto últimamente. Nada de lo que vi en pantalla me sobresaltó o me mantuvo intrigado a diferencia de las otras dos anteriores en especial la 2ª claro, siendo una potente película pero tampoco para elevarla a los altares de la historia del cine como suele estar pasando últimamente, pero eso es otro tema. Esta parte final de la trilogía el mayor problema es que son son todo escenas mil veces vistas, frases mil veces oídas y personajes que los conocemos mejor que a nuestra familia, previendo cada acción, gesto y frase que ejecuten.

Nada imprevisible, nada arriesgado, nada sorprendente, nada que me generase una emoción que no fuese apatía hacia la película, quizás salvaría ciertas escenas con similudes a nuestra decadente sociedad igual que la de Gotham. Pero todo en general es una mediocre y ruidosa coreografía. Con unos actores que en su mayoría ejecutan esa coreografía de manera bastante floja excepto un Tom Hardy que se desenvuelve bien incluso teniendo una máscara que cubre su rostro durante toda la película. Unos Bale, Oldman, Caine, Freeman flojos, aunque Hattaway y Levvit aprueben hay después una Marion Cottilard con un personaje ridículo en una actuación que roza lo ridículo, nunca me ha gustado como actriz. Y después tenemos a un Nolan dirigiendo este baile de manera bastante ramplona y vulgar.

No esperaba más que ver una película de acción de superhéroes y eso es lo que encontré. Lo mismo esperaba cuando fui a ver TDK (la anterior de la trilogía) pero cuando la vi, encontré algo distinto. Y como la otra gran película actual de superhéores que es Los Vengadores al igual que cuando fui a ver TDKR buscaba esa diversión sin más pero no la encontré y lo que es peor no vi nada nuevo ni diferente, aunque en Los Vengadores al menos si encontré esa diversión simple y evasiva. Simplemente encontré una película grandilocuente, excesiva, previsible y bastante mediocre en muchos aspectos.

Imagínate que Leni Riefestahl viviera hoy en día, posiblemente viviría en Hollywood en una lujosa casa de Sunset Boulevard codeándose con otras celebridades y leyendas del mundo del cine. Asistiendo a sus galas benéficas, ceremonias de los Oscars y fiestas, con algún roce con Spike Lee y cierto tirón de pelos con Natalie Portman. Pero cosas sin importancia. Y que en una soleada mañana de verano mientras doraba al sol su escultural cuerpo germano, viene a su mansión un astuto productor conocedor de sus espectaculares películas sobre sus amigos los nazis. Tras invitarla a un exquisito almuerzo en el restaurante de moda de Hollywood, el productor le ofrece el guión basado en una novela sobre una imaginaria guerra entre bichos interestelares y humanos.

La Riefestahl leyó el guión entusiasmada y empezó a construir la película en su cabeza mientras las líneas del texto se sucedían. Se imaginó apuestos soldados luciendo sus musculosos cuerpos, agitando sus banderas, también bellas y poderosas mujeres dispuestas a combatir y machacar todo insecto viviente al igual que cualquier hombre. Además de Regios oficiales vestidos con elegantes uniformes diseñados por la casa de moda Hugo Boss. No faltarían colosales escenas en las que las masas asisten a imponentes desfiles y discursos gloriosos. Y todos ellos unidos en defensa de la patria intergaláctica contra un enemigo común. Los bichos.

Pues así se debió imaginar Paul Verhoeven cuando hizo esta película. Pero Verhoeven además de todo lo que ideó al gusto de su imaginaria Leni Riefestahl, añadió un humor bizarro propio de la serie B, además de tener inteligencia con un punto de saña, lo cargó de acidez. Ingredientes que se unieron para crear una película de culto que no todos han sabido apreciar.

El cine por lo general lo entendemos como si fuese una novela escrita con imágenes.

Fue D.W Griffith quien revolucionó el lenguaje cinematográfico para contar historias acercándose a la novela. Pero antes los Lumière lo crearon y registraron la vida con sus cámaras. Y fue Méliès también antes que Griffith quien hizo magia con las imágenes. Eisenstein creó los más grandes y espectaculares filmes propagandísticos. Otros cultivaron el cuento a lo largo de la historia del cine. Muchos otros la comedia o la tragedia. Algunos como Tarkovsky se atrevieron a llevar la poesía al cine. La intriga perteneció a Hitchcock. Unos pocos como Buñuel construyeron sus películas con el lenguaje de los sueños. Incontables cineastas hicieron basura, Michael Bay además de eso hizo ruido. Unos pocos, obras de arte y Bergman fue el más grande de todos. Chris Marker llevó el ensayo en el cine a través de imágenes, sonidos y palabras.

Pero en este ensayo Chris Marker consiguió que veamos la magia en las imágenes, también un registro de la realidad. Chris Marker además buscó despertar nuestro sentimiento revolucionario como Eisenstein. Nos hipnotizó como a un niño cuando le cuentan un cuento. Nos paralizó con su intriga. También consiguió transportarnos a un mundo onírico. Nos maravilló con la lírica de sus imágenes. Al igual que Bergman nos conmovió y nos hizo reflexionar. Chris Marker hizo arte pero los maullidos de sus gatos hicieron mucho ruido. Marker decidió esconderse en ese ruido que llena la red. Y seguirá oculto mucho tiempo tras sus gatos.

El señor Kopfrkingl es el eficiente y pulcro regente del cementerio de la ciudad, él resume su profesión como si fuera un panadero, pero el no hornea harina y levadura, sino personas.

Para conocerle mejor os diré que vive con su maravillosa mujer y sus maravillosos hijos en su esplendida casa, con un cuarto de baño precioso. Adoran visitar el zoo local en familia. El señor Kopfrkingl además de ver bellos animales con su familia tiene una particular visión de la muerte como salvación del ser humano ¿Os va recordando a alguien?. También es un poco hipocondríaco, la pureza de sangre le parece vital, confía en las leyes de su nación ya que le permiten ejercer su profesión necesaria para el tránsito de almas. Es un apasionado del arte y la música. También le encantan las mujeres guapas, rubias a ser posible. Le apasiona todo lo relacionado con el Tíbet y el budismo, eso sí hay veces que tiene ciertos delirios de grandeza, cuando tiene un micrófono delante y estando en público sobre todo, además de estar convencido que nos salvará a todos de los males de este mundo.

Si te interesa este señor deberás ver la película. Decir queda que hay una escena en la que se resume la industria de la muerte nazi mientras se ven pinturas del Bosco de una intensidad inusual y cargada de un surrealismo genial. Al igual que toda la película y todas las increíbles pinturas del Bosco.

Extenso y sentido homenaje a esas voces, que han vivido con nosotros desde nuestra infancia pero que nunca les pusimos su verdadero rostro. El Documental es bastante agradable compuesto por numerosas entrevistas a voces míticas.

Eso a un lado, en el otro está la desvirtuación del texto original, y no hablemos de la censura en tiempos de Franco no olvidemos además que uno de los motivos por los que no seamos bilingües como el resto de Europa sea nuestro querido doblaje. Pero lo que de verdad importa y me duele es la aberración que supone el doblaje. Destruye la actuación del actor original y se le convierte en un mero muñeco eliminándole su voz, su alma.

Esta muy bien que se haga este monumento a esos artistas que lo son, no lo niego, que ejercen en la sombra lejos de la fama de los actores a los que ponen voz. No pongo en duda la buena fe y su talento, pero no nos engañemos el doblaje no debe existir.