La había visto hace años, pero ni siquiera hice valoración. Hoy de nuevo la revisé, me gustó tanto como la primera. Tiene sentido del lugar, de lo que allí sucede. Los acontecimientos se muestran de la manera que se producen...

Sobre Julia Garner, recae todo el peso de la película... un acierto de casting; su interpretación nos atrapa, al mostrar con meticulosidad y entrega, el trabajo de debe realizar. Transmite ese lado sumiso de quien lo entiende todo, aunque muchas de las cosas que suceden no las comprenda.

La vida es eso y Kitty Green, su directora ha sabido trasladar con acierto esos instantes extremadamente cotidianos, sin resultar aburridos u ordinarios.

Oriol Pla es un fantástico actor que descubrí hace años en la serie "EL DÍA DE MAÑANA" Dirigida por Jaime Rosales, "Girasoles Silvestres", ahonda con sincera maestría en las relaciones de pareja, sus complejidades, falta de objetivos, negación a superar dificultades.

Julia va saltando de pareja en pareja, sin definir su necesidad real; se gestiona desde una profunda inmadurez emocional, arrastrando dos hijos pequeños en medio de su inestabilidad.

Muy representativa de los tiempos actuales, donde la falta de compromiso, de objetivos, son una lacra para conseguir solidez y continuidad.

Su planteamiento inicial fue bastante sobrio, con escaso calado, diálogos carentes de trascendencia, enmarcados por relaciones superficiales que daban una visión muy pobre en conjunto.

A medida que los minutos pasaban y Rob conoce a Hugo, de pronto entablan un vínculo desquiciante por el comportamiento disfuncional del propio Hugo y los miedos de Rob. La película avanza hacia una relación tóxica, donde ninguno de los dos encuentra su centro en el otro.

¿El final? Tendrás que verla, no pondré nada en spoiler.

Las historias están bien ensambladas... tratan distintos casos que van desde la ciber delincuencia, hasta el sexo online. Se producen saltos entre una y otra trama, pero no resultan abruptos.

Tiene suficiente potencial, acompañado de sólidas interpretaciones; siempre avaladas por un conjunto creativo y satisfactorio. Durante los minutos finales, la tensión aumenta pegando un empujón necesario. No emplea tiempo en secuencias superfluas.

Con Jennifer López, en pleno esplendor profesional, NUNCA MÁS, semeja un telefilme cuidado, pero el cual no se aleja demasiado de las producciones para televisión.

Carece de esa energía necesaria y a la vez convincente, pues no inquieta, resultando un tanto maniqueísta en la utilización de la niña, por otro lado absolutamente sobreactuada. No existe análisis punzante o crítico del maltrato a que es sometida la protagonista, que incluye en algunas escenas a la criatura.

En resumen: adolece de credibilidad por la mala gestión del ritmo y concreción.