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Críticas 4.566
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
4
17 de julio de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A vueltas con las copias, remedos y similares, "Blitz" te suena a un intento de hacer pasar a Jason Statham por Bruce Willis en "La Jungla de Cristal" o, concretamente, en "El último Boy Scout". Cosa muy distinta es que el intento cuaje en una película buena, que no lo es, o que el héroe logre tener la presencia del susodicho, que tampoco la tiene. Se me antoja que el director trata por momentos de imitar a "El último Boy Scout", no sólo en su sargento Brant sino en tramas que aquí te parecen fuera de lugar pero que se introducen para que fuera igual a la obra que dirigiera Tony Scott. Me refiero concretamente a la historia de la compañera negra (SPOILER 1).

Así, Elliott Lesler con una historia tópica, pobremente concebida y bastante plana, confía en el carisma de Jason Statham para sacar adelante la película. El hombre se esfuerza pero está a años luz de la magia de un John McClane ("Jungla de Cristal") o un Joe Hallenbeck ("El último Boy Scout"). De todos modos hay que decir que el paralelismo entre los personajes no deja de ser superficial. Puede que los tres sean duros, valientes y que estén un tanto quemados. Pero luego Brant es demasiado brusco, violento, chulo, quiere quedar siempre encima, vacila a todo el mundo y no tiene gracia. En cambio McClane o Hallenbeck es mucho más cínico, irónico, divertido, es más educado, es más correcto, no le importa no quedar bien o hasta que se rían de él, no vacila si no es por necesidad, etc. La diferencia se puede apreciar en la escena del bar (SPOILER 2). En resumidas cuentas, Brant es un macarra y McClane o Hallenbeck es, a su manera, todo un señor, un verdadero héroe al que puedes admirar.

Por su parte uno no acaba de simpatizar con Brant y no sólo por lo que he dicho antes (y me dejo otras cosas como sus preocupantes vacios mentales en los que se queda en blanco) sino por su agresividad incontrolada. No sólo por el final, bastante tremendo (SPOILER 3) sino porque es él mismo el que precipita los acontecimientos (SPOILER 4). Por otro lado, el propio Stratham parece que está totalmente desaprovechado: no hay apenas peleas, tiroteos, persecuciones o cualquier acción por la que se ha hecho famoso ¿Para esto lo querían?

No puedo dejar de apuntar que buena parte del "éxito" de "Blitz" está en Aidan Gillen, el magnífico actor que interpreta al asesino. Su actuación es tan buena que Blitz consigue dar miedo. De hecho su presencia es de tal calibre que creo que roba protagonismo a Brant. Por otro lado, es una pena que un actor de ese nivel, con esa presencia, esa elegancia se tenga que conformar con papeles de malvado en películas de escasa entidad como esta. Yo, que lo descubrí en "Lorna Doone" dando vida a uno de los villanos más atractivos de la historia del cine, Carver Doone, me quedaré con las ganas de verlo dando vida a Spike, de "Cowboy Bebop" en la versión cinematográfica que debiera rodarse, aunque fuera en uno de esos mundos paralelos que seguramente han de existir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
SPOILER 1: El paralelismo entre las dos películas en este apartado resulta evidente: En "El Último Boy Scout" el protagonista se hace amigo del chico negro cuya novia muere y que se droga. En "Blitz", es una policía negra, el que muere es un vecino al que trata como un hermano menor y también se droga. En ambas, la reacción del protagonista cuando se entera de esto último es casi la misma.

SPOILER 2: Cuando le dice el camarero a Brant que no le puede poner el whisky porque está cerrado, este le vacila, le "obliga" a que se lo ponga y luego ni siquiera le paga. En su lugar Hallenbeck le hubiera pedido el whisky y el chico se habría negado. Entonces se habría dicho: "Bueno, me fumaré al menos un cigarrillo". Miraría el paquete y no le quedaría ninguno y diría "Vaya, hoy no es tu día de suerte".

SPOILER 3: Que a sangre fría mate al asesino, simplemente porque no pueden aguantar la frustración de no poder atraparlo es inquietante. Porque no lo hace en defensa propia, porque no tenga otra salida, en un arrebato de furia o por una venganza personal, sino simplemente porque es más chulo que nadie.

SPOILER 4: Parece que Blitz, un pillado delincuente de poca monta, queda traumatizado por la brutal paliza que le propina Brant, hasta el punto de ser el detonante a partir del cual planea su venganza contra la policía. Te da la sensación que esa psicopatía latente se dispara precisamente por su acción de Brant. Sin embargo a Brant esto le importa un rábano, lo cual no deja de producir malestar al espectador.
18 de junio de 2024 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece que con Richard Pryor y Gene Wilder nos encontramos con una de esas grandes parejas del cine, al estilo de Andrés Pajares y Fernando Esteso, o bien, con más glamur, Fred Astaire y Ginger Rogers, pero en realidad sólo fueron los protagonistas de cuatro películas. O para ser más exactos, tres y media en tanto que en "El expreso de Chicago" (1976), Jill Clayburgh es la acompañante principal de Wilder. En cualquier caso, lo que tenemos es una comedia que en su momento gozó de cierta popularidad, aunque no fue ningún taquillazo, fue la número 27 a nivel mundial, pero que no deja de ser un producto endeble. Quizá la nota más curiosa sea la presencia de un casi novato Kevin Spacey, que tras alcanzar el estrellato, ahora está pasando por momentos muy preocupantes en lo económico, en lo profesional y personal, con juicios y acusaciones de acoso y agresión sexual gay.

Regresando a "No me chilles, que no te veo", de entrada la película podría ser más inmersiva, es decir, permitiendo que nos metamos en la piel del ciego y del sordo, por ejemplo, dejando a veces en negro la pantalla o en silencio. Más importante es que la historia no encuentra el tono adecuado, mezclando lo liviano con lo criminal de forma chirriante. En general, es demasiado estúpida para tomártela en serio, un montón de situaciones no son nada creíbles, pero como producto infantil hubiera valido la pena. Sin embargo, la presencia de asesinatos y sus alusiones sexuales estropean esta posibilidad. Al final lo que nos queda es una obra con dos o tres situaciones simpáticas (la fotógrafa en la comisaría) pero mayormente sin gracia, con una historia chorra y deslavazada, debido a la presencia de cinco guionistas, falsamente igualitaria con la discapacidad y por momentos, burda.
3 de octubre de 2022 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es bueno dejarse llevar por altas expectativas pero confieso con esta película he estado muy tentado. Un thriller ochentero con tan buenas críticas, a cargo del casi siempre solvente Michael Mann, no podía ser malo. A la postre, quizá no lo sea, pero me ha sabido a poco. En cualquier caso, "Hunter" es la adaptación de la primera novela de la saga de Hannibal Lecter, escrita por Thomas Harris, "El dragón rojo" (1981). O lo que es lo mismo, que viene a ser la carta de presentación del famoso asesino interpretado por Anthony Hopkins, aquí sólo esbozado, que poco después ganaría un protagonismo absoluto en la sucesivas entregas, básicamente en "El silencio de los corderos" (1991).

"Hunter" tiene cierto estilo, el comienzo me ha gustado, una estética ochentera y un aire viril de otra época que le sientan bien. Sin embargo, si se mira con cierta atención descubrimos un largometraje con un argumento limitado, ya visto, con muy poco suspense y casi nada de sangre. Mann está más centrado en la psicología del protagonista que en la pura investigación y caza del asesino, y por este camino se diluye en un relato con poco ritmo, algo pesado y con varios giros confusos o fallidos. No nos engañemos, es como "El silencio de los corderos" (1991), de hecho la novela que adapta es casi un remake de la presente, y si aquella no era una buena película ésta tampoco lo es.
17 de octubre de 2021 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Corea del Sur le han cogido gustillo al cine de muertos vivientes y después de la estupenda "Tren a Busan" (2016) nos llega, además de una segunda parte con el título de "Península" (2020), ésta de "Vivo" (2020). Aunque puestos a recordar otros trabajos algunos insisten en tratarla como una simple adaptación de la francesa "La noche devora el mundo" (2018) o directamente un remake de la norteamericana "Alone" (2020). Yo como no he visto ninguno de los mencionados trabajos, salvo el de "Tren a Busan", como no, nada puedo añadir al respecto. Así que me atendré a esta de "Vivo".

Y, sí, sin demasiadas pretensiones y con un tono más intimista le sale al debutante detrás de las cámaras Il Cho un producto solvente. Tiene algunos momentos dudosos que como no encajan y varias decisiones no demasiado inteligentes pero en conjunto se deja ver con agrado por su acción realista y la estresante situación por la que vive el protagonista. Ahora bien, hubiera sido mejor con otra persona compartiendo su encierro desde el principio, la hermana o una novia, porque de esta forma se evitaría cierta monotonía argumental y se ganaría en diálogos, tensión y calado emocional.
13 de diciembre de 2020 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como aquella de "José Martí: El ojo del canario" (2010), la presente película nos acerca a la figura del que se conoce como el libertador de Chile, Bernardo O'Higgins, pero centrada en sus años infantiles y juveniles. Esta decisión es tan dudosa como en la semblanza del cubano, por no decir equivocada, porque se supone que lo que interesa es la obra del personaje y aquí se esquiva durante casi todo el metraje. Es absurdo el enfoque pero a mí me parece que se ha vuelto a repetir porque como el homenajeado apesta, mejor mirar a cuando era un muchacho, que no puede hacer nada malo y nos ahorramos contar sus tropelías. Por ejemplo, que el tipo acabó como dictador de su país, finalmente expulsado por tirano y que, por ejemplo, estaba a favor de la servidumbre y personalmente contaba con esclavos en sus fincas. Pues nada de esto sale aquí, por supuesto.

Porque al final, no nos quede ninguna duda de que "El niño rojo" es propaganda política para hacerle la pelota a O'Higgins y con él a la liberación/rebelión de América. Al final sale pronunciando un discurso para denunciar la dominación española, la humillación, la explotación y yo qué sé más, pero nada de esto que critica lo hemos visto en los más de cien minutos anteriores. En su lugar Ricardo Larraín nos cuenta una fábula del niño O'Higgins perseguido estúpidamente por el español noble, y por lo tanto malvado según los liberales, como si fuera Herodes con Jesucristo, que por supuesto es un invento histórico sin pies ni cabeza. Es más, la propia excusa para justificar la separación paterna de O'Higgins es otra mentira, la ley española no prohibía casar con una criolla sino hacerlo sin permiso de la Corona si eras funcionario. Éste no se casó porque no quiso.
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