Desde el primer minuto, y gracias a la fotografía tan atractiva que posee la película, quedas absorto en este film deleitandote con las espectaculares imágenes, los escenarios (tanto en la selva como en las civilizaciones) y con la propia historia. De una forma u otra, cuenta con bastantes escenas inolvidables.

Pese al fanatismo religioso del director, creo que es muy interesante la idea que el unico ser que puede terminar con la especie humana, es el propio ser humano. Guiado por la ambición de poder y riqueza, por el egoismo o por el mero hecho de querer salirse siempre con la suya.

Recomiendo este largometraje a todo tipo de espectador, porque no quedarán defraudado y antetodo no dejará indiferente a nadie. Mel Gibson tan polémico como nos está acostumbrando ultimamente.

Quizás lo unico que el falla a esta "segunda parte" es la aparición de Nicole Kidman, aunque he de decir que el papel que desempeña Bryce Dallas es muy bueno (pero no llega a los registros de la australiana).

Tras ver la película me doy cuenta que todos acutamos como verdaderos autómatas por las normas y leyes que dicta la sociedad en la que vivimos, acompañada de el legado que nos dejan nuestros ancestros con sus enseñanzas y su particular manera de ver las cosas que siempre acaban repercutiendo en nosotros. ¿Es el hombre un animal racional?, ¿Seguimos al gentío?, ¿Nacemos ya con un papel predefinido con el que cumplir en la sociedad?

Sin duda la frase final de Nicole Kidman hace que la película cobre todavía más interés. Desde mi punto de vista fue un acierto hacer que los protagonistas fuesen una pareja de hecho, detalle que le vino muy bien al director para dar su toque de genialidad a este film.

A mi entender refleja mucho lo que pasa en actualidad con todas las cosas; queremos hacer algo tan grandioso y tan especial que acabamos perdiendo la esencia de aquello de lo que realmente se trata.

Un largometraje necesario para los tiempos que corren.

Un film de gran belleza que hace que te sumerjas en una atmósfera distinta a otras películas asemejándose a la estructura de un documental como ya hiciese Woody Allen en "Zelig".

Ante todo me ha gustado la película porque nos plantea una cuestión interesante, que podríamos aplicarla a cualquier campo: "¿realmente para ser buen actor se tiene que interpretar guiones?". Creo que cuando terminamos de per la pelícua nos surge una reflexión obligada concerniente a esta pregunta: "lo que toda la vida nos han enseñado, ¿es realmente así en realidad?".

Sin duda un largometraje fascinante, con una escena que se me quedará grabada para siempre con la marioneta del vagabundo con esa música de fondo que hace que se te encoja el alma... Me lleve una grata sorpresa al visualizar esta obra

Un grito a la libertad de expresión, la ruptura con lo tradicional. Es un film cargado de situaciones cómicas que propone una visión optimista de la vida que tanta falta hace hoy en día.

Es ideal para pasar un buen rato y altamente recomendable a todos los públicos, puesto que es facilmente entendible.