Un consejo que dio un dramaturgo de renombre es que el público no se pierda en el principio con los personajes y en este film ocurre precisamente esto. Particularmente soy de la opinión que volver a ver una película debe ser por gusto y no para poder entenderla y en Solaris se da esta situación, añadiendo que, sin todavía enterarse el espectador de qué va, el director se recrea durante un tiempo excesivo en imágenes aparentemente sin sentido y aunque se mantenga el criterio de que las versiones originales son mejores de ver, tampoco este es el caso, dada la velocidad de los subtítulos que en ocasiones no dan tiempo a asimilar las conversaciones ni permite contemplar los detalles de las escenas. En la segunda parte se vislumbran los interesantes planteamientos de carácter filosófico que proporcionan al film cierta calidad. En general, los casi inexistentes efectos especiales, un necesario recorte de duración para evitar el tedio y la necesidad de volver a ver el film para aclararse con los personajes, desmerecen los interesantes planteamientos tratados. Interesante, pero es necesario verla dos veces, o sea, casi seis horas de sillón con café.

Parodiar no resulta tan sencillo como lo que se ha pretendido en esta película de burradas tras burradas con cortes temporales repetitivos y la mayoría ni tan siquiera mínimamente elaborados. Para parodiar con gracia no hace falta tanta fantasía ni llegar a extremos grotescos. Todo el film parece un corta y pega de cortometrajes de acción exagerada donde la trama no importa porque es más falsa que Judas.En general, mala con avaricia..

Ser un buen director de cine es muy difícil, pero si además escribe guiones originales nos encontramos ante un prodigio y Almodóvar lo es. Y de un genio esperamos genialidades y este film resulta notable pero no genial. Excelente la interpretación de casi todos los actores, aunque al guión se le denota algún pegote tipo powerpoint que sustituye lo que debería haber sido actuación. El excesivo egocentrismo de un personaje constantemente depresivo y carente de ideas llega a aburrir ligeramente.La temática sobre la infancia es buena, no tanto la referida a la drogadicción, que más bien parece que se trate de tabaquismo. Gracias a las diferentes analepsis que refrescan al guión y a un excelente final, la película sería de sobresaliente para cualquier otro director de inferior talla a la de Almodóvar.