Esta película está llena y rebosa de grandes actores y de unos diálogos sublimes.
La historia es atrevida y la ambientación magistral. Se nota clarísimamente la huella metódica y cuidada del cine británico. La inmersión es total.
Aquí no vamos a ver grandes tiroteos ni abultadas masas de extras corriendo por todos los lados con efectos especiales abrumadores, ni falta que hacen.
En muy pocas ocasiones vamos a encontrarnos un plantel de actores tan grande y genial.
Ya no se hacen películas como estas, ahora sólo vemos remakes cutres y refritos con personajillos que intentan copiar a los grandes y dan grima.
La decadencia del cine actual es más que evidente, pero esto daría para otro debate.
Dejo para el final la maravillosa banda sonora, una música grandiosa digna de ser interpretada por las mejores orquestas. Aconsejo escuchar sobre todo el tema principal que se te quedará grabado para siempre.

Las continuas y absurdas interrupciones de la acción para meter con calzador a la protagonista arruinan la película, cortan el ritmo, causan enfado. Además la actriz es pésima y causa rechazo.
Una película que arruina su acción metiendo escenas plañideras y familiares.
Clint, vuélvete a los Puentes de Madison a dar grima.

Lo reconozco soy un perfeccionista, un purista en cuanto al contenido histórico de las películas.
Un fallo comparable al del romano con reloj de pulsera en la típica película de serie B.
Me refiero al minuto 13 más o menos de esta película; aparecen las típicas imágenes de obreros soldando en el muelle de submarinos y de repente un mecánico hace uso de una gran amoladora y aparece el desastre, el individuo lleva unas deportivas de la marca Adidas blancas impolutas, con las rayas negras laterales y el anagrama en rojo en el talón, hasta se leen las letras.
Las zapatillas Adidas fueron lanzadas al mundo por primera vez por el alemán Adi Dassler, en 1949 y ni por el forro se parecían a esas (viajero en el tiempo). Una chapuza tremenda.

Esta película gira simplemente entorno al lucimiento personal de Tom Hanks, un autobombo, absurdo y carente de sentido.
La primera media hora parece prometedora y de repente la historia se diluye en un absurdo total en el que al final todo acaba en una serie de fotos fijas y de encuadres de postal en un ejercicio de mezquindad y carente de ideas.
Un robot creado para cuidar a un perro, un robot al que se le atribuyen sentimientos.
Una farsa nauseabunda de filmación, mala de solemnidad.

¿Podría ser peor?, si, es peor.
Aventuras en Francia, sujetos usando armas del siglo XIX, ¿Dónde están las armas modernas?...
Mujeres empoderadas a tutiplén, woke a tope, negritos y toda la metralla femi-nazi Habitual.
Historia ridícula, guion nefasto, estirando el chicle a tope, diálogos absurdos y soporíferos.
Caminar 1.000 kilómetros de sur a norte de Francia infestada de zombis como si tal cosa.
Me quedé pegado a la silla cuando vi que en el episodio dos copian directamente la parte de los niños que viven aislados en su propia sociedad