Es una película familiar y agradable de ver pero nada más. El guion es de lo más sencillo: una hermana, Marla, debe buscar a Charlie, su hermano perdido en el mundo de Playmobil después de que ambos sean arrastrados a él por la luz de un faro. Marla emprende la búsqueda con la ayuda de un hombre que tiene un camión para preparar comida callejera. Esto es una escusa para ir de mundo en mundo hasta llegar a donde está su hermano. Los mundos de Playmobil están bastante bien pero no me ha agradado el carácter serio de los personajes principales, salvo Nerón, todos son excesivamente rígidos y no hay sonrisas o risas. Si, hay algunos chistes sueltos de vez en cuando pero el tono general es que Marla está rodeada de amigos que la ayudan pero ninguno sirve para reírte a pierna suelta un poco, ni el cocinero, ni el espía, ni el robot.
Lo peor es que no hay coherencia interna en la trama, saltas de un mundo a otro porque sí; y el tono familiar no ayuda mucho porque es demasiado previsible. Poca originalidad.
Lo bueno de la película es que tiene canciones que aminan un poco la trama, aunque si no te gustan las películas musicales puede que para ti no tenga nada interesante.
Los niños pequeños la verán con agrado o la ignorarán.

Espías con disfraz es una entretenida película de animación que se basa en la premisa de que el más poderoso agente del país se ve envuelto en un caso que le implica como en agente doble o un traidor a su organización. Debe buscar ayuda en un súper genio al que despidió horas antes y que lo convierte por accidente en una paloma.
La trama es bastante absurda en su conjunto pero al menos tiene el punto a su favor de que el malo es malo por un motivo, lo que nos lleva a que a veces en nuestro defensa del bien nos convertimos en lo que queremos destruir o atrapar. Los personajes bien aunque en un momento me resultó cargante el protagonista, demasiado orgulloso de sí mismo.
Tiene el mismo estilo de Lluvia de albóndigas, aunque sin la desbordante imaginación de ésta.

Happy Feet fue una grata sorpresa para mí, tenía originalidad, humor y buenas canciones. Esta segunda entrega también tiene mucho sentido del humor, sobre todo por parte de dos pequeños crustáceos, los krill, que buscan salirse de lo que la naturaleza les ha marcado. La originalidad se ha perdido un poco porque la historia gira en rescatar de nuevo a la nación pingüina pero los personajes siguen siendo adorables y bien desarrollados. Es una película animada que se puede clasificar de encantadora, de esas que ves muchas veces sin cansarte, y es algo que no se puede decir siempre de las grandes producciones de Disney o Pixar.

La primera película tenía muchos elementos originales. La segunda tenía algún que otro punto interesante. La tercera es innecesaria y se nota que es fruto del éxito de las dos anteriores más que de la necesidad de cerrar una trama. Aquí las chicas de la primera película se van de nuevo a Europa en busca de las sensaciones que tenían en la universidad cuando cantaban.
Nota graciosa, las Bella aterrizan en España en la base de Rota para entretener a las tropas estadounidenses. Creo que con eso ya se dice mucho.
Como conclusión final, se deja ver una vez pero puede que no una segunda. Ahí depende de tus propios gustos.

Es una película regular, no puede decir que sea horrorosa porque en cierto modo ser una película absurda le da cierto encanto. Lo mejor que puede decir de ella es que no se me hizo pesada, se deja ver sin sentir un impulso fuerte para cambiar de canal. Con respecto a los demás es un sinsentido. La gran duda sobre esta película es cómo consiguió pasar el filtro para hacerse realidad. Sin duda en la meca del cine están muy faltos de ideas.