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España España · Oviedo
Críticas de Gould
Críticas 664
Críticas ordenadas por utilidad
6
10 de abril de 2016
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película menor en la filmografía de Delmer Daves, adscrita al género de la guerra fría, producida por el también director Clarence Brown. A través de la voz en off del periodista Philip Sutherland -Clark Gable- enamorado de la bailarina rusa Maria Lamarkina -Gene Tierney-, relata los inicios del conflicto entre las dos superpotencias y como esa circunstancia afecta a sus infructuosos intentos por conseguir un visado para su esposa.
No es nada del otro mundo y está muy por debajo de las mejores películas de Daves, en especial sus más que notables westerns, pero se deja ver con interés como relato de la hiberbólica y despiadada burocracia soviética. Con un plantel de actores fundamentalmente británico destaca sobremanera el papel del magnífico Richard Haydn -la escena de los brindis es hilarantemente buena-, así como la colaboración de Bernard Miles, ese secundario de lujo presente en tantas y tantas películas británicas. Los rusos, como suele ser habitual en este tipo de producciones propagandistas, aparecen primariamente descritos: un poco tontos, siempre crueles e irreflexivos. Lo dicho, entretenida y sin demasiadas pretensiones.
“Brindo por Sergei Nikolayevich…patata”.
Gould
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9
31 de octubre de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprendente film noir del maestro Negulesco basado en un desquiciado y original guión, lleno de recovecos y humor sardónico, de Howard Koch y John Huston. Bajo el marco de una gran producción de la Warner desfilan ante nuestros ojos las historias de varios personajes unidos por el azar de una diosa china que otorga la suerte: una celosa y cruel esposa capaz de cualquier vileza por retener a su marido, un administrador de fondos arruinado cuyo sueño es entrar en el elitista club Barrister, un alcohólico y cultivado mequetrefe inesperadamente romántico o una viuda que habla con su marido muerto. La película se beneficia del éxito de la inolvidable pareja Sidney Greenstreet y Peter Lorre -inmortalizados en “The Maltese Falcon” (1941) del propio Huston o en “Casablanca” (1942) de Michael Curtiz- y que ya habían trabajado con el mismo Negulesco en dos notables producciones: “The conspirators” y “La máscara de Dimitrios” ambas de 1944. Aunque destaca el trabajo de una malvada Geraldine Fitzgerald, casi a la altura de su papel de Lettie en la magnífica “The Strange Affair of Uncle Harry” (1945) de Robert Siodmak, lo que sobresale con luz propia en esta originalísima producción es el trabajo de Peter Lorre. Acostumbrado a papeles secundarios de tipos escurridizos, débiles o adictos, y aún sin salir del estereotipo, el guión regala al actor alemán un complejo personaje entre cínico y romántico, inaudito prácticamente en toda su carrera, una especie de galán en negativo que consigue llevarse a la chica y, de paso, robar nuestros corazones. Prodigiosa dirección del gran maestro Negulesco con una ambientación y atmósfera cargada de misterio y ambigüedad: luces, planificación o encuadres que contribuyen a la gran impresión que nos produce este atractivo film.
Gould
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7
9 de mayo de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen western a cargo del maestro Henry King. Con un inicio extraordinario, como si se tratase de una película de misterio, y un final a la misma altura discurre, no siempre al mismo nivel de la apertura y el cierre, esta historia de una venganza rodada con una puesta en escena de alto nivel -buen uso del cinemascope con una excelente fotografía de exteriores- pese a algunos lastres que la rebajan en nuestro aprecio, a saber: un personaje totalmente prescindible interpretado por Joan Collins, algunos fallos de guión ya citados por otros comentaristas y, me duele decirlo, el hecho de que Gregory Peck, pese a su en lineas generales correcta actuación, no termina de alcanzar ese tono último, entre atormentado y aturdido que merecía su personaje y se queda a caballo -nunca mejor dicho, perdón por el mal chiste- entre un ligero envaramiento y una molesta inexpresividad, razones todas ellas que restan méritos a esta estimable producción que, qué caramba, no deja de ser del maestro King. Por contra, el cuarteto de malos es verdaderamente subyugante, desde el sádico Stephen Boyd, pasando por el nervioso Lee van Cleef o el expresivo Henry Silva. Merece, por lo tanto, un vistazo.
Gould
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6
17 de marzo de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco puede aportar este remake de "El cuervo" al extraordinario original filmado por H.G. Clouzot ocho años antes. Parece evidente que el argumento de "El cuervo" correspondía totalmente a la concepción cinematográfica de Premiger donde la ambigüedad argumental y cinematográfica es una de sus más apreciadas constantes y, de hecho, la brillante mano del maestro judeo-austro-húngaro insufla una cierta y personal sencillez y ligereza al original. Sin embargo soslaya completamente la enorme carga de acidez casi malsana de la película francesa rodada, lo que acrecienta aún más su mérito, bajo la ocupación alemana. En el haber de la película la interpretación serena, gélida y distanciada -algunos dirán fría- de un actor de perfil modiglianesco como Michael Rennie, la extraordinaria belleza de Constance Smith y la siempre eficaz labor de Charles Boyer. Sólo por esto último satisfará las ansias de los completistas.
Gould
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7
12 de febrero de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero algunos miran las estrellas. Son tantas las obras maestras de Raoul Walsh que uno, a veces, olvida y deja de lado sus producciones aparentemente menores, esas que hacía en un pim pam pum como el cine en estado puro contenido en estos 90 minutos con un perfecto sentido de la narración, la construcción de personajes y el ritmo. Tres hermanas, un mafiosillo mujeriego dueño de un club, un músico atormentado, una, dos tres historias de amor, celos y deseo. Y en primer plano, Ida Lupino iluminando cada recoveco de la película con la música de George Gershwin de fondo. Muy destacable.
Gould
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