Uno de los más infectos subproductos que me he tirado a la cara. Me apasiona el cine cutresalchichero, por lo que yo la medio disfruté, pero es que esto no tiene ni pies ni cabeza. Es asquerosamenta mala, tan mala que avergúenza. Apenas ni te ríes, de lo mala que es.

La película debería llamarse "Burton vuelve", porque es lo que observamos aquí: el director regresa a su estilo, convirtiendo la estética de esta cinta en una especie de Pesadilla antes de navidad o de Eduardo Manostijeras con otros protagonistas. La ciudad de Gotham no puede ser más burtoniana, los personajes más grotescos, las situaciones y atmósfera más oscuras... Tiene todo lo que se le pide al cine de Tim Burton.

A destacar la interpretación (sí, la interpretación, pardiez, que vale que está buenísima pero también hizo un buen trabajo) de Michelle Pfeiffer como Catwoman, y un repugnante Danny DeVito como el Pingüino más asqueroso que te puedas tirar a la cara. De nuevo Keaton cumple como Batman, y esta película gana más fuerza y presencia que la primera entrega, aunque quizá sea un poco más fantástica y exagerada, pero al menos es fiel al estilo de Burton y eso, en Batman, siempre queda muy bien.

Si algo caracteriza a Tim Burton, es su estética. Es su sello personal, su firma en cada película. Y en Batman se traicionó a sí mismo, siendo ésta, probablemente, la película de Tim Burton menos burtoniana que he visto.

Aquí, Burton se decantó por realizar un producto comercial que vendiera en taquilla, y cumplió la misión. Contó con un trío estelar para el reparto, destacando al Joker de Nicholson, el mejor que jamás se ha interpretado a falta de ver el de Heath Ledger. Kim Basinger como chica rubia guapa de turno, cumplió con lo poco que se le pedía; y Michael Keaton realizó un correctísimo Bruce Wayne/Batman.

Quizá en lo disparatado de ciertas situaciones (el blindaje del batmóvil me parece de risa) es donde la cinta pierde un poco de fuerza. El ritmo es bueno, el guión se sostiene y los efectos son correctos, así como el traje del hombre murciélago. Pero no sé, vista ahora mismo, en frío, Batman no es tan magnífica como podía parecer en su momento. Indudablemente es mejor que otras que vendrían después, pero para mi gusto, está muy por debajo de otras que se hicieron antes.

Tony Jaa se supera. ¿Qué quieren, los que critican la carencia de argumento? ¿Acaso pensáis que Tony Jaa se piensa que le van a dar un Oscar algún día? Pues no, hace lo que sabe hacer (que no es actuar): luchar y hacer el anguila, escurriéndose de todos y de todo de las maneras más peligrosas e impensables posibles. La peli, si tiene guión, no importa, porque no tiene ni la más mínima relevancia. Con escenas como esa en la que él solito se cepilla a 40 o 50 tíos, la película cumple su fin, que no es otro que entretener en horita y media escasa, y demostrar de nuevo el talento físico, que nunca jamás de los jamases interpretativo, de este atleta tailandés.

Tras el éxito de Posesión Infernal (Evil Dead siempre me ha sonado mejor), se realizó esta pseudosecuela-pseudoremake-pseudoquécoñoesesto en la que más o menos se repetían las situaciones de la primera cinta, pero con más protagonismo antiheroico de Ash, y con un final diferente que dejaría el terreno allanado para la obra maestra de la saga y la obra maestra de Sam Raimi: El Ejército de las Tinieblas.

Para verla si eres amante de la saga del Necronomicon. Más divertida que su predecesora, a mitad camino entre el terror y la comedia. Ni tan buena y seria como la primera, ni tan buena y cachonda como la segunda, Terroríficamente Muertos está demasiado en tierra de nadie para resultar genial.