Apertura del segundo rollo:

[… 13:18 Y cuando se abrió el segundo rollo, oí a los fanáticos que decían: «ven». 13:19 Y entonces la sala se llenó de muchedumbre. 13:20 Y apareció una gran señal en lontananza y escuché una voz potente que resonó en el cielo. 13:21 Una mujer vestida del sol, lleva pistolas, juzga y hace guerra según justicia, tira sus armas y las recoge antes de que caigan al suelo, y salta y pega patadas giratorias que son “la palabra de Lara Croft”. 13:22 Los posados de la mujer son “el principio de incertidumbre”, y sus asaltos convierten lo vertical en horizontal, pues la gravedad no tiene potestad en ella. 13:23 Y hubo relámpagos y voces y truenos y terremotos y una gran granizada. 13:24 Y entonces vi surgir una bestia que calzaba zapatos pelota, y su rostro era como máscara de mercadillo. 13:25 La bestia que vi era blasfemia en sí misma, y su boca era como fauces de cartón-piedra. 13:26 Y hubo una batalla en la tierra, y la mujer se levantó y presentó guerra a la bestia, y repartió puños y patadas giratorias que eran megatones, pues no nació del vientre de su madre, sino de los cojones de su padre. 13:27 Y entonces se abrió la cremallera de la bestia, y del interior surgió un ángel, su nombre es AMOR. 13.28 Y la bestia no era ya más blasfemia, sino agujetas de color de rosa. 13:29 Miré y he aquí que un viento huracanado venía del norte, y en su centro, vi surgir del cielo un pájaro de alas giratorias. 13:30 Y el pájaro era todo fuego y ruido, y juzga y hace guerra según se arroja, apachurrando a la bestia de los zapatos pelota.

13:31 Viendo no ven, oyendo no oyen, ni entienden.

13:32 ¡Aquí se requiere sabiduría! El que tenga inteligencia, descifre la crítica. Es crítica de una película. Su crítica es:

“.adreim atup anu se II livE tnediseR”…]

Bueno, la tercera parte de esta tontología viene a ser un compendio de las sandeces de las otras dos entregas anteriores. Añade un par de temas nuevos, a lo rápido y simple, para que parezca que Peter Joseph sigue evolucionando. Posteriormente, el documental se centra en elaborar una publicidad perniciosa en sus objetivos, que no son otros que pillar pasta de las donaciones que pueda hacer la peña más maleable para financiar un portentoso pajote mental. La secuencia final del documental es terrorífica, pues insinúa una revuelta radical de consecuencias que no quiero ni imaginar. Y digo terrorífica porque hay gente que entra al trapo de esta ideología sectaria que, además, se basa en mentiras. Lejos de corregir los errores de las anteriores entregas, Pedro José sigue insistiendo en que “el dinero es deuda” y que la economía de recursos es el sistema perfecto, pero no ofrece soluciones a los problemas que identificaron los estudiosos de la economía de los recursos naturales (estudiosos de verdad; No Peter Joseph). Pequeños inconvenientes como la llamada “tragedia de los comunes” o “el problema del parásito” no existen en los mundos de Yupi que Jacque Fresco inventa. Pero bueno, querido espectador, no te preocupes, no pienses demasiado, lo importante es la “buena causa”, entra en el sitio oficial del Proyecto Venus y ¡apoquina!

Y vosotros os preguntaréis, si tengo esta opinión ¿Cómo es posible que me haya tragado los 3 documentales, que no son precisamente cortos? Bueno, el tercero yo creo que ya fue por interés antropológico. La gente critica a los cienciólogos, a los exopolíticos, a los testigos de de Jehová… pero luego entran en filmaffinity y le plantan un 10 a este folleto antisistema-ocultista, con dos cojones.

Un 7'9 otorgamos a esta propaganda indecente y con esta acción indigna, reducimos la motivación y el espíritu crítico del ser humano a un póster. El del despacho de Mulder:

“ I WANT TO BELIEVE”

¿En qué? En lo que sea, pero que suene bonito. Caliéntame la oreja y no me cortes el rollo.

Poco más tengo que decir que no haya dicho ya. Os remito a mi crítica “El triunfo de la mentira”.

Una vez leí, no se dónde, pues no lo recuerdo, que cualquier persona que cuente una historia de ficción debe preocuparse de que ésta resulte creíble. Y no se refería a limitarse a todo aquello que pudiera ser real, sino a que el mundo que se creara fuera consistente consigo mismo, con sus hechos, y en cierta forma, con su género. Existe un punto intermedio entre las historias medianamente lógicas y las bochornosamente incoherentes o desleales consigo mismas. Un estado al que pertenecen las obras que podríamos denominar ridículas simpáticas. Esta tercera entrega de nuestros amigos los simios parlantes es ridícula de principio a fin, por la historia que nos plantea y por cómo nos la cuenta, forzando un guión que no se sustenta con las anteriores películas. Pero hete aquí que también es simpática, y esta cualidad es adquirida no sólo por momentos puntuales del guión, sino también por la sensación de “sin complejos” que transmite durante su visionado. Vamos, que le echan bastante morro, aunque con cierto estilo.

En cualquier caso, la franquicia de “El Planeta de los Simios”, que había cosechado un éxito importante con sus dos primeras entregas, y que por tanto disponía ya de un público afianzado, bajó el listón hasta tal punto de realizar una tercera parte con un diseño de producción aparentemente bastante cutre (incluido un importante ahorro en maquillaje). Todo ello con el objetivo de buscar la mayor rentabilidad posible (costó menos de dos millones de dólares y recaudó cerca de nueve sólo en el mercado norteamericano). No sé si serán cosas mías, pero comparando los simios de esta película con los de la primera parte da la sensación de que están peor caracterizados (y eso que sólo son 3). Además, tenemos la intervención de un gorila de laboratorio y un chimpancé de zoo, tan falsos como Espinete, que un poco más y les podemos ver las etiquetas. Este tipo de detalles es de difícil excusa, aún cuando estemos hablando de un film de 1971, pues ahí tenemos "2001: A Space Odyssey" con unos disfraces la mar de dignos.

En cuanto al guión, si ya la segunda parte entraba en contradicción con algunos de los elementos planteados en la primera película, en esta tercera entrega, la lógica del argumento empieza a hacerse una pelota tan grande que más vale no hacerse uno demasiadas preguntas.

Definitivamente, “Huida del Planeta de los Simios” no es una buena película. Forma parte de ese género de obras cutres y simplonas que pueden llegar a entretener. Infiel a sí misma y con una trama argumental tan ridícula como desenfadada, algo que la convierte automáticamente en un film de los que hemos denominado “ridículos simpáticos” que además (y por si a alguien le quedaban dudas después de ver la versión de 1970), sentencia definitivamente el comienzo del declive de la saga.

Esta es una carta para todos los Anti-Biebers (Biebers, no Bibers) que pululan por estos aledaños. Como algunos os permitís el lujo de criticar sin ni siquiera haber visto la película os voy a decir, para que os enteréis, que Justin Bieber es un chico de 16 años que vivía con su madre y subía videos a youtube cantando porque de verdad le gusta la música. Un día simplemente le llamaron y entonces se hizo famoso. ¿Qué os pasa? Pues que tenéis envidia, guapos. Si. EN VI DIA. ¿Por qué? Porque Justin es mejor que vosotros, porque es famoso, porque canta muy bien, porque está buenorro, porque baila de puta madre. Por eso le insultáis. Y si no os gusta, pues muy bien. No lo escuchéis. Poned vuestros discos de música Hevi Metal, perdón, de ruido, y veréis como en el futuro os entran ganas de suicidaros a todos. Las canciones de Justin hablan del amor, de los niños de África y de su vida. ¿Vale? Tiene frases preciosas en sus canciones, pero preciosas de verdad. Pero como os limitáis a insultarle y no escucháis pues no lo veis, porque estáis ¡Ciegos! Seguro que todos los que lo criticáis no tenéis novia. ¿Por qué será? Para que os enteréis, Justin se ha liado con muchas chicas, con Caitlin Beadles, con Selena Gómez, con Jasmine Villegas e incluso se ha hecho foto con la Kim Kardashian que es todo silicona. ¡Ja! En la playita ¡Chupaos esa! Todo el mundo que lo conoce dice que Justin es un chico genial, majísimo, amable… ¡Y yo lo se! Porque aunque no lo conozca personalmente, veo entrevistas y veo como es él de verdad. Le juzgáis sin conocerle. Y yo pues… le conozco, ¡le conozco! ¡LE CONOZCO! ¡Coño ya! Porque es mi ídolo ¿Vale? Le escuché por primera vez en la radio y me gustó, y luego lo busqué por Google, y buscarlo en Google fue lo mejor que pude hacer en mi vida, porque vi “Baby”, vi “One Less Lonely Girl”,“Never Let You Go” y todas esas canciones tan, pero tan tan tan preciosas. Y a raíz de ahí, me empezó a gustar más y más. Y a pesar de lo que digáis, es guapísimo, y ya os vale a vosotras las chicas. Que nos os guste lo respeto, pero de ahí a decir que es feo… ¡Madre mía de mi vida! ¡Tenéis el gusto en el puto culo!

Lo dicho. Viva Justin Bieber y a los Anti-Biebers:

¡Que os peten!

Al Spoiler, directamente: