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Críticas ordenadas por utilidad
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8,0
7.949
10
4 de agosto de 2008
4 de agosto de 2008
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anteriormente escribí una crítica para Filmaffinity de la película Sonata de Otoño de Bergman, exactamente fue mi primera crítica, y después de casi un año escribiendo críticas de las películas que desde entonces he visto considero que mi crítica a la película Sonata de Otoño no estaba al nivel de la película y menos para mí ya que considero que es una de mis mejores películas y por supuesto una de las mejores de Bergman.
La primera vez que Ingrid Bergman colaboraría con Ingmar, y todo ello estará unido con la increíble interpretación de Liv Ullmann.
Fue la segunda película de Bergman que veía y desde ese momento me enamoré del cine de Bergman y en especial de las interpretaciones de Ullmann.
Con ese carácter intimista y de cámara es una obra más de Bergman basada en las relaciones entre las personas, sus pasiones y sus sentimientos más variados puestos esta vez en boca de una madre y su hija.
Bergman analiza una vez más las taras familiares e influencias de los actos en la infancia y juventud en nuestras personas, vemos como una hija ha quedado marcada por el orgullo, vanidad de su madre, una famosa pianista egocéntrica y egoísta incapaz de ser madre en esta vida.
La relación entre ambas es como un “crecendo” musical, comienza poco a poco hasta que los sentimientos reprimidos de la hija explotan una noche echándole todo en cara a su madre.
La interpretación de Ullmann supera todo lo visto hasta ahora, esos monólogos largos tan bien construidos e interpretados me dejaron sin habla la primera vez que la vi.
Ullmann es una de esas musas de Bergman con una cara de pan tierno y una mirada inocente y tierna, tal como demuestra en esta película pero cuando Ullmann explota, explota y te deja con la piel de gallina y sin habla, es una actriz con tal riqueza que sabe dar intensidad a sus silencios, sus monólogos interiores tal como demostró en Persona son impresionantes y en el momento en el que hay que poner el grito en el cielo sabe dejar a todos sin habla y con los pelos de punta, es una actriz calculadora y constructiva dando a sus personajes un toque misterioso.
De Ingrid Bergman que se puede decir, es simplemente lo que a lo largo de estos años ha ido demostrando y cuando llega a esta película la combinación entre Ingrid, Ingmar y Ullmann nos dejan con la boca abierta.
Con un guión genialmente elaborado y constructivo Bergman nos vuelve a introducir en los sentimientos y emociones de las personas captando con su cámara hasta el más mínimo detalle de las frases y de los silencios.
La primera vez que Ingrid Bergman colaboraría con Ingmar, y todo ello estará unido con la increíble interpretación de Liv Ullmann.
Fue la segunda película de Bergman que veía y desde ese momento me enamoré del cine de Bergman y en especial de las interpretaciones de Ullmann.
Con ese carácter intimista y de cámara es una obra más de Bergman basada en las relaciones entre las personas, sus pasiones y sus sentimientos más variados puestos esta vez en boca de una madre y su hija.
Bergman analiza una vez más las taras familiares e influencias de los actos en la infancia y juventud en nuestras personas, vemos como una hija ha quedado marcada por el orgullo, vanidad de su madre, una famosa pianista egocéntrica y egoísta incapaz de ser madre en esta vida.
La relación entre ambas es como un “crecendo” musical, comienza poco a poco hasta que los sentimientos reprimidos de la hija explotan una noche echándole todo en cara a su madre.
La interpretación de Ullmann supera todo lo visto hasta ahora, esos monólogos largos tan bien construidos e interpretados me dejaron sin habla la primera vez que la vi.
Ullmann es una de esas musas de Bergman con una cara de pan tierno y una mirada inocente y tierna, tal como demuestra en esta película pero cuando Ullmann explota, explota y te deja con la piel de gallina y sin habla, es una actriz con tal riqueza que sabe dar intensidad a sus silencios, sus monólogos interiores tal como demostró en Persona son impresionantes y en el momento en el que hay que poner el grito en el cielo sabe dejar a todos sin habla y con los pelos de punta, es una actriz calculadora y constructiva dando a sus personajes un toque misterioso.
De Ingrid Bergman que se puede decir, es simplemente lo que a lo largo de estos años ha ido demostrando y cuando llega a esta película la combinación entre Ingrid, Ingmar y Ullmann nos dejan con la boca abierta.
Con un guión genialmente elaborado y constructivo Bergman nos vuelve a introducir en los sentimientos y emociones de las personas captando con su cámara hasta el más mínimo detalle de las frases y de los silencios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay dos momentos escalofriantes en la película, el primero y que supera lo visto hasta ahora es la discusión larga entre madre e hija por la noche mientras que beben vino, el monólogo el Ullmann es…demasiado.
El otro momento donde se ve que no solamente con palabras se dice todo es cuando la madre dice a la hija como ha de interpretar el nocturno op. 28 número 2 de Chopin, esas caras de la madre cuando toca y la hija cuando escucha, son ejemplos de auténticos monólogos interiores capaz de expresar mucho con sus silencios y sus miradas, un momento magistral.
El otro momento donde se ve que no solamente con palabras se dice todo es cuando la madre dice a la hija como ha de interpretar el nocturno op. 28 número 2 de Chopin, esas caras de la madre cuando toca y la hija cuando escucha, son ejemplos de auténticos monólogos interiores capaz de expresar mucho con sus silencios y sus miradas, un momento magistral.
CortometrajeTV

5,7
881
7
11 de septiembre de 2011
11 de septiembre de 2011
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Woody Allen ama esa ciudad y se siente, en cada película aunque esté hecha fuera de New York siempre la nombra y se siente el espíritu de la gran manzana.
He estado este verano por primera vez en New York y dije que no sería la última pues me encantó y al estar allí sentía muy bien el espíritu de esa ciudad que Allen tanto ama, esas gentes, esas histerias, esas manías, ese estilo de vida, su ritmo, sus casas, sus gentes, simplemente New York, es otra cosa y está claro que no es la mejor del mundo, porque eso no existe, tal como lo dicen ellos pero sin duda, es una ciudad especial.
Woody Allen no es especialista en cortos y que yo sepa nunca había dirigido ninguno pero como consecuencia de lo ocurrido el día 11 de septiembre, que hoy se cumplen 10 años, el director regaló a la ciudad este pequeño corto, muy interesante, de tres minutos con esa pequeña gracia que lo caracteriza, sus bromas y sus peculiaridades pero nada que no se puedan ver en sus avenidas, Allen siempre mostró una New York real.
Se puede entender como quedó el espíritu de la gente de la ciudad al ver como les robaban ese símbolo pero la gran manzana como he podido comprobar tiene muchos símbolos, es sin duda una ciudad irrepetible, y si te gusta el caos y el ruido, la histeria y tantas cosas del estilo, es muy posible que uno ame New York.
Allen nos regala con una serie de chistes de personas que hablan por las calles con sus móviles, algo simple pero ingenioso pues así es New York.
He estado este verano por primera vez en New York y dije que no sería la última pues me encantó y al estar allí sentía muy bien el espíritu de esa ciudad que Allen tanto ama, esas gentes, esas histerias, esas manías, ese estilo de vida, su ritmo, sus casas, sus gentes, simplemente New York, es otra cosa y está claro que no es la mejor del mundo, porque eso no existe, tal como lo dicen ellos pero sin duda, es una ciudad especial.
Woody Allen no es especialista en cortos y que yo sepa nunca había dirigido ninguno pero como consecuencia de lo ocurrido el día 11 de septiembre, que hoy se cumplen 10 años, el director regaló a la ciudad este pequeño corto, muy interesante, de tres minutos con esa pequeña gracia que lo caracteriza, sus bromas y sus peculiaridades pero nada que no se puedan ver en sus avenidas, Allen siempre mostró una New York real.
Se puede entender como quedó el espíritu de la gente de la ciudad al ver como les robaban ese símbolo pero la gran manzana como he podido comprobar tiene muchos símbolos, es sin duda una ciudad irrepetible, y si te gusta el caos y el ruido, la histeria y tantas cosas del estilo, es muy posible que uno ame New York.
Allen nos regala con una serie de chistes de personas que hablan por las calles con sus móviles, algo simple pero ingenioso pues así es New York.

6,8
44.832
8
7 de abril de 2008
7 de abril de 2008
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un día para poder olvidarme de los problemas del día a día me dije a mí mismo: voy a verme una película infantil y poder evadirme de los problemas diarios y poder volver a ser un niño de diez años.
Y bueno mi elección fue perfecta pues elegí un clásico inolvidable y de esas historias que todos conocemos.
Pinocho me ha hecho disfrutar y sentirme como un niño, es una película que tiene esa magia especial todavía de transportarnos a los mayores a otro mundo y poder ser una vez más niños de nuevo.
Es un auténtico clásico del que hoy en día extrañamos pues el cine de animación ha cambiado sus rumbos olvidando la inocencia que antes poseía y sobre todo robando al niño de ahora la inocencia que antes teníamos.
Cuando he visto los primeros minutos de la película, su ambientación, los personajes, el pueblo, la colorística…un sin fin de cosas que te hacen extrañar esa infancia que tuvimos con un cine inocente y lleno de valores en sus personajes…una pena el ver como la tecnología crea personajes tan reales que parece que acabaran sustituyendo a los personajes de carne y hueso.
Pinocho es la preciosa historia de las ilusiones de un hombre por tener un niño al que querer y poder dar ese cariño que da a sus relojes de madera y sus juguetes a la vez que a dos preciosas mascotas en una casa de ensueño y sencilla en un precioso pueblo al que a todos nos gustaría estar en ciertos momentos.
Unos dibujos que me han sorprendido pues tratan una de las cosas más complejas del ser humano, la conciencia para distinguir el bien y el mal, conciencia olvidada hoy en día.
Me ha sorprendido como en unos dibujos hechos para niños trata un tema tan complicado pero tratado con una sencillez entendible para todo el mundo, otra cosa es que no le queramos hacer caso.
Un clásico de Disney obligatorio de ver y tener a cualquier edad, pues nos transporta a nuestra infancia y veremos además valores que con diez años no pudimos apreciar.
Y bueno mi elección fue perfecta pues elegí un clásico inolvidable y de esas historias que todos conocemos.
Pinocho me ha hecho disfrutar y sentirme como un niño, es una película que tiene esa magia especial todavía de transportarnos a los mayores a otro mundo y poder ser una vez más niños de nuevo.
Es un auténtico clásico del que hoy en día extrañamos pues el cine de animación ha cambiado sus rumbos olvidando la inocencia que antes poseía y sobre todo robando al niño de ahora la inocencia que antes teníamos.
Cuando he visto los primeros minutos de la película, su ambientación, los personajes, el pueblo, la colorística…un sin fin de cosas que te hacen extrañar esa infancia que tuvimos con un cine inocente y lleno de valores en sus personajes…una pena el ver como la tecnología crea personajes tan reales que parece que acabaran sustituyendo a los personajes de carne y hueso.
Pinocho es la preciosa historia de las ilusiones de un hombre por tener un niño al que querer y poder dar ese cariño que da a sus relojes de madera y sus juguetes a la vez que a dos preciosas mascotas en una casa de ensueño y sencilla en un precioso pueblo al que a todos nos gustaría estar en ciertos momentos.
Unos dibujos que me han sorprendido pues tratan una de las cosas más complejas del ser humano, la conciencia para distinguir el bien y el mal, conciencia olvidada hoy en día.
Me ha sorprendido como en unos dibujos hechos para niños trata un tema tan complicado pero tratado con una sencillez entendible para todo el mundo, otra cosa es que no le queramos hacer caso.
Un clásico de Disney obligatorio de ver y tener a cualquier edad, pues nos transporta a nuestra infancia y veremos además valores que con diez años no pudimos apreciar.
MediometrajeDocumental

6,1
197
2
23 de junio de 2009
23 de junio de 2009
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un fiel amante de Dogville encontré el título de este documental en esta página y al momento quise verlo pues pensé que se trataría de un documental sobre como se hizo Dogville y de cuales eran las intenciones de Trier sobre esta película que tanto impacto me causó.
El documental es todo lo contrario a lo que quería ver, una cosa extraña que no presenta nada en concreto, no habla de cómo se hizo ni de la forma de rodaje, no habla ningún actor ni actriz en concreto sobre el tema, lo que parecía ser unas “Confessions” es una simple caja de madera con una cámara al estilo Gran Hermano donde los actores sienten vergüenza de hablar así y no hay ninguno que de su sincera opinión sobre el rodaje.
Hablan los actores y el director, si, hablan, pero nada en concreto, la película muestra unos ligeros destellos de lo que supuso el rodaje de esta película, vemos en momentos a todos los actores en actitud pasiva y asqueados como si esto hubiera sido un trabajo más que nada amateur; en fin estas confesiones no hablan de nada en concreto.
Como película documental es caótica y sin ningún interés, no muestra nada en concreto y no se sabe que es lo que el director persigue, simplemente Dogville no se merecía esto.
El documental es todo lo contrario a lo que quería ver, una cosa extraña que no presenta nada en concreto, no habla de cómo se hizo ni de la forma de rodaje, no habla ningún actor ni actriz en concreto sobre el tema, lo que parecía ser unas “Confessions” es una simple caja de madera con una cámara al estilo Gran Hermano donde los actores sienten vergüenza de hablar así y no hay ninguno que de su sincera opinión sobre el rodaje.
Hablan los actores y el director, si, hablan, pero nada en concreto, la película muestra unos ligeros destellos de lo que supuso el rodaje de esta película, vemos en momentos a todos los actores en actitud pasiva y asqueados como si esto hubiera sido un trabajo más que nada amateur; en fin estas confesiones no hablan de nada en concreto.
Como película documental es caótica y sin ningún interés, no muestra nada en concreto y no se sabe que es lo que el director persigue, simplemente Dogville no se merecía esto.

7,2
5.653
9
27 de septiembre de 2008
27 de septiembre de 2008
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertidísima, además de mostrar a unos actores y un trabajo de dirección excepcional.
Me había hablado mi padre de esta película por el juego de puertas tan divertido que se encuentra en esta película y es cierto pero la película tiene mucho más.
De primeras es cine basado en el teatro, atrapa con su cámara momentos de una obra de teatro que unos actores están preparando, exactamente podemos ver el ensayo general unas horas antes del estreno.
La película son tres obras de teatro, digámoslo así, la primera en el ensayo general, la segunda tres meses después pero detrás del escenario, los actores dicen que según el espectáculo que se prepare puede ser más interesante detrás del escenario que el propio espectáculo en sí y por último el tercer espectáculo donde se simplemente una gran locura.
Tres espectáculos y tres interpretaciones espectaculares, pues no es nada fácil en ninguno de los casos actuar y dirigir semejante caos y más cuando se trata de grabarlo con la cámara.
Los actores en el primer ensayo actúan la obra de tal manera que muestran cuando la preparan al igual que sus dudas al director observando los nervios del director y las dudas de los actores por la obra, tal momento es sin duda un claro ejemplo de farsa donde todo está movido por el ritmo ligero y rápido entre los actores y situaciones absurdas.
El segundo espectáculo se basa en lo que sucede detrás del escenario y por lo que dicen los actores, un mundo, en algunas obras hay tanto movimiento que parece mentira que no se oiga nada. Un momento genialmente actuado donde los actores para evitar que se les oiga actúan prácticamente con gestos y muecas y es aquí donde los actores son buenos, pues si hay algo que falta en el cine americano es que sus actores de grandes producciones muestren como se actúa de verdad, es decir en el escenario pues ahí es donde se valora a un actor íntegro desde el principio hasta el final.
Segunda obra caótica y divertidísima además de genialmente dirigida pues no es nada fácil dirigir tal caos.
La tercera ya es cuando uno está a punto de morirse de la risa, los enfados y discusiones entre los actores saltan a la vista de todos los espectadores pero solamente si estos han visto la obra anteriormente.
El caos organizado, así es, los actores pasan de todo, de sus interpretaciones, del texto, de TODO para mostrar sus enfados y riñas.
Este momento es el más divertido sin lugar a duda.
La obra resulta divertida y ligera tal como corresponde al estilo de farsa pues toda la película es una gran farsa además de serlo también los momentos detrás del escenario, es una obra de teatro sobre una obra de teatro y todo ello captado con la cámara.
Divertidísima y quizás una de las mejores comedias que haya visto.
Me había hablado mi padre de esta película por el juego de puertas tan divertido que se encuentra en esta película y es cierto pero la película tiene mucho más.
De primeras es cine basado en el teatro, atrapa con su cámara momentos de una obra de teatro que unos actores están preparando, exactamente podemos ver el ensayo general unas horas antes del estreno.
La película son tres obras de teatro, digámoslo así, la primera en el ensayo general, la segunda tres meses después pero detrás del escenario, los actores dicen que según el espectáculo que se prepare puede ser más interesante detrás del escenario que el propio espectáculo en sí y por último el tercer espectáculo donde se simplemente una gran locura.
Tres espectáculos y tres interpretaciones espectaculares, pues no es nada fácil en ninguno de los casos actuar y dirigir semejante caos y más cuando se trata de grabarlo con la cámara.
Los actores en el primer ensayo actúan la obra de tal manera que muestran cuando la preparan al igual que sus dudas al director observando los nervios del director y las dudas de los actores por la obra, tal momento es sin duda un claro ejemplo de farsa donde todo está movido por el ritmo ligero y rápido entre los actores y situaciones absurdas.
El segundo espectáculo se basa en lo que sucede detrás del escenario y por lo que dicen los actores, un mundo, en algunas obras hay tanto movimiento que parece mentira que no se oiga nada. Un momento genialmente actuado donde los actores para evitar que se les oiga actúan prácticamente con gestos y muecas y es aquí donde los actores son buenos, pues si hay algo que falta en el cine americano es que sus actores de grandes producciones muestren como se actúa de verdad, es decir en el escenario pues ahí es donde se valora a un actor íntegro desde el principio hasta el final.
Segunda obra caótica y divertidísima además de genialmente dirigida pues no es nada fácil dirigir tal caos.
La tercera ya es cuando uno está a punto de morirse de la risa, los enfados y discusiones entre los actores saltan a la vista de todos los espectadores pero solamente si estos han visto la obra anteriormente.
El caos organizado, así es, los actores pasan de todo, de sus interpretaciones, del texto, de TODO para mostrar sus enfados y riñas.
Este momento es el más divertido sin lugar a duda.
La obra resulta divertida y ligera tal como corresponde al estilo de farsa pues toda la película es una gran farsa además de serlo también los momentos detrás del escenario, es una obra de teatro sobre una obra de teatro y todo ello captado con la cámara.
Divertidísima y quizás una de las mejores comedias que haya visto.
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