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6,3
13.631
3
15 de septiembre de 2023
15 de septiembre de 2023
59 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto por fin Háblame, Talk to Me, y no, no estoy enfadado, entre otras cosas porque ya estoy curado de espanto. Y es que ya no me creo eso de nuevo hito del terror, nuevo clásico del género, la cinta de horror que te causará pesadillas… De cada diez veces que lo dicen, aciertan con una o dos, y en mi caso, ni una, porque parece que cada año tiene que haber tropecientos nuevos clásicos del terror, que oye, entiendo que las productoras y distribuidoras tengan que vender sus películas, pero no a costa de engañar al público.
Este caso en particular no escapa de esta terrible moda, con una distribuidora promocionando Háblame como un nuevo hito del terror, cuando… ¡ni tan siquiera se había estrenado! Al menos déjame verla para que pueda juzgar, pero no, cuatro críticos dicen que algo es ingenioso y diferente, y los otros cien les copian, no vaya a ser que se les tilde de estúpidos, como cuando estabas en el cole y copiabas al más listo o al más popular porque no querías quedar mal. El problema es que ya hemos crecido, aunque se ve que algunos no.
Y lo sé, estoy muy cañero, pero es que lo del terror elevado ya empieza a tocarme los huevos un poco bastante, porque se ha dicho lo mismo de Háblame, pero una vez vista, os confirmo que es más comercial y básica que un Happy Meal. No sé qué se han fumado algunos, pero el mensaje contra las drogas de la película no les ha quedado claro. Terror elevado… Vuestros c****** sí que están elevados. Por Dios, que la película es más sencilla que el mecanismo de un chupete, copiando ideas de multitud de producciones anteriores, y sin que haya ni un solo elemento que la confirme como un producto elevado, o si lo quieres llamar por su nombre, inteligente.
Que ojo, la dirección de los directores debutantes, dos hermanos youtubers que han dado el salto a la gran pantalla, es ejemplar, con planos muy interesantes y un montaje sugerente, logrando que no aburra en su corta duración de noventa minutos. Por ahí bien. Tampoco me quejaré del reparto, repleto de rostros desconocidos, y con todos aprobando con nota alta. Llevamos dos. Entonces, ¿cuál es el problema? Pues lo de casi siempre, el guion.
Y es que no hay chicha, ni garra, ni sustancia, no hay absolutamente nada en un producto flojo y de usar y tirar que en dos días habrán olvidado los mismos críticos que ahora están diciendo que es una obra maestra. Vamos, no me jodas, si luego se estrenan propuestas de terror mucho más logradas y no se les hace ni la mitad de caso. En fin, que debo vivir en una realidad paralela, porque está claro que no hemos visto la misma película, una que, sin ser una mediocridad, sí que hace honor al clásico, ‘Mucho ruido y pocas nueces’.
Vamos, que me la pierdo y mi vida sigue igual, pero ahí está el truco del marketing, convenciéndote de que tienes que ver esto sí o sí, para luego quedarte con una cara de idiota que costará unos días en irse, al igual que el recuerdo de esta cinta. Resumiendo, que Háblame es otra cinta del montón, que destaca por su dirección y reparto, pero que tampoco ofrece nada nuevo que justifique el ruido que ha hecho. Otra nueva estafa. Y van…
Ah sí, no me quiero despedir sin dar mi más sincero aplauso al estudio A24, popular por sus producciones independientes, y que se ha colgado la medalla por ser una de sus películas más exitosas, cuando no es suya, sólo la distribuyen. Ni de las productoras pequeñas te puedes fiar ya. Maldito Hollywood, maldito terror elevado, y maldita Talk To Me. Sí, Háblame, pero no de esta película, que ya he tenido suficiente.
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
Este caso en particular no escapa de esta terrible moda, con una distribuidora promocionando Háblame como un nuevo hito del terror, cuando… ¡ni tan siquiera se había estrenado! Al menos déjame verla para que pueda juzgar, pero no, cuatro críticos dicen que algo es ingenioso y diferente, y los otros cien les copian, no vaya a ser que se les tilde de estúpidos, como cuando estabas en el cole y copiabas al más listo o al más popular porque no querías quedar mal. El problema es que ya hemos crecido, aunque se ve que algunos no.
Y lo sé, estoy muy cañero, pero es que lo del terror elevado ya empieza a tocarme los huevos un poco bastante, porque se ha dicho lo mismo de Háblame, pero una vez vista, os confirmo que es más comercial y básica que un Happy Meal. No sé qué se han fumado algunos, pero el mensaje contra las drogas de la película no les ha quedado claro. Terror elevado… Vuestros c****** sí que están elevados. Por Dios, que la película es más sencilla que el mecanismo de un chupete, copiando ideas de multitud de producciones anteriores, y sin que haya ni un solo elemento que la confirme como un producto elevado, o si lo quieres llamar por su nombre, inteligente.
Que ojo, la dirección de los directores debutantes, dos hermanos youtubers que han dado el salto a la gran pantalla, es ejemplar, con planos muy interesantes y un montaje sugerente, logrando que no aburra en su corta duración de noventa minutos. Por ahí bien. Tampoco me quejaré del reparto, repleto de rostros desconocidos, y con todos aprobando con nota alta. Llevamos dos. Entonces, ¿cuál es el problema? Pues lo de casi siempre, el guion.
Y es que no hay chicha, ni garra, ni sustancia, no hay absolutamente nada en un producto flojo y de usar y tirar que en dos días habrán olvidado los mismos críticos que ahora están diciendo que es una obra maestra. Vamos, no me jodas, si luego se estrenan propuestas de terror mucho más logradas y no se les hace ni la mitad de caso. En fin, que debo vivir en una realidad paralela, porque está claro que no hemos visto la misma película, una que, sin ser una mediocridad, sí que hace honor al clásico, ‘Mucho ruido y pocas nueces’.
Vamos, que me la pierdo y mi vida sigue igual, pero ahí está el truco del marketing, convenciéndote de que tienes que ver esto sí o sí, para luego quedarte con una cara de idiota que costará unos días en irse, al igual que el recuerdo de esta cinta. Resumiendo, que Háblame es otra cinta del montón, que destaca por su dirección y reparto, pero que tampoco ofrece nada nuevo que justifique el ruido que ha hecho. Otra nueva estafa. Y van…
Ah sí, no me quiero despedir sin dar mi más sincero aplauso al estudio A24, popular por sus producciones independientes, y que se ha colgado la medalla por ser una de sus películas más exitosas, cuando no es suya, sólo la distribuyen. Ni de las productoras pequeñas te puedes fiar ya. Maldito Hollywood, maldito terror elevado, y maldita Talk To Me. Sí, Háblame, pero no de esta película, que ya he tenido suficiente.
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
7
19 de noviembre de 2020
19 de noviembre de 2020
52 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inicialmente prevista para su paso por cines, la nueva película de Javier Fesser se ha estrenado directamente en Amazon Prime, plataforma que la ha adquirido para engrosar su interesante catálogo de estrenos (no como el de otras competidoras… y no, no me refiero a Netflix…).
Fesser, responsable de la mítica El milagro de P. Tinto, dos de las entregas de Mortadelo y Filemón (la primera y la animada), del drama Camino o de la exitosa Campeones (estas dos últimas le valieron sendos Goyas), es un director que tiene su propio estilo, siendo uno de los autores más interesantes del panorama actual, ya sea por su particular y único estilo.
Dicho esto, conviene meternos de lleno en su última película, Historias lamentables, siendo un conjunto de relatos cómicos, a cada cual más rocambolesco, donde la hilaridad y el caos se dan la mano, en la que es, posiblemente, su mejor película hasta la fecha. Repito, posiblemente.
Y es que estamos ante una desternillante propuesta, con un reparto en estado de gracia y que ofrece una serie de situaciones que sacan más de una sonrisa y carcajada, en un producto perfecto para los tiempos que corren, en los que las risas son más necesarias que nunca. Una sorpresa, vamos.
La verdad es que cuesta discernir qué relato (de un total de cuatro) es mejor, ya que todos son prácticamente redondos, con unos personajes sensacionalmente escritos (y estupendamente interpretados), en unas alocadas historias que perfectamente podrían suceder, siendo un claro homenaje al humor grueso y absurdo.
La dirección de Fesser es perfecta, con una serie de planos secuencias tremendos (en especial en el segundo relato), notándose el buen hacer y experiencia del director, aparte de imprimir su sello personal, con un tono caricaturesco que les sienta de fábula a las historias que nos presenta.
Muchas cosas se le podrán reprochar al director y guionista, pero una de ellas jamás podrá ser la originalidad, ya que, desde que comienza el film con su tronchante prólogo (el primer relato, y el más corto), sabes que estás ante algo diferente, y que vas a embarcarte en un viaje de no retorno a la locura y la mala baba, en una especie de Relatos Salvajes (salvando las distancias), pero sin violencia y con mejores intenciones.
Y por supuesto hay sorpresas, las cuales dan en la diana gracias a un guion inteligente y consciente de sí mismo, siendo una broma (con gracia) de dos horas que quizás disguste a los espectadores que no acepten las reglas del juego, pero que si ya se conoce el característico humor del cineasta y te dejas llevar, vas a estar ante una experiencia que te dejará más que satisfecho.
Gran parte del triunfo de la comedia está en su maravilloso elenco de actores, todos eternos secundarios que aquí aprovechan el regalo que se les ha dado con unas interpretaciones impecables y que te crees, por mucho que todo sea tan surrealista. Me alegro de que hayan tenido esta oportunidad para demostrar que merecen papeles con más minutos.
Y no sé qué más se puede decir de esta pequeña joya, ya que lo mejor es llegar a ella sin saber apenas nada, dispuesto a pasar dos horas que es imposible que te dejen indiferente. ¿La mejor película de Fesser? El tiempo dirá, pero es, de lejos, una de las mejores películas del año. Gracias, Javier.
Más críticas: ocioworld.net
Fesser, responsable de la mítica El milagro de P. Tinto, dos de las entregas de Mortadelo y Filemón (la primera y la animada), del drama Camino o de la exitosa Campeones (estas dos últimas le valieron sendos Goyas), es un director que tiene su propio estilo, siendo uno de los autores más interesantes del panorama actual, ya sea por su particular y único estilo.
Dicho esto, conviene meternos de lleno en su última película, Historias lamentables, siendo un conjunto de relatos cómicos, a cada cual más rocambolesco, donde la hilaridad y el caos se dan la mano, en la que es, posiblemente, su mejor película hasta la fecha. Repito, posiblemente.
Y es que estamos ante una desternillante propuesta, con un reparto en estado de gracia y que ofrece una serie de situaciones que sacan más de una sonrisa y carcajada, en un producto perfecto para los tiempos que corren, en los que las risas son más necesarias que nunca. Una sorpresa, vamos.
La verdad es que cuesta discernir qué relato (de un total de cuatro) es mejor, ya que todos son prácticamente redondos, con unos personajes sensacionalmente escritos (y estupendamente interpretados), en unas alocadas historias que perfectamente podrían suceder, siendo un claro homenaje al humor grueso y absurdo.
La dirección de Fesser es perfecta, con una serie de planos secuencias tremendos (en especial en el segundo relato), notándose el buen hacer y experiencia del director, aparte de imprimir su sello personal, con un tono caricaturesco que les sienta de fábula a las historias que nos presenta.
Muchas cosas se le podrán reprochar al director y guionista, pero una de ellas jamás podrá ser la originalidad, ya que, desde que comienza el film con su tronchante prólogo (el primer relato, y el más corto), sabes que estás ante algo diferente, y que vas a embarcarte en un viaje de no retorno a la locura y la mala baba, en una especie de Relatos Salvajes (salvando las distancias), pero sin violencia y con mejores intenciones.
Y por supuesto hay sorpresas, las cuales dan en la diana gracias a un guion inteligente y consciente de sí mismo, siendo una broma (con gracia) de dos horas que quizás disguste a los espectadores que no acepten las reglas del juego, pero que si ya se conoce el característico humor del cineasta y te dejas llevar, vas a estar ante una experiencia que te dejará más que satisfecho.
Gran parte del triunfo de la comedia está en su maravilloso elenco de actores, todos eternos secundarios que aquí aprovechan el regalo que se les ha dado con unas interpretaciones impecables y que te crees, por mucho que todo sea tan surrealista. Me alegro de que hayan tenido esta oportunidad para demostrar que merecen papeles con más minutos.
Y no sé qué más se puede decir de esta pequeña joya, ya que lo mejor es llegar a ella sin saber apenas nada, dispuesto a pasar dos horas que es imposible que te dejen indiferente. ¿La mejor película de Fesser? El tiempo dirá, pero es, de lejos, una de las mejores películas del año. Gracias, Javier.
Más críticas: ocioworld.net

5,4
14.040
7
2 de julio de 2021
2 de julio de 2021
97 de 156 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada directamente en Amazon, La guerra del mañana (The Tomorrow War) es una cinta de ciencia ficción que se presentó como una de las grandes producciones en exclusiva de la plataforma, y cuyo tráiler prometía una especie de híbrido entre la estupenda Al filo del mañana (Edge of Tomorrow) y la entretenida pero olvidada Invasión a la Tierra (Battle: Los Angeles). La verdad es que no esperaba nada del film, más allá de interesarme por la presencia en el cartel de Chris Pratt, intérprete que prometía desde que sorprendió a todos con su Star Lord de la fabulosa Guardianes de la Galaxia, pero cuya estela se ha ido apagando con el paso del tiempo, y esta película parecía un ejemplo más de ello.
Prejuicios aparte, la crítica la ha machacado, lo que rebajó todavía más mis expectativas de encontrarme con una cinta mínimamente entretenida. Pues bien, me alegra confesar que he salido totalmente satisfecho del visionado, siendo testigo de un blockbuster consciente de sí mismo, con las dosis justas de humor, que entretiene y que ofrece exactamente lo que se espera de ella. Cine del que ya no se hace y que, sinceramente, debería haberse estrenado en las salas de cine (y más en pleno verano), siendo relegada a un estreno en plataforma cuando merecía más. Pero mejor vayamos por partes.
La dirección es espectacular, con unas set pieces cargadas de tensión. No obstante, no se puede negar que los efectos visuales son algo mejorables, aunque no se le puede reprochar nada al diseño de las criaturas, siendo temibles monstruos con ecos de otros famosos alienígenas del género. Y es que la película bebe de diferentes producciones, como las mencionadas y otras que no diré por aquello de no hacer spoiler, notándose las referencias de los guionistas, aunque la película tiene su propia identidad, con una historia bastante surrealista pero que se disfruta sin problemas si se aceptan las reglas del juego. Estoy seguro de que los fans de la ciencia ficción y el cine palomitero la apreciarán como es debido.
Se agradece, y mucho, que la película no se tome tan en serio a sí misma (aunque jamás rozando el ridículo), no apostando por el rudimentario recurso de hacerlo todo excesivamente serio y oscuro (la premisa invitaba a ello), con pequeñas dosis de humor que no chirrían, en una aventura de acción que se disfruta como lo que es, un pasatiempo y producto de evasión para desconectar mientras engulles tus palomitas y te bebes tu refresco. Vamos, lo que viene siendo un blockbuster de los de toda la vida (incluso se hace alguna broma al respecto), con todo lo que ello conlleva. O dicho de otra forma, música celestial para mis oídos.
Lo que es seguro es que me lo he pasado pipa con la película, con una trama con caprichos de guion ciertamente cuestionables (además de predecibles, ya que los giros se ven venir de lejos), pero que funciona si no te pones muy quisquilloso, emocionando y sorprendiendo (por la acción) a partes iguales. Sí, esta película ya la hemos visto todos antes, pero tiene las suficientes dosis de buen hacer y humildad como para abrazar al producto como lo que es. Como espectáculo de ciencia ficción funciona, y como cinta bélica con extraterrestres también. Por cierto, atención a la estupenda banda sonora, ofreciendo grandes momentos en las escenas claves de la cinta.
En cuanto al reparto, Chris Pratt vuelve a derrochar su gran carisma en un personaje con el que podemos empatizar y por el que nos interesamos, cumpliendo algunos clichés del género (problemas con papá), pero siendo un protagonista a la altura de las circunstancias. La verdad es que el amigo Chris se ha ganado cada dólar del jugoso cheque, porque en otras manos la cosa quizás no habría sido lo mismo. El resto de secundarios cumplen, destacando a los siempre geniales J.K. Simmons o Betty Gilpin, ésta relegada al típico papel de esposa afligida, siendo una lástima que se la desaproveche de esa forma cuando es capaz de mucho más.
En conclusión, estamos ante un blockbuster con sabor añejo, con un gran reparto, siendo rabiosamente entretenido y cumpliendo como espectáculo de ciencia ficción. Lo sé, seguramente sea de los pocos que sepan apreciar un film de estas características, pero no voy ni a mirar hacia otro lado ni a esconderme, y menos cuando me lo he pasado muy bien con una propuesta que no engaña a nadie. Me da igual lo que diga la crítica, yo la he disfrutado. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Por mi parte, una gran sorpresa. Necesitamos más cine así, desde luego.
Más críticas: ocioworld.net
Prejuicios aparte, la crítica la ha machacado, lo que rebajó todavía más mis expectativas de encontrarme con una cinta mínimamente entretenida. Pues bien, me alegra confesar que he salido totalmente satisfecho del visionado, siendo testigo de un blockbuster consciente de sí mismo, con las dosis justas de humor, que entretiene y que ofrece exactamente lo que se espera de ella. Cine del que ya no se hace y que, sinceramente, debería haberse estrenado en las salas de cine (y más en pleno verano), siendo relegada a un estreno en plataforma cuando merecía más. Pero mejor vayamos por partes.
La dirección es espectacular, con unas set pieces cargadas de tensión. No obstante, no se puede negar que los efectos visuales son algo mejorables, aunque no se le puede reprochar nada al diseño de las criaturas, siendo temibles monstruos con ecos de otros famosos alienígenas del género. Y es que la película bebe de diferentes producciones, como las mencionadas y otras que no diré por aquello de no hacer spoiler, notándose las referencias de los guionistas, aunque la película tiene su propia identidad, con una historia bastante surrealista pero que se disfruta sin problemas si se aceptan las reglas del juego. Estoy seguro de que los fans de la ciencia ficción y el cine palomitero la apreciarán como es debido.
Se agradece, y mucho, que la película no se tome tan en serio a sí misma (aunque jamás rozando el ridículo), no apostando por el rudimentario recurso de hacerlo todo excesivamente serio y oscuro (la premisa invitaba a ello), con pequeñas dosis de humor que no chirrían, en una aventura de acción que se disfruta como lo que es, un pasatiempo y producto de evasión para desconectar mientras engulles tus palomitas y te bebes tu refresco. Vamos, lo que viene siendo un blockbuster de los de toda la vida (incluso se hace alguna broma al respecto), con todo lo que ello conlleva. O dicho de otra forma, música celestial para mis oídos.
Lo que es seguro es que me lo he pasado pipa con la película, con una trama con caprichos de guion ciertamente cuestionables (además de predecibles, ya que los giros se ven venir de lejos), pero que funciona si no te pones muy quisquilloso, emocionando y sorprendiendo (por la acción) a partes iguales. Sí, esta película ya la hemos visto todos antes, pero tiene las suficientes dosis de buen hacer y humildad como para abrazar al producto como lo que es. Como espectáculo de ciencia ficción funciona, y como cinta bélica con extraterrestres también. Por cierto, atención a la estupenda banda sonora, ofreciendo grandes momentos en las escenas claves de la cinta.
En cuanto al reparto, Chris Pratt vuelve a derrochar su gran carisma en un personaje con el que podemos empatizar y por el que nos interesamos, cumpliendo algunos clichés del género (problemas con papá), pero siendo un protagonista a la altura de las circunstancias. La verdad es que el amigo Chris se ha ganado cada dólar del jugoso cheque, porque en otras manos la cosa quizás no habría sido lo mismo. El resto de secundarios cumplen, destacando a los siempre geniales J.K. Simmons o Betty Gilpin, ésta relegada al típico papel de esposa afligida, siendo una lástima que se la desaproveche de esa forma cuando es capaz de mucho más.
En conclusión, estamos ante un blockbuster con sabor añejo, con un gran reparto, siendo rabiosamente entretenido y cumpliendo como espectáculo de ciencia ficción. Lo sé, seguramente sea de los pocos que sepan apreciar un film de estas características, pero no voy ni a mirar hacia otro lado ni a esconderme, y menos cuando me lo he pasado muy bien con una propuesta que no engaña a nadie. Me da igual lo que diga la crítica, yo la he disfrutado. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Por mi parte, una gran sorpresa. Necesitamos más cine así, desde luego.
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MiniserieDocumental

6,6
4.809
7
14 de julio de 2019
14 de julio de 2019
53 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que no soy el único que se ha dado cuenta, pero vivimos en un auge de documentales en todo el mundo. Y no, no me refiero a los documentales de la 2, me refiero a documentales polémicos, donde se sacan los trapos sucios de un pasado que quizás es mejor olvidar pero que es necesario recordar.
HBO ha tomado buena nota de ello, y nos trae el promocionado documental de Jesús Gil y Gil, uno de los personajes más populares de este país, sobre todo en la década de los 90. Se trata de cuatro episodios, y he tenido la oportunidad de ver dos (es uno por semana), y se puede confirmar que estamos ante un documental entretenido, surrealista y recomendable.
Yo nací a finales de los ochenta,y recuerdo a este señor, en televisión, destacando siempre y llamando la atención, porque era un auténtico showman. Es improbable que sí tenías recuerdo de la década de los noventa no supieras quien era Jesús Gil, ya sea por los noticiarios o por programas de la época (como "El Informal").
Es historia de este país, nos guste o no. Pero quizás no se sabe todo, y de eso eso se encarga el elaborado documental, ya que nos explican, paso a paso, las luces y sombras de esta figura y de su entorno, ya sean sus fracasos (prisión, accidentes...) o sus éxitos (fútbol, alcaldía...).
Se hace una buena mezcla de toda su vida, no saturando con ninguno de los temas, ya que son tres pilares, que son el fútbol, el urbanismo y la política, y nos muestra como Gil lo controlaba todo y nadie podía toserle en aquella época (hay momentos que parecen ciencia ficción).
Los episodios son de una hora de duración (aproximadamente) y no se hacen pesados, sobre todo porque, aunque la figura de su protagonista es de dudosa moralidad y ausencia total de ética, engancha, y mucho, porque es un ser ambicioso que no tiene miedo a decir lo que piensa, le pese a quien le pese, y personajes así no se encuentran a diario.
Se ve claramente el magnetismo que tenía este lobo de Marbella (es tal cual como la película de Scorsese, solo que sin drogas), y porque el título del documental de su vida es "El pionero". Parece un personaje sacado de una comedia o una parodia, porque costaba creérselo, con esa prepotencia y chulería digna de un hombre de las cavernas defendiendo lo suyo. Impagable.
Durante el documental, no solo nos muestran vídeos de aquella década con entrevistas y declaraciones de Gil, sino que también hay testimonios de personas cercanas, como su familia, sus amigos o la oposición que tuvo en la época. A algunos les cuesta defender lo indefendible, y a otros se les nota el rencor, pero suponen un añadido positivo al metraje.
Todo funciona en esta obra, ya que cumple su cometido de entretener, informando, que no es poco. Incluso uno se pregunta por qué han tardado tanto en sacar un documental de un personaje tan único e interesante.
En conclusión, si conocías a Jesús Gil (de la televisión, se entiende), quizás descubras nuevos detalles que aporten más leyenda al personaje, y si no lo conoces, es una oportunidad de oro para ver como funcionaban (y funcionan...) las cosas en este país. Y es que, Jesús Gil era único, pero sus acciones no. Spain is Different. Muy recomendable.
Más críticas: ocioworld.net
HBO ha tomado buena nota de ello, y nos trae el promocionado documental de Jesús Gil y Gil, uno de los personajes más populares de este país, sobre todo en la década de los 90. Se trata de cuatro episodios, y he tenido la oportunidad de ver dos (es uno por semana), y se puede confirmar que estamos ante un documental entretenido, surrealista y recomendable.
Yo nací a finales de los ochenta,y recuerdo a este señor, en televisión, destacando siempre y llamando la atención, porque era un auténtico showman. Es improbable que sí tenías recuerdo de la década de los noventa no supieras quien era Jesús Gil, ya sea por los noticiarios o por programas de la época (como "El Informal").
Es historia de este país, nos guste o no. Pero quizás no se sabe todo, y de eso eso se encarga el elaborado documental, ya que nos explican, paso a paso, las luces y sombras de esta figura y de su entorno, ya sean sus fracasos (prisión, accidentes...) o sus éxitos (fútbol, alcaldía...).
Se hace una buena mezcla de toda su vida, no saturando con ninguno de los temas, ya que son tres pilares, que son el fútbol, el urbanismo y la política, y nos muestra como Gil lo controlaba todo y nadie podía toserle en aquella época (hay momentos que parecen ciencia ficción).
Los episodios son de una hora de duración (aproximadamente) y no se hacen pesados, sobre todo porque, aunque la figura de su protagonista es de dudosa moralidad y ausencia total de ética, engancha, y mucho, porque es un ser ambicioso que no tiene miedo a decir lo que piensa, le pese a quien le pese, y personajes así no se encuentran a diario.
Se ve claramente el magnetismo que tenía este lobo de Marbella (es tal cual como la película de Scorsese, solo que sin drogas), y porque el título del documental de su vida es "El pionero". Parece un personaje sacado de una comedia o una parodia, porque costaba creérselo, con esa prepotencia y chulería digna de un hombre de las cavernas defendiendo lo suyo. Impagable.
Durante el documental, no solo nos muestran vídeos de aquella década con entrevistas y declaraciones de Gil, sino que también hay testimonios de personas cercanas, como su familia, sus amigos o la oposición que tuvo en la época. A algunos les cuesta defender lo indefendible, y a otros se les nota el rencor, pero suponen un añadido positivo al metraje.
Todo funciona en esta obra, ya que cumple su cometido de entretener, informando, que no es poco. Incluso uno se pregunta por qué han tardado tanto en sacar un documental de un personaje tan único e interesante.
En conclusión, si conocías a Jesús Gil (de la televisión, se entiende), quizás descubras nuevos detalles que aporten más leyenda al personaje, y si no lo conoces, es una oportunidad de oro para ver como funcionaban (y funcionan...) las cosas en este país. Y es que, Jesús Gil era único, pero sus acciones no. Spain is Different. Muy recomendable.
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6,4
11.855
5
David Fincher nos ofrece una carta de amor a los guionistas y también uno de sus trabajos más tibios
4 de diciembre de 2020
4 de diciembre de 2020
57 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decir que David Fincher es uno de los cineastas más capaces e interesantes del panorama cinematográfico es poco menos que una obviedad, de la misma forma que lo es repasar su exitosa filmografía, entre las que se encuentran clásicos como Seven, El club de la lucha o, mi favorita, La red social (The Social Network). Es por ello que cualquier nuevo proyecto, ya sea como productor (en series como Mindhunter) o como director, suscita interés y grandes expectativas, y el caso de Mank no es una excepción.
Película en exclusiva de Netflix (recordar el contrato que une a la plataforma con Fincher), parte como gran favorita de cara a los próximos Oscars, en especial gracias a las entusiastas opiniones de los críticos profesionales, que la han calificado prácticamente como una obra maestra. La película es un biopic del guionista de Ciudadano Kane, siguiendo su tortuosa vida en el complicado juego de Hollywood, partiendo la historia de un guion del padre de Fincher, fallecido y al que su hijo David ha querido rendirle homenaje trasladando al celuloide su libreto.
La verdad es que le tenía ganas al proyecto, ya que Fincher no suele fallar, pero una vez vista, debo reconocer que me ha parecido un trabajo menor del cineasta, hasta el punto de que no la considero merecedora del Oscar a mejor película, como ya están anunciando varias voces. Quién sabe, quizás suceda lo de siempre, que se haga mucho ruido en su estreno y semanas después nadie se acuerde de ella (como ha sucedido con otras tantas películas), pero lo que es seguro es que se trata de una película diseñada para gustar a los académicos, a los críticos profesionales y a los que añoran el Hollywood clásico. Respecto al resto, no creo que esté entre sus predilectas de este extraño 2020.
Técnicamente poco se le puede reprochar al film, con un blanco y negro que tiene sentido, al contrario que tantas otras producciones, en las que se mete el recurso con calzador y sin ser necesario. Se nota que estamos ante un homenaje al Hollywood clásico, y Fincher nos transporta a la década de los años 30 de forma más que convincente, con un diseño de vestuario impecable y unos escenarios que jamás chirrían. Todo está cuidado al milímetro, en un trabajo más que loable. No obstante, no está entre las mejores obras de Fincher, siendo un trabajo más intimista y menos exigente.
Todos sabemos que, en un producto de estas características, lo que debe destacar es el guion y el reparto. De lo segundo nada que reprochar, ya que nos encontramos con un sensacional Gary Oldman en uno de sus mejores trabajos (que ya es decir), mereciendo todos los premios habidos y por haber. No me extrañaría que este año se volviese a llevar el gato al agua, y más en un año con tan poca competencia. Entre los secundarios tenemos a unos estupendos Lily Collins, Arliss Howard (siendo su entrada en escena una de las mejores escenas de la cinta), Amanda Seyfried o Charles Dance, aunque estos dos últimos quizás aparezcan menos de lo esperado.
Y luego está el guion, cortesía del fallecido padre de David Fincher, con diálogos para enmarcar y escenas muy poderosas, pero con una duración excesiva, escenas sueltas que navegan en un conjunto algo caótico (se quieren tocar muchos palos), y personajes que vienen y van sin aportar demasiado. Al final sólo importa el gran protagonista, un peculiar y deslenguado guionista al que se le rinde homenaje, no dejando muy bien parado a Orson Welles (con un actor con un gran parecido al popular cineasta) en el proceso.
Se agradecen las intenciones y que se haga una película que destaque la figura de una de las piezas claves de un clásico como Ciudadano Kane, pero hay momentos que no van a ninguna parte, otros que se quedan a medio gas y la sensación final de que estamos ante un producto que no es tan grandioso como nos han querido vender, incluso rozando la pretenciosidad de obras similares. Ojo, no estoy diciendo que sea tan soporífera como la sobrevalorada Roma (que curiosamente ya nadie nombra ni por error…), pero se le notan las costuras, quedándose en tierra de nadie. No emociona, no deja huella, no tiene garra… pecando de cierta frialdad esta carta de amor al cine.
En conclusión, estamos ante una película con un reparto fascinante (en especial un inmenso Oldman) y una dirección de Fincher más que loable (aunque lejos de sus mejores trabajos), pero que seguramente sólo logre cautivar a los verdaderos amantes del cine clásico, los fans de Ciudadano Kane o los críticos que añoren tiempos mejores. Mucho me temo que el resto quedará más que decepcionado, y es que estamos ante otra obra incapaz de conectar con el gran público. No sé cuántas van ya… Fincher es capaz de más, aunque no deja de tener valor el regalo póstumo que le ha hecho a su padre y, por lo tanto, a los guionistas, figuras imprescindibles que jamás reciben el reconocimiento que merecen. Sólo por eso, se deja ver, aunque no es de lo mejor del año, más bien de lo más decepcionante. Otro film sobrevalorado que nadie recordará en unos años… Ni siquiera los que ahora la aplauden con fervor. Eso sí que es un clásico.
Más crítica: ocioworld.net
Película en exclusiva de Netflix (recordar el contrato que une a la plataforma con Fincher), parte como gran favorita de cara a los próximos Oscars, en especial gracias a las entusiastas opiniones de los críticos profesionales, que la han calificado prácticamente como una obra maestra. La película es un biopic del guionista de Ciudadano Kane, siguiendo su tortuosa vida en el complicado juego de Hollywood, partiendo la historia de un guion del padre de Fincher, fallecido y al que su hijo David ha querido rendirle homenaje trasladando al celuloide su libreto.
La verdad es que le tenía ganas al proyecto, ya que Fincher no suele fallar, pero una vez vista, debo reconocer que me ha parecido un trabajo menor del cineasta, hasta el punto de que no la considero merecedora del Oscar a mejor película, como ya están anunciando varias voces. Quién sabe, quizás suceda lo de siempre, que se haga mucho ruido en su estreno y semanas después nadie se acuerde de ella (como ha sucedido con otras tantas películas), pero lo que es seguro es que se trata de una película diseñada para gustar a los académicos, a los críticos profesionales y a los que añoran el Hollywood clásico. Respecto al resto, no creo que esté entre sus predilectas de este extraño 2020.
Técnicamente poco se le puede reprochar al film, con un blanco y negro que tiene sentido, al contrario que tantas otras producciones, en las que se mete el recurso con calzador y sin ser necesario. Se nota que estamos ante un homenaje al Hollywood clásico, y Fincher nos transporta a la década de los años 30 de forma más que convincente, con un diseño de vestuario impecable y unos escenarios que jamás chirrían. Todo está cuidado al milímetro, en un trabajo más que loable. No obstante, no está entre las mejores obras de Fincher, siendo un trabajo más intimista y menos exigente.
Todos sabemos que, en un producto de estas características, lo que debe destacar es el guion y el reparto. De lo segundo nada que reprochar, ya que nos encontramos con un sensacional Gary Oldman en uno de sus mejores trabajos (que ya es decir), mereciendo todos los premios habidos y por haber. No me extrañaría que este año se volviese a llevar el gato al agua, y más en un año con tan poca competencia. Entre los secundarios tenemos a unos estupendos Lily Collins, Arliss Howard (siendo su entrada en escena una de las mejores escenas de la cinta), Amanda Seyfried o Charles Dance, aunque estos dos últimos quizás aparezcan menos de lo esperado.
Y luego está el guion, cortesía del fallecido padre de David Fincher, con diálogos para enmarcar y escenas muy poderosas, pero con una duración excesiva, escenas sueltas que navegan en un conjunto algo caótico (se quieren tocar muchos palos), y personajes que vienen y van sin aportar demasiado. Al final sólo importa el gran protagonista, un peculiar y deslenguado guionista al que se le rinde homenaje, no dejando muy bien parado a Orson Welles (con un actor con un gran parecido al popular cineasta) en el proceso.
Se agradecen las intenciones y que se haga una película que destaque la figura de una de las piezas claves de un clásico como Ciudadano Kane, pero hay momentos que no van a ninguna parte, otros que se quedan a medio gas y la sensación final de que estamos ante un producto que no es tan grandioso como nos han querido vender, incluso rozando la pretenciosidad de obras similares. Ojo, no estoy diciendo que sea tan soporífera como la sobrevalorada Roma (que curiosamente ya nadie nombra ni por error…), pero se le notan las costuras, quedándose en tierra de nadie. No emociona, no deja huella, no tiene garra… pecando de cierta frialdad esta carta de amor al cine.
En conclusión, estamos ante una película con un reparto fascinante (en especial un inmenso Oldman) y una dirección de Fincher más que loable (aunque lejos de sus mejores trabajos), pero que seguramente sólo logre cautivar a los verdaderos amantes del cine clásico, los fans de Ciudadano Kane o los críticos que añoren tiempos mejores. Mucho me temo que el resto quedará más que decepcionado, y es que estamos ante otra obra incapaz de conectar con el gran público. No sé cuántas van ya… Fincher es capaz de más, aunque no deja de tener valor el regalo póstumo que le ha hecho a su padre y, por lo tanto, a los guionistas, figuras imprescindibles que jamás reciben el reconocimiento que merecen. Sólo por eso, se deja ver, aunque no es de lo mejor del año, más bien de lo más decepcionante. Otro film sobrevalorado que nadie recordará en unos años… Ni siquiera los que ahora la aplauden con fervor. Eso sí que es un clásico.
Más crítica: ocioworld.net
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