Buena pelicula, típica crítica caústica de la sociedad y la familia americana. Tampoco pienso que sea bueno criticar todo en plan nihilista sin dejar al menos un atisbo de esperanza. Solondz y sus guionistas han hecho una película divertida, nada más. Es más, no sé quien puede creerse que un niño pequeño pueda hipnotizar a su padre y tenerlo a sus órdenes...ese recurso del guión me pareció penoso.

Es una película que te deja clavado en la butaca de principio a fin. La ciudad de Los Ángeles es el marco donde gente de diferentes estratos nos muestra una parte de sus vidas. Estamos ante una obra que perdurará porque refleja la angustia y lo complejo de la existencia de unos seres que no saben muy bien porque desempeñan los papeles que les ha tocado interpretar en el teatro de la vida. Sorprendentes e inolvidables escenas, por citar alguna la de Matt Dillon en el incendio del coche, sencillamente genial