Da exactamente lo que se espera de ella.
Espectáculo con mayúsculas, acción, aventura y efectos y decorados espectaculares, sin mas pretensiones. Algún exacerbamiento, algo ñoño pero efectivo, de la amistad y el amor, y punto.
Total y absolutamente divertida y honesta.

Si estás buscando reflexiones profundas sobre la idiosincrasia inherente a la propia existencia de los seres etéreos, te has equivocado de película, y, probablemente, de vida ...

Parece difícil que con un elenco de actores tan interesante y un grupo de atletas tan impresionantes no se consiga crear el más mínimo interés más allá de las escenas de lucha.

El guión (en el caso de que lo hubiere) va dando bandazos entre absurdo, inverosímil, desordenado, incoherente, aberrante, injustificado, ... y algún calificativo más que, a buen seguro, me dejo.
Los cambios de vestuario con saltos temporales también son muy interesantes (aparecen con ropas que aún no se han puesto y se pondrán después).

En fin, con mimbres (actores) para algo muy entretenido, ha salido una aberración. Es como cocinar un plato incomible con un buen producto. Le pongo un 3 por las escenas de lucha.

Estamos ante la típica película que no dejará impasible a nadie. O te partes de risa, o te partes de aburrimiento. Yo tiro más a los de la segunda opción. Debe ser que es un humor que no encaja conmigo, totalmente absurdo.
Lo que no se le puede negar es, dentro de su tremenda absurdez, cierta brillantez.
Lo mejor, o mejor dicho, lo único salvable, algunas frases y/o diálogos brillantes.

Espero sincerametne que mi crítica no sirva absolutamente para nada, pues, en esencia, así es la película en sí misma.

Del mismo estilo (moral) que Wall-e, nos describe un futuro en el que la humanidad prefiere vivir la vida a través de máquinas, mientras se quedan en casa. En este escenario se desarrolla un thriller correcto, entretenido y con buenos efectos.
Esta perspectiva, ¿está muy lejos de hacerse realidad?. Tecnológicamente quizá sí, pero moralmente, un amplio y mayoritario porcentaje de la sociedad actual acogería de brazos abiertos una solución de ésta índole. De hecho, ya lo están haciendo, aunque de una manera mucho menos explícita.

Sucesión absurda, carente de sentido y ritmo, bastante estúpida e, incluso, me atrevería a decir que pretenciosa, sucesión de magníficas imágenes.
Si nos ofrecieran un album fotográfico con todas las bellísimas, impresionantes, impactantes, y, fotográficamente hablando, perfectas imágenes, nos ahorraríamos todo lo demás, que, todo sea dicho, es total y absolutamente prescindible (eso sí, la niña esta, Catinca Untaru, es muy simpatíca).

Maravillosa colección de fotografías (en blanco y negro y en color).